Ocho meses de Collboni sin mayoría

Nadie sabe exactamente por qué razón no se ha reproducido ya en el Ayuntamiento de Barcelona la misma coalición de izquierdas formada por los socialistas y Sumar que sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez. La incertidumbre sobre la mayoría de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona dura ya ocho meses sin que se conozca una explicación seria sobre los motivos reales que la provocan.

La ausencia de explicaciones da pie a que surjan interpretaciones. En la prensa está prosperando ya una de ellas. La que sostiene que el alcalde Jaume Collboni rechaza un acuerdo con los comunes porque ello implica colocar en una posición de poder a la exalcaldesa Ada Colau en el gobierno municipal. Pura y simplemente. Collboni estaría resistiéndose a que Colau alcance una posición que mantenga o refuerce sus expectativas para competir con él en las siguientes elecciones municipales.

Puede que esta teoría contenga algo de verdad, pero se comprende que ni Collboni ni los portavoces socialistas la verbalicen porque es simplemente insostenible. Ada Colau es la figura principal de los comunes y una de las principales dirigentes de Sumar, la plataforma que selló con el PSOE la vigente alianza para gobernar juntos en España. Hicieron presidente a Sánchez y ahora están en su gobierno. Colau es la jefa del grupo de concejales que el 17 de junio aportaron nueve votos cruciales para que Collboni alcanzara la alcaldía, junto a los diez del PSC y, paradojas de la vida, los cuatro del PP.

La interpretación más maliciosa que se da a la resistencia del PSC a pactar con los comunes y ERC en el Ayuntamiento de Barcelona reduce el problema a algo así como un insuperable pánico de Collboni a ser eclipsado por la fuerte personalidad y el carisma de Colau entre el electorado progresista. Las feroces campañas desplegadas por las derechas contra ella durante sus dos mandatos como alcaldesa dañaron su imagen, pero no la destruyeron. De manera que sigue siendo un referente entre el electorado progresista.

Pero desde que el propio Collboni se saliera del anterior gobierno municipal progresista en febrero de 2023 no se sabe muy bien si el PSC está realmente interesado en dar forma a una mayoría de izquierdas. Tanto en Barcelona como en la Generalitat. El PSC lleva unos años lanzando inequívocos guiños a las propuestas económicas de la derecha catalana. A su líder y aspirante a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, le gustan más las propuestas de Junts, las del lobby de la construcción y las del presidente de la patronal Foment y ex dirigente de CiU, Josep Sánchez Llibre, que las de los comunes, así de sencillo. Y ahí viene el detalle, al candidato Collboni le beneficiaron directamente antes de las elecciones municipales de mayo las campañas de descalificación lanzadas por las derechas contra la entonces alcaldesa Colau. De manera que ahora una de las preguntas pertinentes acerca de la renuencia del PSC a materializar la mayoría de izquierdas en el Ayuntamiento de Barcelona es esta: ¿Hay algún peaje a pagar?

Tras casi nueve meses de marear la perdiz, está llegando la hora de que se conozca a qué obedece realmente el freno impuesto por los socialistas a la mayoría municipal de izquierdas en la capital de Cataluña.

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