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El Govern rectifica de nuevo y acepta aumentar las horas de ciencias en bachillerato

Profesores y asociaciones científicas aplauden el cambio, pero rechazan que se mantenga la fusión de asignaturas porque “se siguen perdiendo horas lectivas”

Esther Niubó
Esther Niubó, consejera catalana de Educación.Gianluca Battista

La presión de docentes vuelve a hacer rectificar al Departamento de Educación. En esta ocasión, para retirar la propuesta de reducción de las horas de ciencias a partir de la fusión de asignaturas. A mediados de diciembre, Educación ya dio marcha atrás en la decisión de convertir Literatura Catalana y Literatura Castellana en materias optativas y descartaba hacer lo mismo con las materias científicas, hasta este jueves, en que tenía agendadas reuniones con docentes y entidades del ámbito. En los encuentros, el Departamento ha propuesto aumentar las horas de las materias de modalidad, pero de todos los ámbitos. “Esto significa más horas de Matemáticas, pero también de Ciencias y de Literatura”, ha asegurado la consejera de Educación, Esther Niubó, en una entrevista a Catalunya Ràdio. Y también se crearán dos optativas anuales que asuman los contenidos que se pierden por esa fusión. Esta rectificación supondrá retrasar un año su puesta en marcha, hasta el curso 2026-27.

Educación decidió convocar un encuentro con diferentes representantes educativos del ámbito científico tras la polémica surgida antes de las vacaciones navideñas, cuando el Departamento publicó en el portal interno de los institutos un comunicado informando que se iban a producir cambios en el currículo de bachillerato. El motivo: un requerimiento del Ministerio de Educación para que la normativa catalana encaje con la ley estatal de educación, la Lomloe. Los cambios implicaban fusionar las asignaturas de Física y Química, así como la de Biología con Geología y Ciencias Ambientales en 1º de bachillerato. Cada una de estas nuevas macroasignaturas pasaría a tener tres horas semanales, la mitad que actualmente. Educación defendió entonces que esta redistribución no suponía “ninguna pérdida de horas lectivas”, porque se podía compensar con las optativas.

Otro de los cambios afectaba a la asignatura de Literatura Catalana y Literatura Castellana, ambas materias de modalidad de 2º de bachillerato que Educación anunció que se convertían en optativas de primer curso. Tras el revuelo generado desde muchos frentes, que denunciaban que se arrincone esta asignatura en un momento en que los informes alertan del bajo nivel de comprensión lectora de los alumnos y del escaso hábito lector entre los adolescentes, la consejera Esther Niubó salió al paso asegurando que estaba negociando con el Ministerio de Educación para dejar las literaturas tal y como están.

Entonces, las voces del ámbito científico se alzaron durante las vacaciones de Navidad y Educación finalmente decidió convocarlos este jueves. Durante la mañana, los responsables del Departamento se han reunido con la inspección y las direcciones de secundaria, mientras que por la tarde se ha convocado a plataformas de profesorados y sociedades y colegios científicos. Los directores se han mostrado satisfechos por el cambio de actitud del Departamento. “Hemos pasado de la imposición a que nos pidan la opinión y nos escuchen”, expresaba uno de ellos.

Educación ha cambiado la propuesta de modificación del bachillerato y ahora plantea aumentar de 3 a 4 las horas semanales de las asignaturas de modalidad de 1º de bachillerato. Y se crean dos optativas complementarias anuales -Contextos de Física y Química y Contextos de Biología y Geología- para compensar la pérdida de aprendizajes por la fusión de asignaturas.

Para cuadrar los horarios, se reducirán de 6 a 2 las horas de las optativas trimestrales, que son las que deciden los centros educativos. Muchas direcciones son críticas con este tipo de materias, que pueden tocar temáticas no esenciales en esta etapa educativa (Biomedicina, Publicidad, Historia del cine, Población y prosperidad…).

Respecto a la propuesta inicial, se mantiene la decisión de fusionar asignaturas científicas -y así cumplir el requerimiento del ministerio-, un punto que genera críticas entre las entidades asistentes a la reunión, ya que ven que no se reducirá un 50% de horas, “pero sí un 30%, porque las optativas no dejan de ser optativas”. “Lo que pedimos es que no se reduzca nada”, valora Núria Ferrer, presidenta de la Sociedad Catalana de Física, quien aplaude al mismo tiempo la actitud conciliadora del Departamento. Desde la plataforma de docentes Ciències en perill se manifiestan en la misma línea y aseguran que no aceptarán “ninguna propuesta que no mejora la situación actual”. También se mantiene la reducción del peso en la nota del 10 al 5% del trabajo de investigación. Las direcciones han pedido que se elimine este trabajo.

Educación tiene previsto continuar con las reuniones y ha asegurado en los encuentros que no tendrá la propuesta definitiva hasta de aquí dos meses. Además, se requerirán cambios en el decreto autonómico, cosa que ralentiza el proceso. Por ello, las modificaciones del currículo se retrasan un año, hasta el curso 2026-27.

Horas insuficientes

Tras el anuncio de Educación en diciembre, un grupo de docentes de ciencias se organizaron en una plataforma y publicaron el manifiesto Ciències en perill, que han firmado colegios profesionales y asociaciones científicas, además de facultades universitarias. Los profesores consideran “descabellados” los cambios propuestos inicialmente y aseguran que con la reducción horas no habría tiempo suficiente para asimilar contenidos básicos en bachillerato, lo que agravaría “el escaso bagaje científico” que ya arrastran los alumnos de la ESO. Y recuerdan que las evaluaciones de la Generalitat o internacionales, como PISA o TIMSS, ya revelan “resultados preocupantes y decepcionantes” de los alumnos catalanes en el ámbito de las ciencias.

Los docentes de dicha plataforma han elaborado de forma exprés durante estas vacaciones de Navidad un informe de 50 páginas en el que analizan la situación de las materias científicas en el bachillerato. El documento revela que si se aplicasen los cambios propuestos se habrían perdido 10 horas semanales de estas materias de modalidad desde 2008, pasando de las 16 horas a las 6. Mirando las otras comunidades, el informe destaca que Cataluña es la región que menos horas dedica a materias comunes y de modalidad y, por el contrario, más dedicación atribuye a las optativas en bachillerato. Pero la problemática se hereda de la ESO, donde Cataluña vuelve a ser la comunidad que menos horas reserva para las asignaturas científicas, según dicho informe.

La Sociedad Catalana de Física también tacha de “despropósito total” la propuesta inicial del Departamento. “Después de la discusión de los malos resultados, en lugar de hacer algo para arreglarlo deciden hacer menos horas. Y es falso que se pueda suplir como optativas, porque como su nombre indica, las coje quien quiera y una base buena en matemáticas y ciencias la tendría que asumir todos los alumnos”, defiende su presidente Núria Ferrer.


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