Sílvia Orriols: ¿ahora o nunca?

La pregunta no es si Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, crecerá o no. El interrogante es hasta qué punto se podrá frenar el ascenso de Aliança Catalana (AC).

Como planteo en el libro Salvar Catalunya. La gestació del nacionalpopulisme català, Orriols tendrá un ascenso, como otros líderes de la nueva extrema derecha que han alcanzado el primer lugar, sea Donald Trump (Estados Unidos), Georgia Meloni (Italia), Herbert Kickl (Austria), Geert Wilders (Países Bajos), Viktor Orbán (Hungría), Marine Le Pen (Francia) o Javier Milei (Argentina).

A Orriols le han tumbado los presupuestos del Ayuntamiento de Ripoll y presenta una cuestión de confianza que abre la puerta a una moción de censura. Lo mismo hicieron los alcaldes de Barcelona Ada Colau, Xavier Trias y Jaume Collboni. Nada del otro mundo. Sin embargo, a diferencia de la capital catalana, la moción de censura puede fructificar en la cuna mítica de Cataluña. Los socialistas respaldarán cualquier moción de censura para echar fuera a los nacionalpopulistas, lo mismo que la CUP.

El hándicap reside, como tras las elecciones municipales de 2023, en ponerse de acuerdo si la nueva alcaldesa ha de ser la líder de Junts en Ripoll (fueron segundos) o la de ERC (quedaron terceros, pero lograron un pacto entre partidos). La aspirante de Esquerra ya se ha postulado. La candidata del partido de Carles Puigdemont no descarta lanzarse. Quizás sea una condición insalvable consensuar quién es la nueva alcaldesa porque será quién saque mayor rédito electoral.

Otra es la cuestión crucial en los partidos catalanes: ¿la moción de censura frenará hasta cierto punto el ascenso del nacionalpopulismo catalán? Planteo los dos escenarios previsibles.

Primera posibilidad: fracasa la moción de censura y salen adelante los presupuestos del Gobierno local de Ripoll. Salta a la vista que Orriols se lucirá. Entonces, los regidores de la oposición proseguirán con sus dimes y diretes, pero habrán perdido su última oportunidad de vertebrar una moción de censura. ¿Por qué es un ahora o nunca? Porque una moción de censura será un haraquiri cuando más próximas estén las elecciones municipales de 2027.

Segundo escenario: gana la moción de censura. En este caso, les saldría bien a los ediles de la oposición solo si reúnen dos condiciones: políticas públicas y discurso político. Una, diseñar políticas públicas cuyo impacto social sea efectivo antes de las elecciones locales y, para eso, quedan apenas dos años y medio y necesitarán recabar para Ripoll inversiones de otras administraciones públicas. Dos, el discurso político de los políticos catalanes debería cambiar para dejar de lado la confrontación directa con la diputada Orriols, pues cada vez que se enzarzan en una disputa en el hemiciclo catalán o en las redes sociales, Orriols logra la polarización y ella se realza como líder del pueblo que se enfrenta a la élite política, algo consubstancial en el nacionalpopulismo, junto con su discurso contra las personas migrantes.

Si no se implementaran bien estos dos aspectos, entonces a Sílvia Orriols le pasará como a Xavier García Albiol, desbancado por una moción de censura, pero que regresó como alcalde de Badalona con un discurso que azuza el miedo a la inseguridad. Quién sabe bien del asunto es el president de la Generalitat, pues Salvador Illa sufrió una moción de censura y retornó con mayoría absoluta como alcalde de la Roca del Vallés, un pueblo con casi el mismo número de habitantes que Ripoll.

Xavier Torrents es periodista y politólogo, autor de Salvar Catalunya. La gestació del nacionalpopulisme català