Hallados dos cadáveres enterrados hace tres años con signos de violencia en una zona aislada de Elche

Un grupo de senderistas que recorría el Barranco del Grifo, un paraje situado a las afueras de Elche (Alicante) hallaron el pasado domingo un cráneo y un fémur que parecían humanos. Tras dar aviso de su descubrimiento, la investigación policial ordenada por un juzgado de la ciudad alicantina culminó con la exhumación de los cadáveres de un hombre y una mujer jóvenes, probablemente enterrados hace unos tres años y en avanzado estado de descomposición. Las primeras hipótesis, a partir de restos de materiales como cinta americana en torno al cuello y la boca de los dos cuerpos, parecen indicar que la muerte de ambos pudo ser violenta, según confirman fuentes cercanas al caso.

El descubrimiento tuvo lugar el pasado domingo, en torno a las 14.30 horas. Los excursionistas recorrían la zona, perteneciente a la partida ilicitana de Jubalcoy, cuando toparon con lo que parecía el cráneo de una persona. Inmediatamente alertaron a la Policía Local, que certificó que los huesos eran humanos e informaron al juzgado de guardia, quien se hizo cargo de la investigación. Desde la sede judicial enviaron efectivos de la Policía Nacional y a un forense del instituto de Medicina Forense de Alicante, que dieron con un segundo cráneo y más restos humanos en la misma localización.

La jueza de guardia decidió realizar la exhumación completa de los cadáveres al día siguiente, el pasado lunes, por lo que la zona fue acordonada. A los agentes enviados por la Policía Nacional se sumó un equipo de la Policía Científica de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid. Durante tres días han estado registrando la zona y los cuerpos aparecidos con el fin de identificarlos a partir de muestras de ADN y conocer las causas por las que fueron supuestamente asesinados y enterrados en una zona alejada del casco urbano de Elche.

En principio, según avanzan fuentes de la investigación, se trata de un hombre y una mujer, uno de ellos de unos 25 años y el otro, de 35. Los dos presentan signos de violencia, como restos de cinta americana alrededor de cuello y boca. Además, estaban esposados con grilletes, por lo que todo hace pensar que se trataría de una muerte violenta. Según publica el diario local Información, ambos tienen señales de tortura, aunque las fuentes consultadas no lo han confirmado. El caso sigue pendiente del dictamen forense y la jueza ha declarado el secreto de las actuaciones.