Frente a los movimientos reaccionarios y populistas expandiéndose en el poder político, la próxima temporada del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba) apuesta por una cultura que mire a los márgenes, a las historias ocultas o tratadas como desviadas del sistema. “Debemos ‘descanonizar’ el canon occidental, entender que fuera de esa realidad social las formas estéticas y artísticas también entienden el arte con mayúsculas”, ha dicho este martes la directora del museo, Elvira Dyangani Ose, al presentar la nueva temporada del centro cultural.

El Macba cumplirá 30 años en noviembre, pero antes de llegar a ese tramo final del año que dé inicio a los actos de conmemorativos que empezarán el 28 de ese mes, el equipamiento cultural albergará durante los próximos ocho meses tres grandes exposiciones que iluminarán todo lo que las fuerzas políticas reaccionarias pretenden esconder: el decolonialismo, el panafricanismo y la contracultura.

Desde el 21 de febrero hasta el 26 de octubre se expondrá Carlos Motta. Plegarias de resistencia, comisariada por Agustín Pérez-Rubio y María Barrios. Esta será la primera gran antología que un centro europeo dedica al colombiano instalado en Nueva York desde hace años. El cuestionamiento de la violencia sobre ciertas identidades impuestas por relato eurocéntrico, así como el silenciamiento de la llamada crisis del sida y la fragilidad de los cuerpos, marca el discurso de este artista, que inició su carrera en los años 90 y que se ha convertido en referente de los movimientos políticos relacionados con la identidad de género y la sexualidad.

En la muestra se podrá contemplar We who feel differently (2012), sobre el movimiento LGTBI+, Legacy (2019), sobre el impacto del VIH o Air of Life (2023), sobre la marginalidad y las repercusiones del colonialismo. Relacionado con esta exposición, en verano volverá La internacional Queer/Cuir, un ciclo de debates y conferencias, arte y performance que pondrá el foco en los discursos hegemónicos de los años 80 y los 90.

En primavera, la segunda gran exposición del año será Coco Fusco. He aprendido a nadar en seco. Comisariada por Elvira Dyangani Ose, esta muestra se centrará en la obra de la artista estadounidense, hija de una cubana exiliada que fue deportada de Estados Unidos un año antes de que ella naciera. Su madre se embarazó para reingresar de nuevo, tenerla en EEUU y volver a la isla para formalizar los papeles de la familia. Fusco domina el concepto de la otredad, de cómo el primitivismo y el exotismo, aunque se trate de forma satírica, es asumido por las instituciones culturales de una sola forma. La suya es una denuncia a cómo el sistema artístico genera una estética canonizada que encierra en un único papel a las periferias del arte. La poesía y la literatura cubana, la vida y los imaginarios de los creadores disidentes también se explorarán en esta muestra para analizar la idea de revolución o patria.

La gran coproducción del Macba con el Art Institute de Chicago, en colaboración con el KANAL Centre Pompidou de Bruselas y el Barbican de Londres llegará pocos días antes del aniversario con Proyectar un planeta negro. El arte y la cultura de Panáfrica. Comisariada por Dyangani Ose, Adom Getachew y Matthew S. Witkovsky, esta será la primera gran muestra internacional que analizará las manifestaciones culturales del panafricanismo hasta la actualidad. La muestra partirá del primer Congreso Panafricano de 1919 para abordar la diáspora africana, la solidaridad transnacional y planetaria y las manifestaciones condicionadas por visiones no alienadas.

Con motivo de los 30 años del Macba, el 28 de noviembre se inaugurará Colección 30 aniversario, una muestra que estará expuesta durante un año exacto y que mostrará la obra de artistas que han sido parte fundacional del centro artístico: Joan Ponç, Jean-Michel Basquiat, El Palomar, Ocaña, Esther Ferrer, Josefa Tolrà o Tacita Dean, entre otros.

Por otro lado, el 8 y 9 de febrero llegará la primera edición de Microóperas de hoy, fruto de la colaboración institucional con el CCCB y el Gran Teatre el Liceu. El proyecto, según explicó Sabel Gavaldón, responsable de programas públicos del Macba, “es una ópera del siglo XXI” concebida por el poeta Gabriel Ventura, la compositora Marina Herlop y la artista visual Rosa Tharrats en la que se explorará la figura de visiones místicas de Hildegarda de Bingen.

Más visitantes y más locales que turistas

En 2024, se acercaron al museo 261.418 visitantes, unos 4.000 más que el año anterior. De ese público, el 65,48% fue local frente al 34,52% de turistas. Tras los cambios establecidos en el convenio colectivo del museo, el presupuesto de 2025 del Macba alcanza los 12,6 millones de euros, y se espera que supere los 13 millones de euros por una transferencia de 600.000 euros pendiente del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB).

Eduard Vicente, gerente del Macba, ha aclarado que las obras de ampliación del museo y reforma de la plaza para acoger su nuevo edificio empezarán antes de que acabe este mes de enero. También ha especificado que se han activado 5,7 millones de euros para las primeras fases de las obras, que durarán 14 meses y convivirán en simultáneo con la segunda fase, para la que se destinarán 10,5 millones de euros. La idea inicial, según ha perfilado, es poder abrir ese edificio el primer trimestre de 2027.

Por su parte, la directora no ha confirmado si la casa Gomis, que ha sido adquirida por el Ministerio de Cultura por 7,2 millones de euros, o las Tres Xemeneies de Sant Adrià se anexionarán al Macba, tal y como se viene especulando desde hace un tiempo. Dyangani Ose ha aclarado que tendrá más información en la reunión que tiene prevista esta misma semana con el Secretario de Estado de Cultura y exnúmero dos del Ayuntamiento durante el gobierno de Ada Colau, Jordi Martí. “Cuando llegué al Macba dije que la intención era reescribir la historia del museo, traer historias de las que no se habían hablado nunca y lo hemos hecho”, ha apuntado sobre su gestión enmarcada en este año marcado por el treinta aniversario.