Detenidas 10 personas por vender preservativos falsificados a prostitutas de toda España: 144 unidades a 11 euros
Los agentes han intervenido 20.000 condones de diferentes marcas y miles de unidades de medicamentos para la disfunción eréctil de origen chino, japonés, indio y americano
“La tienda para adultos más asequible de Europa”. Así se vendía en internet la web ahora bloqueada por la Policía Nacional desde la que se vendieron miles de condones falsificados y en mal estado en España, Italia y Polonia y también pastillas con el principio activo de la Viagra, un medicamento para la disfunción eréctil que requiere de prescripción médica. Los agentes han detenido a 10 personas en Badalona y en L’Hospitalet, ambas ciudades en la provincia de Barcelona, y les han intervenido 20.000 preservativos, algunos copias de Durex, y otros marcas de origen chino sin control sanitario en España. “Se rompían y tenían los bordes mal terminados”, explica Roberto Fernández, inspector jefe de la sección de redes de la unidad central de ciberdelincuencia de la Policía Nacional, que ha dirigido la Operación Capuchas.
La página ofrecía precios por debajo de mercado, con cajas de 50 preservativos falsos de Durex a 29 euros, o seis a un euro y medio. La distribuidora advirtió de que se trataba de una clara falsificación, ya que no correspondía la fecha de caducidad con el número de lote y que los preservativos tenían bordes deficientes. Además, comerciaban con marcas de origen chino, como Makemore, a 11 euros cajas con 144 unidades, que no cumplían con los requisitos de la Agencia Española de Medicamentos, según la Policía, para su comercialización en España y que, por lo tanto, no se podía asegurar que ofrecieron una nivel de protección adecuados. También vendían blísteres de marcas genéricas de Viagra a 20 euros fabricadas en China, India, Japón y América, sin ningún control sanitario en España.
Los condones iban dirigidos principalmente a trabajadoras sexuales, que se anunciaban a través de internet y a través de anuncios físicos, lo que permitió a la red localizarlas y contactarlas directamente para ofrecerle sus productos. Una de las clientes fue precisamente quien se quejó de la mala calidad del producto a Correos Express, el servicio de paquetería que utilizaban para distribuirlos, y la empresa informó a la Policía Nacional en octubre del año pasado. Los medicamentes ilegales los adquirían mayoritariamente hombres.
“Eran muchísimos envíos”, explica el inspector Fernández, sobre la actividad comercial de los detenidos. La primera dificultad fue convencer a algunas de las mujeres que explicasen a los investigadores que habían recibido productos defectuosos o falsos, y les facilitasen algunas muestras para poder cotejarlas con la Agencia Española de Medicamentos. “No eran muy accesibles”, recuerda Fernández, sobre el recelo de algunas de ellas, ya que se encontraban en situación irregular. Los agentes llegaron a entrevistarse fuera de la comisaría, para vencer el miedo a ser investigadas por su situación administrativa en España. Fue un trabajo lento que les llevó a miles de destinatarios de envíos en todos los rincones de España, y en el extranjero.
En ese proceso, también identificaron a muchas personas de origen chino sin una implicación directa en la trama. “Usaban sus identidades para los envíos”, cuenta el inspector, como una especie de “pantalla” de la organización detrás de la página web, que gestionaba los pedidos a través de Whatsapp o de WeChat, un servicio de mensajería instantánea muy popular en China. Finalmente, en el mes de abril llegaron a los dos pisos desde donde se daba salía a todo el material importado a España y detuvieron a los 10 supuestos miembros de la organización criminal, todos ellos sin antecedentes, y con residencial legal en España. En una de las viviendas, los agentes encontraron un panel con 22 teléfonos móviles conectados a internet desde donde iban gestionando los pedidos que se solicitaban a través de la página web. También hallaron 20.000 condones, cajas de medicamentos y 15.500 euros en efectivo.
La Policía Nacional ha pedido ahora el cierre de la página web, pero está alojada fuera de España. A través del juzgado, se han solicitado a las operadoras que ofrecen conexiones a Internet para que al menos la página no sea accesible desde sus servidores en España. Desde la mayoría de dispositivos, cuando se intenta acceder a la página web salta un mensaje contundente: “Dominio intervenido por orden judicial”, acompañado de un escudo enorme de la Policía Nacional. Los agentes recuerdan que la distribución de este tipo de productos falsificados supone un peligro para la salud pública, por la ausencia de control médico tanto en la fabricación como en la posterior prescripción de los medicamentos. Todos los arrestados se encuentran en libertad con cargos.
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