La antigua Massana y los edificios de la plaza de la Gardunya se convertirán en un polo cultural para el Raval tras el desalojo
Un pasaje conectará la entrada de la Boqueria con los jardines Rubió i Lluch
Dos días después de que la Guardia Urbana y los Mossos desalojaran en Barcelona el centro social ocupado de la antigua Massana – y ocho meses después de haber desahuciado a los migrantes que vivían en el edificio de la Tancada, a solo unos metros del primero- el Consistorio ha hecho público sus planes de transformación del espacio con intención de convertir la plaza de la Gardunya en el epicentro del barrio del Raval y transformar todos los edificios del entorno en centros culturales para dar servicio al distrito y a toda la ciudad.
El teniente de alcalde de seguridad y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha anunciado que la primera fase de la actuación -que será aprobada por la Comisión de Gobierno en febrero- prevé la creación de un nuevo pasaje de 535 metros cuadrados que unirá los jardines Rubió i Lluch con la plaza de la Gardunya. Esta intervención cuenta con un presupuesto de 820.000 euros, comenzará en verano de 2025 y los trabajos finalizarán en 2026 atravesando el icónico muro rosa que pintaron los activistas de la ocupación de la antigua Massana. Este nuevo paso se convertirá en la tercera entrada a los jardines que ya cuentan con los accesos de la calle Hospital y Carme. El director de la empresa municipal Bimsa (Barcelona de Infraestructuras Municipales), Ricard Font, ha asegurado que las obras preservarán los edificios protegidos, pero sí que se demolerán barreras físicas y se salvará un desnivel de 33 centímetros en algunos tramos. Además, se habilitarán espacios para servicios comunitarios.
El edificio ocupado hasta el pasado martes volverá a formar parte de centro de artes y oficios que un día fue y que se reubicó en el edificio de delante. “El espacio de la antigua Massana será en el futuro un espacio de la Escola Massana”, ha precisado Albert Batlle, que ha señalado que tanto la escuela como el Consorcio de Educación han manifestado la voluntad de reubicarse allí. El teniente de alcalde ha mantenido que toda la operación de la Gardunya pretende “rehabilitar un espacio para recuperar la dignidad que ha perdido durante mucho tiempo”.
Por su parte, Iván Pera, comisionado para el Pacto de Ciutat Vella, ha defendido que en la Gardunya se creará un “pulmón cultural” para el distrito y la ciudad y ha lanzado un mensaje a las entidades que hasta hace solo dos días realizaban actividades en la ocupada antigua Massana: “La voluntad del gobierno es buscar espacios para que todas las entidades puedan realizar sus actividades. Nos interesa que la sociedad civil del Raval sea fuerte y activa”.
La transformación de toda la zona supone una actuación sobre 12.000 metros cuadrados (que se alargará unos ocho años) y prevé la ampliación de la Biblioteca de Catalunya y la creación de la nueva biblioteca del distrito de Ciutat Vella ya que, según Batlle, es la única zona de la ciudad que “carece” de este servicio. La futura biblioteca de distrito se ubica en la fachada del Antiguo Hospital de la Santa Creu, con espacios en la planta baja, primera y segunda. También se realizará una rehabilitación, que finalizará en 2027, de 3,6 millones de euros en la antigua guardería para destinar el espacio a usos culturales y educativos.
Además, se reformará la plaza del Dr. Fleming y la plaza de la Gardunya donde se instalará nuevo mobiliario urbano, pavimento y zonas de juegos infantiles. El Consistorio prevé invertir en este espacio 1,8 millones de euros y las obras finalizarán en 2026.
Batlle ha querido enmarcar la reforma del espacio dentro de la remodelación del mercado de la Boqueria y el proyecto de reforma de la Rambla. En la Boqueria el Consistorio prevé invertir 12 millones de euros mientras que en la Rambla la inversión es de 55,6 millones. Ambos proyectos prevén estar acabados en 2027, el año en que se celebrarán las próximas elecciones municipales.
El teniente de alcalde ha manifestado que los desalojos llevados a cabo en la zona tienen un objetivo: “Recuperar la Gardunya para usos vecinales y abrir la Boqueria al Raval. La Gardunya no puede seguir siendo la puerta de atrás del mercado”. Por eso defiende la consolidación de estos espacios como usos “académicos, vecinales y científicos que permitan cambiar las dinámicas que ha habido en el lugar”. El Consistorio ha tapiado todos los accesos al edificio de la antigua Massana y se prevé que en los próximos meses comiencen las obras para la adecuación de los espacios.
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