Jéssica Albiach: “Debemos avanzar hacia los alquileres indefinidos”

La aritmética parlamentaria permitió que Comuns fuera decisiva en el Parlament de Cataluña. A pesar de perder dos diputados en las últimas elecciones, sus seis representantes han conseguido situar la vivienda en el centro del debate político. La líder del grupo parlamentario, Jéssica Albiach (València, 45 años), reclama avanzar hacia los alquileres de “al menos 10 o 15 años”, defiende la reserva del 30% de protección oficial y lamenta la “poca valentía” del Departamento de Educación para transformar el sistema educativo.

Pregunta. ¿Qué balance hace de estos primeros seis meses de gobierno con Salvador Illa?

Respuesta. Es prematuro hacer balance, pero estamos logrando cosas que para nosotras eran imprescindibles. Tenemos un régimen sancionador, hemos duplicado la tasa turística y hemos convertido el impuesto de transmisiones patrimoniales en un impuesto anti-especulación porque los grandes tenedores pagarán el doble que cualquier familia. Las políticas de vivienda en buena parte estarán pagadas por los turistas y por los especuladores.

P. ¿Cuál es el siguiente paso?

R. La vivienda de protección oficial. No tiene sentido que haya 36.000 pisos que pierdan esta protección. 8.000 podían perderla este mismo año y necesitamos que el Govern reaccione. Se debe activar la declaración de zona tensionada y venderlos por debajo del precio de mercado.

P. ¿La reserva del 30% ha funcionado?

R. Está funcionando en varios sitios, como Esplugues o Mataró. En Barcelona no funciona como debería. Hubo una moratoria de un año para ponerla en marcha y en ese momento se aceleraron todas las licencias para que no les afectara. La reserva del 30% funciona cuando no hay artimañas. Sería injusto valorar una medida que PSC y Junts se han dedicado a boicotear. Al 30% hay que darle tiempo y espacio.

P. Parece que la ciudadanía perciba que, se haga lo que se haga, los precios no bajarán.

R. Hasta ahora parecía que la vivienda era un negocio, pero hay un modelo alternativo. Esta es la legislatura de la vivienda y el Govern ya sabe que, si no lo es, no podrá contar con nosotros. Debemos avanzar hacia los alquileres indefinidos. Y si ahora mismo les asusta hablar de ello, al menos debemos plantear contratos de 10 o 15 años.

P. ¿Es viable lograrlo en esta legislatura?

R. Es viable si el PSC toma conciencia de lo que nos estamos jugando. No solo estamos vulnerando derechos básicos, sino que también es la mejor manera de combatir los discursos de odio que cada vez seducen a más gente. Hay que hacerles frente con la batalla cultural, pero también con políticas materiales.

P. ¿De quién es culpa el caos de Rodalies?

R. No me gusta hablar de culpa sino de responsabilidad, y estaría repartida en todos los gobiernos estatales y autonómicos que han tenido la posibilidad de arreglar las cosas y lo han ido relegando: PSOE, PP, Junts... La red de Rodalies y trenes regionales sufre una desinversión crónica desde hace más de 20 años y no se sostiene más.

P. ¿Se hace demagogia sobre este tema, como lamentó el ministro Óscar Puente en el Congreso?

R. Lo que se ha hecho es dejación de funciones y apostar por prioridades equivocadas. La prioridad debe ser que los trenes funcionen y lleguen en hora; y no hablar de ampliar el aeropuerto.

P. ¿Mantiene el no a la ampliación de El Prat ni con una reducción de la afectación a La Ricarda?

R. Sí. Es un tema de modelo económico y productivo.

P. ¿Está a favor de la cesión de competencias en materia de inmigración entre Junts y el Gobierno?

R. Todo lo que sea avanzar en el autogobierno de Cataluña es positivo. Estas competencias no las gestionaría Junts, las gestionaría el Gobierno de la Generalitat. Y mientras los Comuns sean decisivos en la política catalana, la política migratoria estará en las antípodas de la que proponen Junts y Aliança Catalana. No podemos bajar los brazos ante un Junts que cada vez adopta posturas más cercanas a Aliança y que tiende a relacionar delincuencia o inseguridad con inmigración.

P. ¿Funciona el cordón sanitario?

R. Estaba funcionando, pero de vez en cuando a Junts per Catalunya le tiemblan las piernas. Tienen un dilema importante porque entienden que compiten por votos con Aliança Catalana. El camino es el de Merkel. Incluso Jordi Pujol ha marcado un camino mejor que Junts cuando dijo que no quería participar en la moción de censura contra Sílvia Orriols en Ripoll.

P. ¿Cómo se explica el crecimiento de Aliança?

R. Es un fenómeno global. Hay un auge de las políticas más autoritarias. Tiene mucho que ver con el fracaso de las políticas materiales de la socialdemocracia, que creo que no han sido suficientemente valientes.

P. ¿Valentía en qué sentido?

R. Parece que ahora defender el derecho a la vivienda te convierte en radical, cuando es una cuestión básica. Decir que somos una tierra de acogida, también. Y no, perdone, Cataluña siempre ha sido una tierra de acogida. Si no lo hubiera sido, buena parte de quienes hoy somos catalanes y vivimos en Cataluña no habríamos venido nunca.

P. ¿Estás a favor de la propuesta de Podemos para regularizar a miles de inmigrantes?

R. Nosotros también somos firmantes de la ILP. Hay medio millón de personas en situación irregular que están levantando el país. Soy partidaria de la transferencia de competencias dentro de un marco inclusivo y de garantía de derechos.

P. ¿El debate sobre inmigración ha llegado tarde?

R. Estamos en un momento en que la clase media está desapareciendo. Los discursos que enfrentan al último contra el penúltimo, impulsados por ciertos medios de comunicación, son más fáciles que señalar el verdadero problema. El problema no es que vengan personas a vivir a Cataluña, sino que fondos buitre compren nuestras ciudades. Llegamos tarde para abordar un reto como el de la inmigración, pero la diversidad es una riqueza y no una amenaza.

P. ¿Cuándo se recuperará la sexta hora en la escuela pública, como plantea el acuerdo de investidura?

R. La consejera de Educación tiene muy buena voluntad, pero está siendo poco valiente. Venimos de unos años duros, pero ahora, para no ser como [el exconsejero de Educación Josep Gonzàlez] Cambray, está transformando entre poco y nada. El Departamento intenta no pisar callos.

P. ¿La reincorporación de la sexta hora es un callo?

R. Sí. No para las familias, pero puede serlo para parte de la comunidad educativa. Da igual si se llama sexta hora o no, pero hay que poner remedio a un agravio donde si vas a la concertada, que recibe fondos públicos, tienes una hora más que si vas a la pública. Puede ser a través de una sexta hora, de un refuerzo extra o de quitar la hora de la concertada.

P. ¿Plantea restar una hora de la concertada?

R. Pongo opciones sobre la mesa. Estamos en contra del agravio y de la segregación que genera. Hay que encontrar la mejor solución con la comunidad educativa, pero tengo la sensación de que la consejera tiene miedo de plantear debates.

P. ¿El electorado sabe quién manda en Comuns?

R. Somos unas cuantas personas visibles porque no queremos fomentar los hiperliderazgos. Una organización feminista trata de distribuir la responsabilidad y la visibilidad. Ernest [Urtasun, ministro de Cultura] y yo sacamos adelante la política institucional; y las coordinadoras [Gemma Tarafa y Candela López], el día a día del partido con el foco en las próximas elecciones municipales.

P. Colau es una opción real para las municipales de 2027?

R. Colau es y será un activo muy valuoso para nuestro espacio, pero esta decisión le compete a ella y a Barcelona en comú.

P. ¿Quiere que Podemos vuelva a incorporarse a Sumar?

R. Sí. Es importante no equivocarse de adversario. En las próximas elecciones generales debemos ir todos juntos.