El Govern y el PSC chocan públicamente por la autovía orbital de Barcelona e incumplen el acuerdo presupuestario
El consejero de Territori se resiste a firmar el convenio pactado con el Ministerio por discrepancias sobre el trazado de la Ronda Nord y su financiación
El Govern y el PSC visualizaron la semana pasada su choque en la cumbre anti sequía y ahora han elevado el tono de su enfrentamiento por la construcción de la B-40, la autovía orbital de Barcelona que lleva más de diez años encallada. El ejecutivo catalán y el Gobierno central han aireado en público este lunes y sin rubor sus profundas diferencias sobre la construcción de la B-40, una de las grandes infraestructuras que Salvador Illa, líder del PSC, reclamó como indispensables para pactar las cuentas. El acuerdo que finalmente se firmó contemplaba que las dos partes debían firmar un convenio sobre la obra antes del 31 de marzo y ya se ha producido por tanto el primer incumplimiento. El PSC desdramatiza el calendario pero apela al documento firmado y a la “palabra” del president Pere Aragonès.
Con el clima preelectoral como telón de fondo, el encontronazo lanza sombras de dudas sobre la solidez del pacto presupuestario y de la estabilidad parlamentaria del Govern, en manos básicamente del PSC tras su ruptura con Junts. La realidad es que la B-40 fue la infraestructura que permitió desencallar las cuentas al límite. Aragonès aceptó en enero prolongar la carretera de Terrassa a Castellar del Vallès para desbloquear la negociación y apuntó que aceptaba el “coste y la contradicción” de un proyecto dibujado durante el franquismo y al que su partido siempre se ha opuesto de forma enérgica. Juli Fernández, consejero de Territorio, exalcalde de Sabadell, gran opositor de la infraestructura, pareció resignado. Pero este lunes ha recalcado que tienen discrepancias en el modelo de la vía -una ronda norte y no una autovía- y en la forma de financiación.
El acuerdo del Govern y PSC incluía el punto que exponía hacer efectivo dentro del primer trimestre de 2023 con el Ministerio de Transportes el convenio que reza así: “que garantice la redacción del proyecto de la Ronda Norte de los sistemas urbanos de Terrassa, Sabadell y Castellar, propuesta en el plan específico de Movilidad del Vallès y avalada por ayuntamientos y entidades de la comarca”. Durante la presentación de un acto para ampliar los andenes de una estación del Arc del Triomf, de Rodalies, Fernández y la ministra de Fomento, Raquel Sánchez, no se han molestado en disimular sus diferencias y, con aspavientos, se han ido corrigiendo sucesivamente. La ministra ha afirmado que el plazo del 31 de marzo no le concierne porque afecta solo al PSC, y ha reclamado que el Gobierno quiere formar parte de la comisión de seguimiento de la obra que ejecutará el Govern pero que financiará el Estado y que el trazado está por definir.
Fernández ha expresado varias discrepancias: de entrada, que él desea una “Ronda Norte urbana y no una vía de alta capacidad” y que la obra no se debe financiar -unos 200 millones de euros- con la disposición adicional tercera del Estatut, que es una suma que el Estado adeuda a Cataluña y que fija la inversión en materia de infraestructuras entre 2007 y 2013 correspondiente al PIB que aporta la comunidad) La ministra ha intervenido de nuevo para recalcar que la adicional tercera es una buena vía para “asegurar la financiación”. El consejero no ha querido replicar pero ha expresado su disconformidad.
Las dos partes han cruzado documentos las últimas semanas y el Govern sostiene que el compromiso presupuestario no dejó abierta la puerta para extender la vía a Granollers. Pero la apuesta del PSC por la B-40 es tan sólida como la de su objetivo de ampliar el aeropuerto de El Prat o impulsar el Hard Rock. De hecho, la cúpula del partido visualizó su compromiso con la B-40 con una visita acompañada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cerró la convención municipal de los socialistas en L’Hospitalet. “No nos viene de una semana pero hablamos que el plazo se cumpla lo antes posible”, dijo Lluïsa Moret, secretaria de organización del PSC. “Es un acuerdo firme y ratificado por Aragonès”.
La cumbre anti sequía acabó el viernes en fracaso y reveló ya las divergencias entre socialistas y ERC. El PSC sigue acusando al Govern de querer maquillar su inacción y su falta de previsión con las multas a los Ayuntamientos. Marta Vilalta, portavoz de ERC, ha visto el mismo “modus operandi” del PSC tanto en la sequía, como en los presupuestos como en la B-40. “Es o todo o nada. O se hace lo que digo o reventamos el acuerdo”, ha afirmado la republicana, que apoya que no se paguen con la disposición adicional tercera del Estatut. El portavoz de Junts, Josep Rius, cree que todo responde a un “teatro de distanciamiento”. “El PSC se ha dejado engañar porque el PSOE obligó a Salvador Illa a apoyar los Presupuestos a cambio de este apoyo gratuito que ERC les ha dado en estos casi cuatro años en el Congreso. El resultado es que el tripartito de los Presupuestos no tira adelante con sus compromisos”, ha asegurado.
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