Violencia en las aulas | Educación insta a las direcciones a activar los protocolos como primera medida, y no como última

Caso práctico: chica de 3º de ESO que sufre ciberacoso de contenido sexual a través de las redes sociales, concretamente de una antigua pareja que tiene un vídeo comprometedor y le amenaza con publicarlo. “Se pueden ver indicios de que algo le pasa a la chica, incluso en el aula, por ejemplo, que está más seria, más callada, más aislada y más pendiente del móvil. Son cambios muy repentinos que los profesores podéis notar”. Es uno de los casos reales que técnicas de la Unidad de Soporte al Alumnado en caso de Violencia (USAV) han explicado a las 400 direcciones y profesores que este martes han participado en las jornadas El bienestar del alumnado y las situaciones de violencia en el Teatro Zorrilla de Badalona.

Ante un incremento, a raíz de la pandemia, de los casos de alumnos con problemas emocionales, que en muchas ocasiones puede derivar en conflictos, además de otros elementos como el mal uso de los móviles y las redes sociales, el Departamento de Educación decidió poner en marcha diferentes iniciativas para mejorar el bienestar de los alumnos. Entre ellas, que todas las escuelas e institutos públicos y concertados deben contar este curso con una persona referente de coeducación, convivencia y bienestar emocional -bautizado con el nombre de cocobe-. En total, 3.400 cargos que saldrán de las propias plantillas de los centros -deberán dedicar unas horas a la semana, a cuenta de su tiempo de coordinación- y que recibirán una formación de 30 horas durante este primer trimestre.

Pero para dar a conocer esta nueva figura, y también la nueva estrategia de actuación, el Departamento está organizando jornadas de presentación en los diferentes territorios. El acto también ha servido para explicar que este curso entre en funcionamiento el aplicativo REVA para poder registrar todos los casos de violencia que se den en el centro. Uno de los aspectos más positivamente valorados por los asistentes ha sido la fusión de los cuatro protocolos existentes sobre conflictos en el ámbito educativo -sobre discriminación, LGTBIfobia, violencia machista y y acoso- en uno solo.

El caso de las gemelas de Sallent -en que una adolescente de 12 años murió al precipitarse de un tercer piso el pasado febrero-, ha marco un punto de inflexión y el Departamento pone el foco ahora en mejorar la prevención y la detección de los casos. “Los alumnos que están allí en un rincón callados, también hay que ponerles la mirada”, ha indicado una asesora en bienestar emocional. Y como indica el caso práctico del inicio, uno de los principales mensajes enviados desde Educación es esta detección precoz. En este sentido, ha animado a las direcciones a ser proactivas. “Si podemos parar una situación antes de que empeore, mejor. Los problemas, cuando antes se encaran, más fáciles son de resolver”, ha terciado una técnica de la USAV. El Departamento quiere evitar algunas prácticas en que algunos centros tienden a quitar hierro a algunos conflictos o intentar que no salgan a la luz. Así, el objetivo es que la activación del protocolo deje de ser el último recurso de las direcciones y que pase a ser lo primero que hagan cuando se encuentran con alguna incidencia.

Durante la jornada, también se ha animado a los docentes a reservar un tiempo para observar a los alumnos y debatir entre ellos ante cualquier sospecha. Y también para estrechar vínculos con los estudiantes. “Se puede dar un momento mágico en que el alumno dice al final de la clase, ¿tienes un momento? ¿Puedo hablar contigo? Es importante ir creando vínculo con los alumnos y darles confianza para que puedan hacer este paso”, ha explicado la técnica del USAV.

Algunas direcciones han asistido a las jornadas acompañadas de su referente cocobe. Sara Cabrera, que realiza atención psicopedagógica en la escuela Maria Ward de Badalona, se estrena en este cargo, aunque ya está acostumbrada a lidiar con incidentes y atender a los alumnos que lo necesitan. “Dicen que ha aumentado un 20% los alumnos con problemas emocionales, y eso lo notamos en el centro”, asevera Cabrera. La directora, Susanna Terés, explica que los problemas más habituales son los relacionados con las redes sociales. “Hacen mucho daño. A lo mejor no tanto mientras están en la escuela, pero fuera crecen los conflictos”. Las dos profesionales lamentan el “colapso” de los servicios sanitarios para atender a estos alumnos. “Muchas familias no pueden pagar un psicólogo privado y tienen que esperar tres meses a que los atiendan. Además, tenemos casos muy graves a los que solo se está visitando una vez al mes”, lamenta Cabrera.

Otros docentes que han sido asignados como referente cocobe asistían esperando conocer cuál será su función. “No nos han dicho qué tenemos que hacer. Vamos un poco perdidos porque el concepto bienestar es muy amplio. Además, tendrían que haber hecho la formación en julio”, terciaba Luis, de un instituto de L’Hospitalet.

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