Muere el fotógrafo Joan Guerrero a los 84 años
Fue conocido por su mirada comprometida hacia los temas sociales, especialmente la inmigración
El fotógrafo Joan Guerrero (Tarifa, 1940) ha muerto a los 84 años. Residía en Santa Coloma de Gramanet desde su juventud y se caracterizó por retratar a los sectores más vulnerables, a barrios populares y la dureza de la inmigración. Llegó a Cataluña formando parte de la oleada de emigrantes andaluces que se desplazó hacia el norte “con el hatillo bajo el brazo” durante los años sesenta. Su afición por la fotografía fue temprana y de niño jugaba a enfocar a través de una caja de cerillas, una anécdota que protagonizaría el documental, precisamente titulado La caja de cerillas, dirigido por David Airob en 2014 y que recoge su biografía y sus reflexiones más profundas.
En La caja de cerillas, Guerrero se pone ante la cámara para dar testimonio de su propia vida, de lo que resulta un retrato íntimo que es a la vez un homenaje a su forma de entender la profesión. “Un día estuve retratando a Woody Allen en el Ritz por la mañana, y por la tarde me fui a hacer fotos a la Mina”, comentó Guerrero durante la presentación del filme; resumía así su compromiso con la fotografía de calle, la misma con la que durante años ilustró las páginas de EL PAÍS, así como de otras cabeceras.
Considerado un referente de la fotografía social, Guerrero trabajó para diferentes medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS, Grama, El Periódico, La Vanguardia o El Observador. Asimismo, publicó el libro Milagro en Barcelona. Emigrantes hoy, porque emigrante soy. Su trayectoria y su talante comprometido le hizo valedor de la Medalla de Oro al mérito artístico, que en 2009 le concedió el Ayuntamiento de Barcelona.
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