Barcelona impedirá que 40.000 motos aparquen en la acera antes de 2030
El nuevo Plan de Movilidad Urbana descarta instalar un peaje de entrada a la ciudad y apunta a pacificar 20 kilómetros de calles
El Ayuntamiento de Barcelona pretende, por enésima ocasión, bajar las motocicletas aparcadas de las aceras y conseguir, así, dar protagonismo al peatón, hacer caro y complicado el aparcamiento de los turismos e intentar -gracias a todos estos obstáculos- que el uso del vehículo privado sea cada vez más reducido en una ciudad que apuesta por disminuir las emisiones de CO2. El número de motocicletas censadas en la capital catalana supera las 270.000 a las que hay que sumar los vehículos de dos ruedas de vecinos de otras poblaciones que acuden a diario a trabajar a la capital catalana. En total, cerca de 350.000 motos circulan y aparcan a diario en las calles de Barcelona. El Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2025-2030, presentado este jueves en el Consistorio, marca como uno de los objetivos la bajada de los vehículos de dos ruedas de las aceras. El Ayuntamiento asegura que hoy hay 91.000 plazas de aparcamiento de motos -gratuitas- en la calzada que hace solo unos años no existían. El objetivo es bajar, antes de 2030, otras 40.000 motos más sobre todo del distrito del Eixample.
El Plan de Movilidad Urbana presentado este jueves, y que pretende aprobarse en el pleno del Ayuntamiento dentro de seis meses, marca hasta 32 medidas estrategias que seguirán las políticas de movilidad en la ciudad hasta el fin de la década. Destaca la bajada de motocicletas de la acera pero también apunta -después de centenares de críticas al modelo superilla- a la pacificación de 20 kilómetros de calles, ampliar en 55 kilómetros los carriles bicis o minimizar los kilómetros de circulación sin clientes de los taxis. Además, los técnicos que han redactado el plan, descartan la posibilidad de instalar un peaje a la entrada de Barcelona y aseguran que desincentivarán el uso del coche privado gracias al precio de la zona verde y azul y con la reducción de plazas de aparcamiento tras la bajada de las motos de la acera.
El coordinador general de Movilidad, Àngel López, ha presentado un plan que pretende que a finales de esta década; el 85% de los desplazamientos en la ciudad sean de “modo sostenible” ya sea a pie, en bicicleta o vehículos de movilidad personal (patinetes…) o en transporte público. La propuesta ha sido debatida en el Pacto de la Movilidad y pretende reducir el uso del vehículo privado en la ciudad -utilizado, sobre todo, en trayectos laborales- e intentando traspasar 250.000 desplazamientos diarios al transporte público.
El documento se ha elaborado durante el último año y parte de los datos obtenidos en 2023 cuando el 80% de los movimientos realizados en la capital catalana se realizaron a pie, en transporte público, bicicleta o vehículos de movilidad personal (VMP). El plan es ambicioso y pretende reducir en un 25% los desplazamientos laborales en vehículo privado gracias a una futura mejora de las conexiones de transporte público, especialmente con el área metropolitana. Con ello, el transporte público urbano y metropolitano aumentaría su cuota al 37,1%, mientras que el uso de bicicletas y VMP pasaría del 3,8% al 5,7%.
El plan se estructura en tres grandes ámbitos de actuación. El primero de los ámbitos tiene que ver con el diseño y la gestión del espacio público. Este eje prioriza al peatón y, entre las medidas destacadas, figura la ampliación de aceras y la pacificación de 20 kilómetros de calles, especialmente en entornos escolares y sanitarios. Además, se pretende reducir, al menos, a la mitad las víctimas mortales y heridas graves en accidentes de tráfico.
El segundo eje tiene que ver con el fomento del transporte público. El plan aspira a captar más pasajeros mediante la mejora de las redes de autobuses y metro, así como la unión por la Diagonal del tranvía. También se pretende ampliar la oferta de transporte nocturno y de fin de semana, e implementar los servicios de autobuses a demanda.
El último eje pretende atar a la dependencia del vehículo privado haciendo políticas a favor de la descarbonización del transporte y haciendo que los coches que contaminan más acaben pagando más a la hora de estacionar en la ciudad.
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