Barcelona se sitúa a la cabeza en accidentes de furgonetas, con casi tres siniestros al día

Los característicos chaflanes en las esquinas de Barcelona están cada día más repletos de furgonetas que se agolpan para cargar y descargar mercancías entre bocinazos. En hora punta y durante todo el día. Aunque el último gobierno municipal de Ada Colau (2019-2023) incrementó los radares en un intento de menguar las cifras de siniestralidad, los accidentes de estos vehículos crecen. En el conjunto de España, los siniestros con furgonetas implicadas han incrementado un 41% entre 2011 y 2023, según datos de la Dirección General de Tráfico, y en Cataluña han subido un 18,4%. Bajando a las ciudades, Barcelona es la que registra un mayor volumen de accidentes de furgonetas, con el 15,1%. El Ayuntamiento de la ciudad condal cifró en 983 las furgonetas accidentadas en 2023 respecto a las 871 de 2022 (13% más). Por tanto, son más de dos accidentes de media (2,7) al día.

El último balance de 2023 del Ayuntamiento de Barcelona confirma que las furgonetas son el tercer vehículo más accidentado, detrás de las motocicletas y los turismos. “No sólo se trata del aumento del comercio por Internet, que ajusta todavía más los tiempos entre entrega y entrega, sino que cada vez hay más competencia entre pequeños autónomos que van a comisión. Tanta presión provoca muchos riesgos en una ciudad colapsada por el tráfico como Barcelona’', afirma Lilo Villasante, delegado de Stop Accidentes en Cataluña.

Jordan Cerezo, transportista autónomo desde hace 12 años, descarga materiales audiovisuales pesados de su vieja furgoneta en el cruce entre las calles de Casp y Girona, en pleno Eixample. “Trabajo solo y lo hago durante 12 o 14 horas diarias, y a veces llego a encadenar 80 días de trabajo sin descanso’', asegura. Como Cerezo, en Barcelona hay 127.000 autónomos de los 567.000 registrados en Cataluña, según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Cerezo reconoce haber tenido dos accidentes por haberse sentido comprometido a mirar el teléfono móvil mientras conducía, algo que muchos conductores sufren diariamente por la presión a la que están sometidos.

En el caso de los transportistas asalariados, la situación empeora, asegura Stop Accidentes. “Las empresas comprometen al conductor a responder al móvil y eso les somete a un elevado estrés, sobre todo en hora punta en núcleos urbanos’', señala Villasante. “Imparto clases de recuperación de puntos en autoescuelas y suelo escuchar a empleados que aseguran haber recibido amenazas de despido si no cogían el móvil’', dice.

Jordan Salazar, un joven transportista, carga paquetes con el vehículo en marcha y en doble fila en el Eixample mientras habla con el teléfono pegado entre el hombro y la oreja. Empezó a trabajar hace tres meses y ya ha sufrido una colisión en Barcelona que afortunadamente acabó en nada. “Cada día mi compañero y yo salimos del polígono industrial de la Zona Franca a las siete de la mañana y solemos terminar a medianoche, son más de 14 horas de trabajo de lunes a viernes’', denuncia.

El tipo de accidente en el que se ven implicadas mayor número de furgonetas es múltiple, por un choque trasero y afecta a hombres de entre 35 y 45 años con una sólida experiencia. Sin embargo, han incrementado los conductores autónomos sin experiencia que alquilan furgonetas. La DGT asocia los accidentes de furgonetas a tres causas: el incumplimiento de los límites de velocidad, que son más restrictivos para estos vehículos; el consumo de alcohol y drogas; y una incorrecta disposición de la mercancía. Un estudio realizado por la Fundación Línea Directa concluye, además, que el 52% de los conductores desconoce las normas de circulación específicas para furgonetas, más restrictivas que para los turismos.

El delegado de SEUR en Tarragona, Tomás Rubio, confirma que en las grandes ciudades el volumen de accidentes es elevado. Rubio achaca muchas colisiones de furgonetas tanto a la falta de experiencia del conductor como al mal estado de los vehículos: “Como en el caso de SEUR, hay autónomos en la empresa con tres o cuatro trabajadores a su cargo. La mayoría no tiene recursos para renovar, inspeccionar o restaurar los vehículos, que suelen ser muy antiguos. Además, el margen de beneficio del autónomo es muy estrecho y una avería supone perder ese margen”.

Consumo de drogas en aumento

El consumo de drogas es una problemática que tanto la DGT como Stop Accidentes perciben que va en aumento. Un estudio de la Agencia Antidroga de la Unión Europea certificó que Barcelona lidera desde 2021 el consumo de cannabis. “En la ciudad hay un incremento del consumo de cannabis y cocaína entre conductores profesionales relacionado con la ansiedad y el ritmo frenético que padecen en sus puestos de trabajo”, asegura Villasante. La principal medida que Stop Accidentes pide a la DGT y al Servei Català de Trànsit es establecer una tasa para el consumo de drogas, ya que para ellas no hay un límite de nanogramos en sangre como con el alcohol.

Para Villasante, una solución efectiva sería implementar tacógrafos en las furgonetas, igual que es obligatorio en los camiones, ya sean conductores asalariados o autónomos. El tacógrafo registra la actividad del vehículo y del conductor, y en España sólo es obligatorio en vehículos como camiones y autobuses porque superan los 3.500 kilogramos. El dispositivo controla la velocidad del vehículo, el tiempo de conducción y descanso del profesional, y el kilometraje recorrido. “Si se implementaran también en furgonetas, se podrían evitar casi la mitad de los accidentes y los trabajadores podrían denunciar con pruebas cualquier abuso laboral’', matiza Villasante.

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