_
_
_
_
DERECHOS NIÑOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Derechos de la infancia?

Es evidente el poco interés social por la seguridad de los menores, especialmente vulnerables en la guerra, la pobreza, los abusos y la salud mental

Abusos Derechos Menores
Un niño camina frente a una colegio destruido en la ciudad de Yitómir, en el noroeste de Ucrania.FADEL SENNA (AFP)

El 20 de noviembre de 1989 Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño. Podríamos enumerar sus 54 principios fundamentales y concluiríamos que nuestra sociedad no los ha integrado. De hecho, en diversas situaciones de candente actualidad se evidencia ese poco interés por la infancia.

1. Vivir en contextos de guerra. Los niños son víctimas excepcionales de la invasión de Ucrania, del ataque de Hamas a Israel, de la desproporcionada respuesta hebrea contra el pueblo palestino (4.000 menores difuntos al redactar estas líneas). Son también víctimas de agresiones, violaciones, tortura, pérdida de familiares y de afecto y protección en éstas y otras guerras “lejanas” en Somalia, Chad, Sudan del Sur…

2. La infancia sufre también la pobreza. El 27,5% vive en Cataluña con una renta inferior al 60% de la media. Un tercio no tendrá el hogar a una temperatura adecuada, ni podrá participar en actividades extraescolares, ni ir de vacaciones, ni conectarse a Internet. Situaciones que obviamente se agravan en países en vías de desarrollo o en campos de refugiados.

3. Hay poca estadística sobre el porcentaje de infancia víctima de abusos sexuales. Se estima que un 90% son en el entorno familiar, del que es muy difícil que trascienda. La desnaturalización de la persona en situaciones extremas parece favorecerla. ¿Cuántas familias han descubierto con los años que el tío, el padrastro, el abuelo abusó de los hijos?

4. La pandemia ha manifestado graves carencias en salud mental. La soledad, el acoso de los compañeros, las propensiones genéticas o las dificultades en el entorno familiar pueden originar disfunciones mentales que conllevan sufrimiento. La falta de medios, el estigma social, la vida estresada del adulto dificultan un abordaje a tiempo. Un sistema educativo que opta sin recursos suficientes por la integración puede agravar la convivencia en el grupo a quien sufre disfunciones psíquicas. Queda un gran trecho hasta la integración plena, reparadora, para el que padece cualquier patología en la infancia.

5. Las redes sociales o el teléfono móvil son otras causas de desatención. El retraso en el habla de niños y niñas menores de dos años, causado porque se les entretiene con el teléfono móvil mientras comen, el ciberbulling por cuestiones tan intrascendentes como la marca de zapatillas deportivas o del smartphone. El acceso prematuro, perdiendo toda inocencia, al sexo a través de la pornografía. Y a partir de los hechos descritos, desequilibrios mentales hasta el incremento actual de los índices de suicidio y de los intentos de tantos adolescentes y jóvenes. ¿Quién dejaría conducir el automóvil a un niño o le prestaría un arma? Pues según expertos como Francisco Villar, psicólogo clínico del Hospital Sant Joan de Déu, eso estamos haciendo con nuestros hijos. La comunicación con el entorno y las relaciones familiares se ven seriamente dañadas con el uso continuado de las redes sociales. Crece el clamor de familiares y expertos para no permitir el uso del teléfono móvil a menores de 16 años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

¿Nuestra sociedad está verdaderamente implicada con los derechos de la infancia?

Josep Oriol Pujol Humet es director general de la Fundació Pere Tarrés

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_