Los Presupuestos catalanes: más gasto social y más personal en un contexto de incertidumbre

Tras sufrir en la negociación con el PSC y los comunes, el Govern ya puede decir que tiene un proyecto de Presupuestos para este año, y los ha presentado con todo detalle este jueves en el Parlament. Las cuentas prevén un gasto de 41.025 millones de euros, un máximo histórico impulsado por el sistema de financiación y los 1.185 millones de euros de los fondos Next Generation. Si, además de la Generalitat, se tienen en cuenta los presupuestos de las 206 entidades públicas, el monto total asciende hasta los 45.359 millones. En estas cuentas expansivas, destaca el aumento del gasto social, la incorporación de plazas en los ámbitos sanitario y educativo, o el despliegue de políticas industriales, entre otras medidas. Estas son las claves del proyecto:

Coyuntura macroeconómica

El carácter expansivo de los Presupuestos de 2023 se enmarca en una situación económica de gran incertidumbre, marcada por la presión inflacionista, la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania y la subida de los tipos de interés. La Generalitat prevé un crecimiento para este año del 4,4%, todavía vigoroso como rebote de la salida de la crisis económica vinculada a la pandemia, pero que padecerá un freno evidente este año: solo crecerá un 1,7%. La Generalitat prevé que la inflación continúe relajándose y confía en la resiliencia del del mercado laboral, con una tasa al cierre del pasado año del 9,9%. Aunque se ha reducido la tasa de riesgo de pobreza, la consellera de Economía, Natàlia Mas, alerta sobre su afectación.

Cifra de gasto récord

La Generalitat superará por primera vez este año los 40.000 millones de euros de gasto (41.025 millones, un 7,5% más). Si se tienen en cuenta sus grandes empresas y organismos públicos (CatServei, Instituto Catalán de Salud o Ferrocarrils de la Generalitat, entre 200 más), esa cifra alcanza los 45.359 millones (el mismo alza). Buena parte de esa mejora del gasto se explica por la mayor aportación de los recursos procedentes del modelo de financiación autonómica, que mejora un 20% respecto al año pasado (25.236 millones de euros). A su vez, los impuestos propios y cedidos por el Estado aumentarán un 6% su aportación a las arcas autonómicas (4.964 millones). A esas cifras se añaden los 556 millones de euros que recibirá del Estado por deudas pendientes: la financiación de los Mossos y la disposición adicional tercera del Estatut.

Cómo se ha llegado hasta aquí

El proyecto de presupuestos para 2023 llega tras una larga negociación del Govern (en el que ERC gobierna en minoría) con los comunes y PSC. En diciembre llegó el pacto con los comunes, con los que acordaron, entre otras cosas, medidas como destinar 279 millones para la atención primaria (y que constan en los presupuestos) o elevar los impuestos a los pisos vacíos y el de patrimonio. La ley de medidas fiscales que acompañará a la de los presupuestos no incluye estos cambios en los tributos, porque el Govern prevé desplegarlos por la vía de decretos ley. Tras el acuerdo con los comunes, faltaba al menos otro socio, y ERC lo buscó en Junts, que recientemente había salido del Govern, o en el PSC. El grueso de las negociaciones se llevó a cabo con los socialistas, y al final peligraron por tres actuaciones concretas que reclamaba el partido de Salvador Illa: desencallar el proyecto de macrocasino de Hard Rock en Tarragona, la ampliación del aeropuerto y retomar el proyecto de la carretera B-40. Los presupuestos no incluyen ninguna partida para estas medidas —los comunes habían amenazado con retirarse del acuerdo si se destinaban recursos concretos en las cuentas—, pero el acuerdo del Govern con el PSC sella el compromiso para iniciarlas. La consellera de Economía, Natàlia Mas, explicó que el esquema presupuestario que le cedió su antecesor Jaume Giró apenas contenía el techo de gasto y partidas estimadas de gasto de los departamentos, de los que se han mejorado los capítulos de Industria, Feminismos, Acción Climática y Cultura.

Más personal

Uno de los saltos adelante que marcan estas cuentas se da en la incorporación de plazas de trabajadores públicos. En total, las dotaciones de personal incrementan en 12.255 plazas. De estas, 5.369 absorberán puestos de trabajo hasta ahora temporales, y 6.886 serán nuevas dotaciones. Educación recibirá 6.804 plazas (el 55,5% del total), Salud 4.300 (el 35,1%) y el resto de personal del sector público, 1.151 plazas (el 9,4%). Esta ampliación de plazas llega tras las protestas de los funcionarios de educación y de salud. Con la incorporación de nuevas dotaciones de personal y las mejoras en sus condiciones, los presupuestos de la Generalitat y de las entidades públicas destinan un euro de cada tres a la remuneración del personal.

Más gasto social

El aumento de los recursos permite también que estos presupuestos cuenten con más gasto social (el que está destinado a políticas sanitarias, educativas, de derechos sociales, de vivienda, de fomento de la ocupación o del transporte público). Este gasto social copa el 73,2% de todo el presupuesto, con 1.472 millones más que el año anterior. Pese a crecer en números absolutos, el peso del gasto social en las cuentas catalanas desciende unas décimas (desde el 74,6% del año pasado), debido a que partidas de otras políticas, como las industriales, también incrementan. Este gasto social se traduce en el aumento de las plantillas y de las condiciones laborales de los ámbitos sanitario y educativo, pero también en medidas como más recursos para la atención primaria (con 219 millones de dotación), para la atención a la salud mental o la reducción de listas de espera sanitarias. En el ámbito educativo, el Govern destaca prioridades como reducir las ratios de P3 y P4, reducir una hora de carga lectiva a todos los profesores, o promover la formación profesional, entre otras.

Y en el ámbito de los derechos sociales, destaca el incremento de los beneficiarios de la Renta Garantizada de Ciudadanía gracias a la actualización, vía presupuestaria, del baremo que regula la cuantía de estas ayudas y el acceso a las mismas. En el ámbito de la vivienda, la Generalitat y las entidades públicas destinarán 661 millones de euros (frente a los 997 millones del año pasado, una reducción que se explica porque este año se han asignado menos fondos europeos destinados a estas políticas). Y, por último, una de las propuestas electorales estrella de ERC, el proyecto piloto de una renta básica universal, encuentra concreción en la ley de medidas fiscales: la renta será de 800 euros mensuales para los mayores de edad y de 300 euros para los menores. El PSC se oponía a este plan piloto, que se dirigirá a unas 5.000 personas, pero finalmente se ha incluido.

Presupuestos por departamentos

El porcentaje medio de incremento en los departamentos de la Generalitat es del 11,7%. El que más recursos recibe vuelve a ser el de Salud, con 11.423 millones de euros. Esto representa un aumento del 11% con respecto a la cifra presupuestada de 2022, con 1.128 millones más. De esta manera, Salud retiene un tercio del incremento total en estos presupuestos. Educación, con 6.825 millones de euros presupuestados, es el segundo departamento con mayor dotación, y ve incrementados sus recursos en 675 millones, también un 11% más que el año anterior. Y Derechos Sociales, con 3.322 millones de euros presupuestados, es el tercero, con 341 millones más que el año anterior, un 11,4% más. A estos tres pilares les siguen Territorio (2.209 millones, +5,7%); Interior (1.814 millones, +13,4%); Investigación y Universidades (1.580 millones, +10%); Empresa y Trabajo (1.348 millones, +28%); Acción Climática (1.223 millones, +19%); Justicia (1.161 millones, +6,4%); Presidencia (911 millones, +11,8%); Cultura (que con 474 millones incrementa un 27% y se sitúa por primera vez en el 1,5% del total de gasto presupuestado para los departamentos); Economía y Hacienda (194 millones, +9,1%); Igualdad y Feminismos (115 millones, +27%); y por último, Acción Exterior (100 millones, +11%).

Inversiones

Las inversiones totales para este año ascienden a 2.794 millones de euros. Descienden respecto a los casi 4.000 millones de euros del año pasado porque caen también las partidas procedentes de los fondos Next Generation. Las mayores partidas son para la mejora de carreteras, la continuación del tramo central de la línea 9 del metro e implantar un nuevo carril bus en la B-23, a la entrada de Barcelona.

Déficit y deuda

Pese a los ingresos extra, la Generalitat volverá a incurrir este año en déficit. Apurará el límite del 0,3%, lo que supondrían 791 millones de euros negativos, saldo negativo que tendrá que financiar vía endeudamiento. Los últimos datos del Departamento de Economía, a 31 de diciembre de 2022, fijan el volumen de deuda en 77.503 millones de euros. Su peso respecto al PIB baja por la evolución el último año de la actividad económica, pero sus costes se encarecen a causa del alza de los tipos de interés. La Generalitat calcula que este año pagará en intereses 782 millones de euros.

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