El Mercado Central de Valencia pide al Ayuntamiento un helipuerto por los problemas de accesibilidad

Las obras de remodelación del entorno del Mercado Central de Valencia están en marcha desde hace meses y no acabarán hasta el próximo año y los vendedores están molestos con el Ayuntamiento por las dificultades de acceso al recinto, uno de los más importantes de España de venta de productos frescos. Por eso, este miércoles han solicitado, a modo de protesta simbólica, al Gobierno local la construcción de un helipuerto para mejorar la accesibilidad del mercado.

Los vendedores solicitan al Ayuntamiento un helipuerto en su entorno para garantizar el suministro de productos frescos después de considerar “inviable e ineficaz” las alternativas ofrecidas por el Ayuntamiento a su demanda de mejores accesos y de una moratoria de algunas medidas de tráfico que el gobierno local quiere sacar adelante.

La asociación presentó su demanda al Ayuntamiento de Valencia, que gobierna Compromís y el PSPV, mediante una solicitud presentada el pasado 19 de octubre, donde además reclamaba a la concejalía de Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi que no se realizara el cambio de sentido del tráfico en una de las calles adyacentes (la calle Calabazas) “porque imposibilita la logística de carga y descarga necesaria para mantener la actividad del mercado”.

Los vendedores pedían al consistorio que “cumpliera además su compromiso verbal de no poner en funcionamiento las cámaras de control de tráfico” en Ciutat Vella, que sanciona la entrada a los conductores que no son residentes, “hasta que finalizaran las obras de reurbanización del entorno”, en marcha desde la pasada primavera.

La remodelación de la plaza Ciudad de Brujas, Lonja de la Seda, Mercado Central y de la Iglesia de los Santos Juanes pondrán en valor uno de los polos culturales más valiosos de la capital valenciana pero mientras dure complica la circulación en los alrededores de este imponente recinto modernista, lugar de peregrinaje de los turistas que visitan la ciudad.

El Ayuntamiento respondió el pasado jueves a la presidenta de los vendedores, Merche Puchades, con “una falta absoluta de empatía ante el impacto que genera en la actividad diaria de este mercado” el cambio de sentido del tráfico.

Puchades ha señalado que este obliga “a todos los vehículos que descargan en la única zona que actualmente tienen para descargar (calles Calabazas y Palafox) a girar por la calle Linterna y cruzar Músico Peydró, que es una calle peatonal, o dar la vuelta por toda la ciudad”.

La representante de los vendedores ha indicado que parece que el consistorio “olvida que el Mercado Central tiene una actividad comercial de casi 300 puestos” y que además de los comerciantes del recinto acuden a él “cerca de 500 proveedores diferentes a lo largo de la semana para reparto de mercancías”.

Merche Puchades ha manifestado su “malestar” y ha criticado que la administración municipal sea “incapaz de retrasar unos meses estas medidas de control de tráfico por respeto a una actividad comercial de la que dependen muchas familias”.

La Asociación de Vendedores del Mercado Central tomó la decisión de demandar un helipuerto “tras tener conocimiento de que la Concejalía de Movilidad Sostenible se disponía a poner en funcionamiento la cámara (de control de tráfico), ubicada en la calle María Cristina” porque “todas las cámaras del Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella Nord han entrado en funcionamiento y a partir del 1 de diciembre comenzará a sancionarse a los que no respeten la ordenanza municipal.

Los vendedores piden al Gobierno local “que mantenga el compromiso de no poner en funcionamiento las cámaras hasta el fin de las obras, o, al menos, hasta que se pueda circular por la plaza Ciudad de Brujas, para que los vehículos autorizados puedan seguir en línea recta hacia la calle Carda y los no autorizados puedan girar por la rotonda que va a permitir el cambio de sentido en la plaza Ciudad de Brujas hacia la Plaza de San Agustín”.

Igualmente, han reclamado “no cambiar el sentido de la calle Calabazas hasta que no esté abierto el acceso por la plaza Ciudad de Brujas”, dado que “es la única forma de acceder a los solares cuando los vendedores sacan su vehículo del sótano del Mercado Central (habilitado para carga y descarga solo hasta las once de la mañana)”.

La entidad ha solicitado “comprensión y empatía, no solo con los cerca de 80 vendedores que se autoabastecen, cargando y descargando personalmente, sino también con los 500 proveedores que suministran género a la totalidad de puestos de venta del Mercado Central”