Indiferencia ante el fracaso de la opa entre los clientes del Sabadell: “No me interesa lo más mínimo”
Los usuarios de Barcelona consideran la guerra entre entidades algo externo a sus problemas aunque algunos sí destacan haber mantenido a la entidad como catalana


Una de las oficinas más céntricas del Banco Sabadell en Barcelona es la que se encuentra en el número 47 de Via Laietana. La campaña publicitaria a favor y en contra de la opa hostil del BBVA sobre la entidad catalana todavía es visible en la cristalera de la oficina. Unos carteles negros y oscuros llevan semanas apoderándose de la fachada. En uno aparece la imagen, a oscuras, de un hombre mirando a la noche (muy oscura) a través de un gran ventanal. Junto a la imagen aparece la frase: “El banco de las mejores empresas es el tuyo”. En el otro cartel, también en blanco y negro, aparece una pareja a oscuras mirando un ordenador portátil. De hecho, solo están iluminados por la luz que emana de la pantalla del ordenador. Aquí el eslogan es otro: “Si cree en ti, nosotros también”.
En mitad de este ambiente oscuro se encuentran los cajeros automáticos de una de las oficinas clave que el Sabadell -que acaba de salvarse de una opa sin precedentes- tiene en Barcelona. EL PAÍS ha hablado con algunos de los clientes. No es una muestra representativa pero sirve para hacerse una idea de lo mucho o lo poco que les hubiera afectado, en su día a día, si el BBVA hubiera conseguido fagocitar al banco catalán.
Jessica tiene 22 años y no sabe moverse con soltura en el cajero automático. “Siempre pago con el móvil, pero creo que la aplicación no me funciona bien”, admite. Tras hacer averiguaciones, comprueba que en su cuenta solo le quedan siete euros. “Trabajé en verano vendiendo frankfurts y solo me queda esto”, asegura -sin mucha preocupación- esta estudiante que ahora se plantea irse de Erasmus. “La verdad es que algo he oído del BBVA pero no me interesa lo más mínimo. Yo tengo esta cuenta porque era la que mis padres me hicieron”, concluye Jessica.
De la oficina salen un par de empresarios barceloneses de origen paquistaní. Tampoco tenían noticias de la opa. “Vinimos a este banco para llevar nuestros negocios”, admiten. Preguntados sobre si están satisfechos o no responden tajantes: “Es un banco”.
Carmen Martínez, de 63 años, se acerca al cajero a sacar efectivo. “Estoy muy contenta con que no haya salido la opa. Tengo una hipoteca con el Banco Sabadell y tuve, hace años, una hipoteca con el BBVA. Con el BBVA todo son pegas y comisiones. Trabajo mucho mejor con el Sabadell”, concluye Martínez.
En el barrio de Poblenou, muy cerca de la Rambla, hay una pequeña oficina en la calle Joncar. Marc saca dinero del cajero. Esta noche va a cenar con amigos y prefiere llevar efectivo antes que tirar de bizums. Este joven autónomo también se muestra aliviado con el fracaso de la opa. “No es bueno que haya pocos bancos porque entonces no tienes dónde elegir. Además, el Sabadell es un banco catalán y prefiero trabajar con entidades de aquí que no con el BBVA”.
Un hombre, vestido de operario de limpieza, sale de esta oficina de Poblenou. No quiere dar su nombre pero quiere dejar clara la total indiferencia que siente por la opa. “No es mi guerra. Mi guerra es llevar el dinero a casa. Estos, se llamen como se llamen (señala dentro de la oficina) solo me quitan mi propio dinero. A mí que más me da si se llama Banco Sabadell o BBVA. Total, son el mismo perro con diferente collar”.
Las oficinas de los bancos ya no reciben la cantidad de visitas que recibían antes de la pandemia. Muchos de los pagos de los comercios son ya con tarjeta bancaria por lo que los comerciantes ya no se trasladan tanto a las oficinas. Muchísimos clientes operan con banca digital y, como mucho, utilizan los cajeros. Las oficinas se han convertido ahora en el último reducto al que acudir cuando las cosas no van según lo esperado o se necesitan créditos o hipotecas. Hay clientes del Sabadell de la calle Joncar que temían que con la opa desapareciera la oficina que tienen debajo de casa. Esa que, en ocasiones, solo se necesita dos veces al año. Los trabajadores y directivos del Banco Sabadell aplaudían este viernes el fracaso de la opa del BBVA.
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