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El sarcófago de Blasco Ibáñez se traslada al cementerio de Valencia 88 años después

El cenotafio nunca estuvo pensado para alojar el cadáver del famoso novelista y político sino para coronar su cripta funeraria

El País
Sarcofago de Blasco Ibañez
El sarcófago de Vicente Blasco Ibáñez, esculpido por el artista Mariano Benlliure.JOSE JORDAN (Ayuntamiento de València)

El sarcófago de Vicente Blasco Ibáñez, esculpida para coronar su cripta funeraria por Mariano Benlliure, permanecerá a partir de hoy en el vestíbulo del Cementerio General de Valencia 88 años después de que el Ayuntamiento lo encargara para rendir homenaje al genial escritor. Este exuberante sepulcro se encontraba en el Museo de Bellas Artes de la capital, donde fue a parar después de que las autoridades franquistas desecharan el proyecto republicano de construir un mausoleo napoleónico para venerar al novelista. Sus restos mortales descansan en un nicho del camposanto civil de la capital. El sarcófago de Blasco Ibáñez está finalmente en el lugar para el cual fue concebido. No en el jardín diseñado por Goerlich, porque ya no existe, pero sí en un espacio de gran relevancia, el vestíbulo del Cementerio General”, ha destacado el alcalde Joan Ribó.

Blasco Ibáñez murió en Menton, Francia, el 28 de enero de 1928 y fue el Ayuntamiento de su ciudad natal la que encabezó el comité para el traslado de sus restos, que llegaron al puerto de la ciudad el 1933, ya durante la II República. Ese mismo año, el Consistorio encargó al arquitecto municipal Javier Goerlich un monumento funerario en el Cementerio General que incluiría un sarcófago diseñado por el escultor Mariano Benlliure. Las obras empezaron en 1935 pero quedaron inacabadas al inicio de la Guerra Civil. Desde entonces, el sarcófago esculpido por Benlliure ha estado depositado en el Convento del Carme y luego en el Museo de Bellas Artes.

El traslado del sarcófago al vestíbulo del cementerio no ha estado libre de obstáculos, explica el Ayuntamiento. El pedestal original del sepulcro, de granito, había desaparecido a lo largo del tiempo y la estructura de hierro que soportaba el peso de la obra en el museo de Bellas Artes no respondía a las medidas exactas previstas inicialmente por Benlliure. Por esos motivos, el Ayuntamiento ha tenido que encargar una peana de granito a partir de una foto de la obra de 1.935 y reconstruir de nuevo los planos del pedestal.

A la entrada del cementerio, un atril informará en valenciano, castellano, inglés, francés e italiano sobre la obra. Un código QR remitirá a los usuarios a la web Cultural València, donde se ha creado la sección Patrimonio para el recuerdo, que se estrena con la información sobre el sarcófago de Blasco Ibáñez.

A pesar de que la pieza de Benlliure es conocida popularmente como “sarcófago de Blasco Ibáñez”, en realidad es un cenotafio y nunca estuvo pensada para alojar el cadáver de Blasco Ibáñez sino para coronar su cripta funeraria.

Ribó considera “un honor para la ciudad mostrar en este espacio el sarcófago de quién fue uno de los más grandes escritores valencianos y, sin duda, quien llevó el nombre de València más lejos, a todo el mundo. Un motivo más para visitar el Cementerio General y descubrir el enorme patrimonio artístico que custodia”.

El alcalde ha reivindicado la figura del escritor y su influencia en la ciudad y ha recordado que “cuando llegó el cadáver de Blasco a Valencia, lo esperaba el entonces presidente de la República, y unas 300.000 personas”. El acto de hoy, Día de Sant Jordi, dedicado al libro, es un pequeño gesto de justicia. “Podríamos haberlo hecho también el 14 de abril pero creo que Blasco estaría maravillosamente representado en un día como hoy”, ha concluido el regidor, acompañado en el acto por la bisnieta de Mariano Benlliure, Lucrecia Enseñat; el director del Museo de Bellas artes, Pablo González Tornel; y el director de la Casa-Museo Blasco Ibáñez, entre otros.

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