Los vigilantes del metro de Barcelona podrán utilizar espráis de defensa para repeler a agresores
TMB adopta esta medida pese a que las peleas con la seguridad privada se ha reducido un 21% desde 2019
Los 800 vigilantes del Metro de Barcelona podrán utilizar, a partir del próximo 31 de enero, espráis de defensa personal para repeler cualquier tipo de agresión en el suburbano de la capital catalana. Pese a la decisión, cada vez son menos las denuncias de vigilantes por agresiones en el Metro. Eso además contrasta con que cada vez son más los pasajeros que viajan en el Metro de Barcelona. En 2019 fueron denunciadas 142 las agresiones a vigilantes mientras que se registraron 412 validaciones. En 2023, con 440 validaciones, se denunciaron 114 agresiones y el pasado año con la cifra récord de 468 validaciones se denunciaron 111 agresiones (una cada tres días). De 2019 a 2024 se han reducido un 21% las peleas entre pasajeros y vigilantes pese a que el pasaje ha aumentado un 14%.
La convocatoria de huelga que la plantilla de Securitas había fijado para el próximo 26 de enero (y posteriormente desconvocado) junto con la fatal agresión que dejó, el pasado sábado, tuerto a un vigilante en la parada de Poblenou de la línea 4 han hecho reconsiderar las cosas a la empresa pública Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y, a partir del 31 de este mes, los vigilantes tendrán entre sus utensilios un espray de defensa personal. Así lo anunció, el pasado miércoles, el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, en la comisión de presidencia del Ayuntamiento. Batlle aseguró que el uso de este espray se limitará a los “casos de mayor riesgo y los que puedan poner en riesgo la integridad de los vigilantes”.
“Hemos paralizado la convocatoria de huelga del 26 de enero porque las empresas que tienen contratada la seguridad del metro quieren negociar no solo el salario sino también las herramientas que utilizamos y el número de personal que nos encargamos de la vigilancia”, ha alentado David Alujas miembro de CC OO en el comité de empresa de Securitas. “El hecho de que nos equipen con gas de defensa llega tarde pero esta siendo muy bien recibido por los compañeros”, ha alertado Alujas.
El sindicalista asegura que los 800 vigilantes de las dos empresas encargadas de la seguridad del suburbano – Prosegur y Securitas Seguridad España- han realizado el curso correspondiente para poder utilizar este espray. “Las empresas ya hace meses que adquirieron y que tienen en el almacén los espráis a la espera de que el Ayuntamiento y TMB diera el visto bueno para su uso”, denuncia. Por su parte, la empresa de transportes metropolitanos defiende que no habrá ningún vigilante con este espray sin haberse formado en como utilizarlo. Además, TMB asegura que todo el proceso para incorporar esta herramienta antiagresión ha sido controlado y “avalado” por los Mossos d’Esquadra.
Alujas destaca que los vigilantes estaban esperando la luz verde para incorporar los espráis a las defensas semirígidas, los chalescos anticorte y las esposas con las que están dotados todos los vigilantes. Pese a ello, el sindicalista defiende que los trabajadores necesitan más formación para garantizar mejor la seguridad dentro del suburbano.
Los efectos que provoca este tipo de espray de defensa sobre la persona que se dirige es lagrimeo abundante y dilatación de pupilas, sensación de escozor en piel ojos y boca, irritación de las mucosas nasales y cierre involuntario de los ojos. El envase que se ha aprobado para que utilicen los vigilantes es el llamado “gel balístico” que permite defenderse de un agresor que esté a varios metros sin afectar a las personas contiguas.
Sin duda, la agresión a los vigilantes del pasado 18 de enero en la estación de Poblenou ha acelerado la implantación de estos espráis que llevaba meses retardándose. EL PAÍS ha tenido acceso a parte de la investigación llevada a cabo por la empresa pública sobre el incidente del sábado. Seis vigilantes de seguridad se activaron en el momento que detectaron por las cámaras de seguridad que había un comportamiento inadecuado de unos viajeros en el interior de uno de los vagones de la línea 4 a su paso por la estación de Selva de Mar. Los agresores bajaron en la estación de Poblenou y golpearon varios de los elementos de la estación cuando llegaron cuatro vigilantes. Se inició entonces una pelea en el transcurso de la cual se pidió ayuda a los Mossos que tardaron nueve minutos en llegar. Es en esa pela hirieron de gravedad al vigilante que posteriormente quedó tuerto. Los agresores consiguieron huir, aunque en la estación fueron interceptados por otros dos vigilantes y quedaron reducidos. Fue entonces cuando los Mossos procedieron a su detención.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.