La ex alcaldesa Ada Colau dejará el Ayuntamiento de Barcelona para dar clases en Italia

La ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prepara su marcha del Ayuntamiento de Barcelona. Es cuestión de días o semanas, y fuentes de su entorno vaticinan que lo anunciará el próximo día 14, durante la fiesta del décimo aniversario de Barcelona en comú, el partido que fundó ella misma y con el que ganó las elecciones municipales en 2015. Preguntada insistentemente en el último año por su futuro, la ex alcaldesa ha mantenido que se quedaría “en Barcelona”: en ocasiones sin concretar dónde, otras asegurando que en el Ayuntamiento como concejal. Lo que cada vez gana más fuerza son las voces que le piden que vuelva a presentarse como candidata a la alcaldía de Barcelona en 2027. Su partido, cuyo código ético solo permite dos mandatos a los cargos electos, hizo una excepción cuando se presentó en 2023.

Colau tuvo ofertas para integrarse en el ala de Sumar del gobierno de Pedro Sánchez pero las rechazó por una cuestión personal: no alejarse de su familia después de ocho años de intensa dedicación a la alcaldía. Ahora su entorno la sitúa en algún proyecto internacional vinculado a las ciudades y algunas fuentes aseguran que se va a Italia a dar clases en la fundación Feltrinelli de Milán y ha sido invitada por otras urbes internacionales. Habla perfectamente italiano. Preguntada por este diario, la ex alcaldesa responde que lo que tenga que comunicar lo hará ante su gente. Lo mismo se ha comunicado a los órganos de dirección de Barcelona en comú y Cataluña en comú, vía chats. Pero en el Ayuntamiento hay personal de administración que conoce su decisión de marcharse.

En clave interna de los comunes, la salida de su líder de la política activa, adelantada esta semana por El Confidencial, coincide en el tiempo con fechas clave: la celebración del décimo aniversario de Barcelona en comú, y la Asamblea Nacional de Catalunya en comú (que tiene una dirección a tres entre Colau, Jessica Albiach y Candela López) en noviembre. En ambos casos el futuro de sus liderazgos está sobre la mesa. Un melón gigante en un espacio político donde Colau lo es todo: fundadora, líder y un activo político del que hasta ahora no se ha abordado el relevo.

Los comunes vienen de descalabros electorales importantes y hacen autocrítica de ello. Perdieron la alcaldía de Barcelona, pero facilitaron la investidura de Jaume Collboni. La presencia de Colau en el consistorio es un obstáculo para que el PSC, si en algún momento quisiera, integrara a los comunes en su gobierno en minoría. En el Parlament, en las últimas elecciones los comunes mantuvieron solo los diputados por Barcelona. Pero el mazazo grande fueron las pasadas europeas, cuando la candidatura de Irene Montero obtuvo más votos que la de Jaume Asens.

En el Ayuntamiento, quien más opciones tiene para liderar el grupo municipal es la número dos, Janet Sanz. A nivel orgánico, también ha cogido mucha fuerza en los últimos tiempos Gemma Tarafa, que forma parte del núcleo de confianza personal de Colau: estuvo en el grupo fundador, tuvo un cargo técnico en el primer mandato de Gobierno de los comunes en el Ayuntamiento, y político en el segundo. Varias fuentes ven más protagonismo en el futuro.

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