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Próxima parada, Barcelona-Montserrat Caballé: La estación de la polémica

La iniciativa de rebautizar la estación de Sants con el nombre de la soprano contenta al mundo de la cultura aunque consideran que la artista merece más

Montserrat Caballé en 1991
Posado de Montserrat Caballé en 1991.Luis Davilla (Cover/Getty Images)
Alfonso L. Congostrina

La Comisión de Transportes del Congreso de los Diputados aprobó el martes que la estación de Barcelona-Sants se rebautice como estación Montserrat Caballé. La iniciativa fue a petición del PP y ahora se insta al gobierno de Pedro Sánchez a que cambie el nombre de la infraestructura ferroviaria por el de la soprano. Solo votaron a favor de rebautizar la estación PP y Vox, mientras que ERC votó en contra y el resto de formaciones se abstuvieron. Con todo, la iniciativa salió adelante. Una de las catalanas más universales no deja indiferente a las formaciones políticas, los partidos políticos nacionalistas no le perdonan las críticas al independentismo mientras que otros la acusan de evadir impuestos. Por otro lado, el mundo de la cultura ve con buenos ojos que Caballé sea el nombre de una estación de tren. Aún así, consideran que es “poca” infraestructura para la grandeza de la artista.

La soprano Montserrat Caballé murió la madrugada del 6 de octubre de 2018, a los 85 años, en el hospital de Sant Pau de Barcelona tras las complicaciones derivadas de un problema de vesícula. El pasado octubre se cumplieron cinco años de su deceso, justo el tiempo necesario -en Barcelona- para dedicar el nombre de una calle o plaza a una personalidad.

En noviembre del 2023 la ponencia del nomenclátor decidió que un mirador que se creará entre la calle Castillejos y la plaza de las Glòries llevaría en nombre de mirador de Freddie Mercury y Montserrat Caballé en honor a los artistas y a la canción que cantaron los dos en 1988 y que se convirtió – después del Amigos para Siempre- en el himno de los Juegos Olímpicos de 1992. El mirador supo a poco a un PP que en 2019, con Josep Bou como candidato a la alcaldía, ya propuso cambiar el nombre de la plaza Francesc Macià por el de la soprano. A principios de este abril, el líder popular Daniel Sirera pidió rebautizar la estación de Sants alegando que ni la sociedad catalana ni la barcelonesa había “hecho justicia” a Montserrat Caballé. Sirera denunció que la soprano ha sufrido “olvido y abandono” por parte de los gobiernos municipales.

Para Rosa Cullell, directora general del Liceu entre 2005 y 2008, la soprano “no solo se merece la estación de Sants sino muchísimo más”. Cullell conocía a la artista: “Ha sido una de las mejores sopranos del mundo. Me apena que cualquier reconocimiento llegue tarde. Merecía un homenaje en vida pero murió en un momento complicado políticamente”.

La biografía y calidad artística de la soprano es unánime pero la discrepancia política sobre su figura se debe a una serie de polémicas que tuvieron lugar décadas antes de su muerte. Caballé apoyó y llegó a cerrar las listas de CiU por Barcelona en 1993. Posteriormente matizaría su apoyo a la candidatura nacionalista asegurando que solo apoyaba a Miquel Roca ya que le parecía “bueno y moderado”. Tras la deriva independentista del partido de Jordi Pujol se proclamó partidaria de la unidad de España. En 2008, al recibir el doctor honoris causa por la Universidad Menéndez Pelayo espetó: “Soy española de pura cepa, pese a quien pese”. No fue el único ataque al independentismo. En 2013 la Asamblea Nacional Catalana organizó una cadena humana reclamando la independencia de Cataluña. “Quién pone cadenas me hace daño, extirpa a todo el resto, lo manda fuera. Estoy muy feliz de haber nacido en Barcelona, de haberme casado con un aragonés, de que mi madre era de Valencia y que mis hijos hayan estudiado en España”, aseguraba Caballé en una charla en Zaragoza. La soprano aseguraba, también, ser “una embajadora de España”. El mundo independentista comprobaba como una de sus divas se escapaba pero la Caballé no solo fue polémica esos reproches. En diciembre de 2015, la soprano fue condenada a seis meses de cárcel tras admitir que había defraudado un millón de euros a Hacienda. La artista figuraba desde hacía varios años como residente en Andorra para -como los youtubers en la actualidad- pagar menos impuestos. El problema es que, tal y como reconoció ante el juez, solo figuraba como residente en el país de los Pirineos pero, en realidad, seguía viviendo en Barcelona.

Pese a las polémicas, el mundo de la cultura considera a Caballé como una artista única. El director artístico del Gran Teatro del Liceu, Víctor García de Gomar, cree “apropiadísimo” el cambio de nombre de la estación de Sants. “Cuando renombraron el aeropuerto como Josep Tarradellas pensé en otros nombres con el que podrían haberlo hecho. Pensé en Caballé, en Joan Miró, Pablo Picasso, Antoni Tàpies. Nombres que bien merecen estas infraestructuras donde pasamos tanto tiempo”, mantiene. “El paso del tiempo nos enseñará que Montserrat Caballé es una leyenda y su voz es incomparable. Fue única en su luz pero también merecen un reconocimiento Victoria de los Ángeles o lo merecerá Josep Carreras”, concluye García.

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El director de orquesta y compositor Antoni Ros-Marbà desconocía este miércoles las intenciones de renombrar la estación. “Me deja un poco frío. ¿Por qué no le han puesto el nombre de Pau Casals que estuvo en el exilio y fue un catalán universal? Con ello no quiero decir que Caballé no lo merezca”, sostiene.

ERC es el único partido que ha votado en contra de rebautizar la estación. La diputada republicana Inés Granollers justifica el voto negativo de su formación: “Deben ser los catalanes los que decidan si se cambia el nombre de la estación y por qué”. Granollers afea el hecho de que haya sido el PP, con el apoyo de Vox, los que hayan llevado a cabo la iniciativa. “Estamos muy orgullosos del legado de muchas mujeres catalanas. El debate podría ser más rico y amplio en el caso de que los catalanes hubiésemos decidido cambiar el nombre a la estación”, concluye. El comisionado para el traspase integral de Rodalies de la Generalitat, Pere Macias, alega en su cuenta de la red social X que siente “admiración personal” por Caballé pero “bautizar con su nombre la estación de Sants es una tontería y una intromisión inaceptable en las competencias municipales y del gobierno del país”.

Pese a la decisión de la Comisión de Transportes del Congreso de los Diputados, la decisión final es del Ministerio de Transportes que está realizando un estudio para analizar los posibles nombres para rebautizar la infraestructura ferroviaria. El ministro Oscar Puente dijo en Catalunya Ràdio este jueves que la propuesta se está estudiando y que la decisión se tomará “consensuadamente” con el territorio.

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