Renfe defiende la expulsión de los escolares del tren de Palencia: “Atascaron el lavabo con papel higiénico y lo usaron como serpentina”
La empresa ultima el archivo de la investigación interna que dejará sin sanción al interventor que hizo bajar por mal comportamiento a 22 niños y 2 adultos que se dirigían a León. El empleado asegura que la relación con el resto de viajeros “se estaba volviendo violenta”
Renfe ultima el archivo de la investigación interna que abrió tras la expulsión por mal comportamiento de un grupo de escolares de un tren en Palencia, a medio camino del trayecto Barcelona-León. Los hechos ocurrieron el pasado 24 de octubre, cuando el interventor de un tren Alvia desalojó en la estación palentina a 22 alumnos de entre 10 y 11 años y dos monitores, que fueron recibidos en el andén por la policía y tuvieron que recorrer el último tramo del viaje en autobús.
La empresa considera válidas las explicaciones del interventor, a quien se le abrió un expediente para determinar si actuó adecuadamente. “El grupo hacía alboroto y desorden, y ninguno llevaba la mascarilla obligatoria”, apunta el informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS. El documento añade que los niños habían atascado el váter “con papel higiénico”, y que “lo utilizaban como serpentinas”. La compañía ferroviaria enviará en las próximas semanas una valoración final de su investigación interna al Defensor del Pueblo, que abrió una actuación de oficio y requirió más información para evaluar si existió “una violación de los derechos de los menores”. El alto comisionado se reserva la posibilidad de pedir más información a Renfe o hacer otra actuación cuando reciba las últimas consideraciones de la compañía. Las familias de los niños mostraron su indignación ante la “grave” decisión de Renfe y consideraron que la expulsión había sido desmesurada.
El tren salió el 24 de octubre por la mañana de Barcelona con destino A Coruña, aunque los niños iban a León a hacer un viaje escolar durante una semana. El interventor se incorporó al tren en Miranda de Ebro y alega que observó al grupo de niños “correteando” por el andén de la estación, “impidiendo la correcta subida y bajada de viajeros”. Este fue informado por otro empleado de que los niños viajaban en los convoyes 5 y 6 y que ya les había llamado la atención en diferentes ocasiones “por su comportamiento” y las quejas del resto de viajeros.
Una vez el tren retomó la marcha, el operador se dirigió hacia el grupo junto a otro tripulante y, resume en el informe, “se observó el alboroto y desorden de dicho grupo: ninguno de los niños llevaba la mascarilla obligatoria, tampoco los monitores; suciedad en los asientos por restos de comida, latas, botellas de plástico y papeles”. Además, acusa a los dos responsables de comportarse “con una actitud indiferente” ante las advertencias. Según su testimonio, “el grupo había atascado los váteres con papel higiénico”, que utilizaban “como serpentinas”; y habían vaciado las jaboneras por el suelo de la plataforma “para patinar sobre ella”. Por último, el interventor asegura que los menores realizaban “carreras y griteríos” por los pasillos de los coches y “luchas entre ellos” por los asientos.
El resto de los viajeros exigieron “medidas” para que los escolares cesaran su actitud, reza el documento interno, “y la situación con el resto de viajeros era cada vez más tensa y se estaba convirtiendo en violenta”. El interventor, “ante la indiferencia” de los monitores responsables del grupo y “para evitar” algún altercado entre los viajeros, solicitó la presencia policial para el desalojo del grupo en Palencia tras ocho horas de viaje. Allí se personaron agentes de la Policía Nacional, miembros de la seguridad de la compañía ferroviaria y el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Domingo Miguel Gutiérrez. La compañía fletó un autocar para que el grupo llegara a León por carretera.
La declaración del interventor agranda su primera versión que notificó en la “información de la incidencia” de Renfe del 24 de octubre, donde aseguró que los niños fueron desalojados por “causar molestias e incomodar al resto de viajeros, que se quejan reiteradamente de su actitud”.
El último documento de Renfe asegura que los viajeros ofrecieron “sus datos y su teléfono” para dar su versión “en caso de que fuera necesario”. Este periódico no ha podido contactar con la escuela afectada.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.