Red Eléctrica inicia obras para apoyar la electrificación de Seat

Red Eléctrica (REE), la empresa encargada de la red de distribución eléctrica participada por el Estado, ha iniciado las obras para reforzar la fiabilidad de la trama eléctrica de Abrera (Baix Llobregat). La principal inversión que está ejecutando es la renovación de una subestación eléctrica con el objetivo de dar más fiabilidad al suministro en la zona, que en los próximos años vivirá un cambio relevante con la electrificación de la factoría de Seat, cuyo objetivo es empezar a construir coches propulsados por baterías a partir de 2026.

Los trabajos figuran en la planificación de la compañía para el periodo 2021-26. Supondrán una inversión de ocho millones de euros y no se trata tanto de dar más potencia eléctrica, sino de mejorar la garantía de suministro a las industrias de la comarca. De hecho, es un planeamiento que estaba reclamando desde hace años la industria de la zona, entre la que se encuentran industrias auxiliares de la automoción como Faurecia o Gestamp, además de la mencionada marca española de Volkswagen. Se trata de una inversión heredada de la anterior planificación de REE.

“Estamos construyendo una subestación nueva, blindada, y que supondrá muchas mejoras en lo que se refiere a fiabilidad del sistema”, afirma el delegado en Cataluña de REE, José Ignacio Lallana. Está previsto que los trabajos concluyan este mismo año.

A finales del año pasado el Ministerio para la Transición Energética aprobó cambios en algunos de los planes de electrificación de REE, entre los que se encontraba el de Abrera, que ahora ha podido empezar sus obras. La intención es construir la nueva instalación e ir trasladando hasta allí la potencia eléctrica, hasta poder desmantelar la actual subestación para poder dar capacidad de ampliación a la nueva subestación. Todo ese plan se ejecutará en 2024.

El plan de inversiones en el que se incluye la subestación de Abrera comprende una inversión de 38 millones de euros y afecta a cinco instalaciones más: Vic, Rubí, Can Jardí, Viladecans y Maials. Ninguna de ellas supone una ampliación de potencia, sino un refuerzo de la red de seguridad de cada zona. La otra gran instalación de este punto es la subestación de Cerdà, desde la que partirá una línea de alta tensión soterrada de 220 kilovatios. Esta infraestructura es imprescindible para la hoja de ruta de electrificación que tiene en marcha la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), que quiere eliminar gran parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y de óxidos de nitrógeno (NOx) que emiten los buques (entre ellos cruceros) que atracan en el puerto. La APB prevé invertir para ello en torno a 130 millones de euros.

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