Sánchez e Illa se reúnen en Barcelona en plena cuenta atrás de los presupuestos catalanes

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mantenido este jueves una reunión con Salvador Illa, primer secretario del PSC, tras la celebración de la cumbre franco-española. La cita ha tenido lugar en la librería La Central, en el Eixample de Barcelona después de la visita de Sánchez al Museo Picasso junto al presidente francés, Emmanuel Macron. El encuentro, que ha durado 45 minutos, ha coincidido en el tiempo con la negociación que los socialistas catalanes mantienen desde hace semanas con el Govern y que está ahora mismo encallada. Illa y el president Pere Aragonès se reunieron el sábado en Arenys de Mar (Barcelona) y se dieron una semana de tiempo para enderezar las conversaciones. Fuentes próximas del encuentro entre los socialistas señalaron que no se abordó a fondo el tema de los presupuestos. El domingo expira el plazo que se han dado ERC y el PSC.

Con solo 33 escaños sobre 135, el Govern de ERC se sustenta en una frágil minoría y necesita de forma ineludible el apoyo del PSC (otros 33 escaños) o bien los de Junts, su exsocio (31) además de no perder el respaldo de los comunes (ocho). El Ejecutivo y los socialistas han mantenido una veintena de reuniones, pero el acuerdo se ve lejano. Bajo los ejes de la prosperidad económica y la protección social, el PSC quiere que el Govern asuma de forma íntegra la propuesta que presentó el pasado día 28. Su objetivo es que el Ejecutivo asuma grandes proyectos incómodos ideológicamente para ERC y ahora mismo paralizados como la ampliación del aeropuerto de El Prat; el desbloqueo del Hard Rock Café y el impulso de la Ronda del Vallès.

La imagen no es gratuita. Sánchez tenía la agenda muy cargada con la cumbre, pero el gesto de mantener una reunión con Illa se antoja como un guiño a su estrategia en Cataluña. Y un espaldarazo ante su decisión de exigir a Aragonès un todo o nada en los presupuestos. De hecho, los socialistas catalanes están convencidos de que ERC confía en que sea Sánchez, quien, en última instancia, imponga el voto favorable a las cuentas. Y aseguran que no será así. No es la primera vez que el presidente del Gobierno escenifica su buena relación con Illa en Cataluña. En septiembre de 2021, Sánchez dio por inaugurada la mesa de diálogo y poco después se reunió con el primer secretario de los socialistas catalanes en una cafetería.

Aragonès estaba convencido de que podría aprobar el proyecto de presupuestos el pasado 7 de diciembre y las semanas han ido transcurriendo sin atisbarse el acuerdo. La última hipótesis fue cerrar el pacto la segunda semana de enero. La Mesa del Parlament habilitó a la cámara, fuera entonces del periodo de sesiones, por si se cerraba la negociación. La situación parece abocada a un callejón sin salida y las dos partes emiten diagnósticos que parecen el día y la noche: el Govern asegura que las cuentas solo están encalladas por el proyecto de la Ronda del Vallès mientras el PSC afirma que la lista es muy larga y que es el Govern el que tiene que ceder y la responsabilidad de seducir a la oposición.

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