Desalojada una fiesta ‘rave’ con unas 70 personas en Cervià de Ter (Girona)

Los Mossos d’Esquadra consiguieron detener y desalojar este domingo una fiesta ‘rave’ que se estuvo en marcha sin autorización durante toda la noche en unos terrenos de Cervià de Ter (Gironès) en los que había unos 70 participantes, según ha explicado al El País el alcalde Guillem Surroca. Tras ser avisados por los vecinos de esta pequeña localidad de unos mil habitantes, los agentes se personaron en el lugar y encontraron los vehículos estacionados entre los árboles. Tras identificar a los organizadores, hicieron parar la música y desalojar a los asistentes. El alcalde, que acudió con los Mossos a la zona, se ha mostrado satisfecho porque “se actuó con bastante rapidez”.

Según ha informado la policía catalana, sobre las 08.15 horas se recibieron varias llamadas de los vecinos alertando de esta concentración de gente con música a todo gas. Varias patrullas acudieron a la población y contactaron tanto con los propietarios de los terrenos como con el Consistorio, que confirmaron que los organizadores de la fiesta no tenían ninguna autorización para ello.

Por este motivo y por si había desórdenes públicos, acudieron al lugar varias furgonas de los antidisturbios del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), que identificaron a dos de los organizadores, levantaron acta administrativa y solicitaron a los organizadores de la fiesta que pararan la música. Para asegurarse que no volvieran a ponerla en marcha los agentes les incautaron los equipos de sonido. Los agentes también hicieron controles de drogas a los asistentes a medida que los vehículos abandonaban la fiesta.

En el paraje escogido para celebrar la ‘rave’, en la zona de la antigua ‘sorrera’, al otro lado del río Ter, donde hay campos de cultivo y un terreno con plataneros, había unos 30 vehículos estacionados. Se trata de una zona limítrofe entre Cervià y Sant Joan de Mollet. Aunque la música cesó a primera hora de la mañana, los asistentes, que no protagonizaron ningún incidente y eran mayoritariamente de las provincias de Girona y Barcelona, fueron abandonando el lugar durante todo el día y no fue hasta las 18.30 horas que quedó desalojado totalmente el paraje.

Esta no es la primera vez que se celebra una ‘rave’ en esta localidad del Gironès ni en los alrededores. El pasado mes de abril hubo una con unas 300 personas que se alargó más de cuatro días por Semana Santa -entre el 6 y el 10 de abril- y que provocó numerosas quejas tanto los vecinos de esta localidad como de poblaciones colindantes. Los responsables de los municipios afectados se reunieron para intentar tomar medidas contra estas concentraciones, que se acostumbran a hacer sin el permiso de los propietarios de los terrenos donde se instalan y de los ayuntamientos y son muy molestas para los vecinos. El propietario de los terrenos, una zona arenosa cerca del río Ter, presentó una denuncia por la ocupación del espacio. Desde Sant Jordi Desvalls aseguraron que el año pasado al menos hubo una decena de estas fiestas por la zona. “Es una cosa que se puede calificar de habitual, porque ya hace varios años que dura”, sostiene Surroca.

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