Muere a los 97 años el arquitecto Jordi Bonet, continuador de las obras de la Sagrada Familia

“Mi padre fue un amigo de Gaudí y dirigió durante unos años las obras del templo. Yo llevo años al frente de su continuación, pero los Bonet no hemos hecho otra cosa que intentar ser fieles a la voluntad de Gaudí”. Así se explicaba el arquitecto Jordi Bonet, fallecido este lunes en Barcelona, en una charla con los lectores de EL PAÍS. Jordi Bonet i Armengol (Barcelona, mayo de 1925) ha muerto a los 97 años después de toda una vida dedicada a la Sagrada Familia. Desde 1987 hasta 2012 fue el director de las obras del templo, la ópera magna inconclusa de Gaudí. En 2012 fue sustituido por Jordi Faulí i Oller, pasando a ser arquitecto emérito y asesor del Patronato.

“Ha sido un hombre bueno y generoso, un activo de país, un entusiasta de la arquitectura, la cultura, el esquí, y un patriota que ha llevado Cataluña y Gaudí por todo el mundo”, ha escrito su nieta Mireia en las redes sociales.

Bonet recibió distinciones como la Creu de Sant Jordi, el Premi Ciutat de Barcelona, la Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio del Ministerio de Educación y Ciencia y la medalla al trabajo del President Macià. Dirigió -entre otras- las obras de la iglesia de Sant Medir de Barcelona, de la Mare de Déu de Montserrat de Badalona (Barcelona) y del Monestir de Sant Benet de Montserrat (Barcelona); y también trabajó en la construcción de viviendas, en el ámbito de la arquitectura industrial y en la innovación con nuevos materiales y diseños. Dentro del movimiento escultista, fue el primer presidente del Movimiento Scout Católico de España y fue secretario general de la Conferencia Católica de Escultismo desde 1977 hasta 1981. También fue director general de Patrimonio Artístico de la Generalitat de Cataluña entre 1981 y 1984.

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