Barcelona ataca plaza de Catalunya, el epicentro de las ratas

Un vídeo de la red social TikTok desató el lunes de la semana pasada todas las alarmas. Decenas de ratas campaban a sus anchas en el kilómetro cero de Barcelona: la plaza de Catalunya. El Ayuntamiento se puso entonces manos a la obra e incrementó las bolsas de veneno en los parterres de la plaza. Aseguran que, desde entonces, la presencia de roedores se ha reducido considerablemente. La directora de Salud Ambiental de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASBP), Elisenda Realp, mantiene que “no hay un problema de plaga” y que lo que sucedió es una tormenta perfecta que dio lugar a que decenas de roedores camparan a sus anchas: “Por un lado hay parterres con arena y vegetación donde esconderse, hay mucha presencia de estructuras subterráneas como el metro y el alcantarillado y hay presencia continua de turistas que abandonan comida”. El Consistorio de la capital catalana es de los pocos que ha realizado un pequeño censo para ver cuántas ratas habitan el alcantarillado. El número resultante en 2018 fue de 259.000 ejemplares, una rata por cada seis barceloneses. Hoy no se sabe cuál es el número de roedores con los que compartimos ciudad. EL PAÍS ha acompañado a varios operarios de la ASPB que están intentando mantener a raya a los roedores en la plaza más céntrica de la ciudad.

Dos operarios con un cubo cargado de veneno se dirigen hacia uno de los parterres de la plaza de Catalunya. Desde el lunes de la semana pasada lo hacen habitualmente. Colocan unas bolsitas azules dentro de unas trampas cerradas con llave —de esta forma se garantiza que nunca podrá cogerlas ningún niño— y esconden estas cajas oscuras entre la vegetación. “Es un veneno anticoagulante. Las ratas se lo comen. Si murieran al instante el resto de los roedores ni lo probaría. Con este veneno las ratas comienzan a morir al cabo de unos días”, advierte uno de los operarios. Se apresuran a señalar que es un veneno homologado y que el animal que lo consume muere sin sufrimiento. Los operarios revisan las cajas y comprueban que cada vez hay menos veneno mordido por los animales, lo que hace evidente que hay menos ratas. También colocan en las alcantarillas unas pastillas con un veneno similar pero de color rojo.

Realp defiende que el sistema de control de plagas de Barcelona es “muy robusto” y está repartido por todo el territorio. Los operarios vigilando a diario 2.400 puntos (900 en alcantarillado y 500 en superficie) más otros lugares que surgen de las incidencias ciudadanas y que este martes estaban repartidas en 1.500 puntos en los barrios. En total 3.900 puntos para controlar las ratas en la ciudad. “La plaza de Catalunya es un lugar complejo donde hay mucha afluencia de personas, sobre todo turistas, y con ellos también hay alimento que queda abandonado. Precisamente es ese alimento lo que necesita la rata. Además, en la plaza hay agua y espacios de refugio en parterres, que son superficies blandas en las que hay arbustos. Este espacio está vigilado por nosotros continuamente pero hubo este incidente puntual y hemos tenido que actuar lo más rápido posible”, admite.

Los registros de actividad de estos días en la plaza de Catalunya señalan que hay muy baja actividad de roedores pero los responsables de la ASPB no pueden contestar a la pregunta de cuántos ejemplares que hay. “Lo detectamos en la bajada de consumo del veneno en las cajas donde se añade el producto”, destaca Realp.

Este martes había en toda la plaza de Catalunya 18 cajas con veneno desde donde se monitoriza la presencia de ratas. “Hace una semana, antes de los vídeos de las redes sociales, la plaza era uno de los puntos de vigilancia sobre los que ya estábamos actuando. De un parterre de la parte montaña de la plaza, en la zona más pegada a la Rambla, salió una explosión de ratas en un momento concreto. Tuvimos que actuar rápidamente, hubo coordinación entre Parcs i Jardins, servicios de limpieza y nosotros. Es la primera vez que tenemos una incidencia tan importante en este punto”.

Realp asegura que la semana que viene la presencia de ratas en este punto habrá disminuido. El calor y la falta de lluvias ha provocado que cada vez sea más evidente la presencia de estos animales en la ciudad. “Eso sí, este año hay muy pocos mosquitos”, se consuela la directora de salud ambiental.

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