Sebastião Salgado recibe el I ‘Premio Joan Guerrero’ de Catalunya Mirades Solidàries

La asociación también inaugura la exposición ‘Alma, vida y corazón’ en el Parc Fluvial del Besòs

Agencias

Barcelona - 30 nov 2024 - 18:46CET

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El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado ha recibido este sábado el I Premio Joan Guerrero concedido por la asociación Catalunya Mirades Solidàries durante un homenaje póstumo que ha organizado al fotógrafo nacido en Tarifa (Cádiz) pero asentado desde su juventud en Sant Coloma de Gramenet (Barcelona), fallecido el pasado mes de abril a los 84 años. Al homenaje, han asistido la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Mireia González; su antecesora y ahora consejera de Interior y Seguridad Pública de la Generalitat, Núria Parlon, y el fotógrafo y miembro de la asociación Catalunya Mirades Solidàries Julio Carbó.

Salgado ha recibido el galardón en el Parc Fluvial del Besòs de Santa Coloma, donde también se ha inaugurado la exposición al aire libre Alma, vida y corazón, con imágenes en las que aparece Joan Guerrero en gran formato. Catalunya Mirades Solidàries han publicado dos libros: Alma, vida y corazón (una selección de fotos que amigos y colegas hicieron a Guerrero, junto a textos, poemas y pinturas) y Los abrazos del viento (unas memorias del fotógrafo junto a 102 de sus fotos y manuscritos de personalidades con las que colaboró). Los organizadores de este homenaje a Guerrero (1940-2004) son Catalunya Mirades Solidàries junto a la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y el MNAC.

Sebastião Salgado muestra el premio Joan Guerrero de Catalunya mientras le observa el padre Gabicho, persona clave en la amistad en la distancia entre Guerrero y el fotógrafo brasileño. Joan Sanchez

Residía en Santa Coloma de Gramanet desde su juventud y se caracterizó por retratar a los sectores más vulnerables, a barrios populares y la dureza de la inmigración. Llegó a Cataluña formando parte de la oleada de emigrantes andaluces que se desplazó hacia el norte “con el hatillo bajo el brazo” durante los años sesenta. Su afición por la fotografía fue temprana y de niño jugaba a enfocar a través de una caja de cerillas, una anécdota que protagonizaría el documental, precisamente titulado La caja de cerillas, dirigido por David Airob en 2014 y que recoge su biografía y sus reflexiones más profundas.

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