Cataluña hará dos consultas territoriales sobre la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha firmado este lunes el decreto para convocar la consulta vinculante sobre la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030, a la que se había comprometido y que también había solicitado en el Parlament. La solución del Govern ante las discrepancias sobre a quién se le debía preguntar (solo a las comarcas que albergarían competencias en el Pirineo o también a las de alrededor) se ha solucionado haciendo dos procesos, con preguntas distintas. La consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha explicado en rueda de prensa que el COE ya conocía las preguntas y que “respeta” la decisión del Govern de hacer este proceso.

El 24 de julio, en una votación que será solo presencial, los vecinos de las comarcas del Alt Pirineu (donde está el Vall d’Aran) se encontrarán con la pregunta binaria: “¿El Govern ha de presentar una candidatura a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos?”. Los empadronados en los municipios de las comarcas del Berguedà, Ripollès y Solsonès se encontrarán con una papeleta que dice: “¿Su comarca se ha de involucrar en el proyecto de Juegos Olímpicos y Paralímpicos?”. La decisión ha causado una profunda decepción en los comunes que defendían una consulta en las cinco comarcas. La CUP también ha rechazado el plan.

Vilagrà ha defendido que la opción de hacer una pregunta a cada territorio “es la más justa y jurídicamente posible”. Sobre la mesa estuvo hacer un voto ponderado en una sola consulta, pero se descartó. La consejera ha querido precisar lo que se entiende por “involucrar”: que en esos municipios, por ejemplo, haya actividades deportivas complementarias o zonas de entreno. “Si no se quieren implicar, lo tendremos en cuenta, lo valoraremos y haremos que allí no pasen estas actividades”, ha apuntado.

Oficialmente, no se puede hablar de censo, solo de registro de participantes, y a día de hoy el Ejecutivo catalán calcula que podrían participar un total de 118.000 personas, vecinos mayores de 18 años empadronados en los municipios de las comarcas elegidas. En Alt Pirineu, donde están ubicados los escenarios deportivos para los Juegos, el registro de participantes es de 55.000 personas.

La decisión de hacer dos consultas es la manera que el president ha encontrado para sortear las diferentes sensibilidades que había dentro de su propio Ejecutivo. Inicialmente, solo se quería hacer en Alt Pirineu, donde el evento de 2030 es mucho más popular que en otros municipios, que ven la medida como faraónica y poco sostenible. Según una encuesta encargada por la misma Generalitat, publicada en enero, el 73,4% de los catalanes encuentran “interesante o estratégica” la celebración del evento.

La consulta ha generado diferentes reacciones en la oposición: los socialistas se oponen a la votación porque defienden desde el primer día la candidatura y, como ha recordado su portavoz Maria Lluïsa Moret, ni siquiera se plantean hacer campaña a favor. Eulàlia Reguant, diputada de la CUP, lamenta que el Govern haya puesto a fecha a la consulta tras llegar a un acuerdo con el COE y sin clarificar la interpretación de las preguntas ni enseñar los informes ni explicar ninguna propuesta de desarrollo económico para la zona. “Pero no hacen lo mismo de siempre, no”, ha ironizado.

Catalunya en Comú, el partido de Ada Colau, considera que la consulta está “hecha a medida” para lograr el apoyo de la ciudadanía. El portavoz de la formación, Joan Mena, ha calificado la propuesta de “decepcionante” porque entiende que el esquema aprobado “retuerce el mandato del Parlament en el que se pedía que las comarcas de Bergueda, Ripollès y Solsonès participaran en igualdad de condiciones”. El portavoz ha considerado que el planteamiento, además, implica a su juicio que haya catalanes “de segunda” y que el Govern solo ha buscado “salvar los muebles”. Los comunes están en contra de los Juegos pese a que Barcelona sería una de las subsedes.

Mena ha admitido que al final ha sido un “cheque en blanco” el voto a favor de su grupo y de la CUP a la Ley de Consultas no refrendarias para hacer efectiva la votación. Los comunes creen que el proyecto adolece de informaciones básicas como el impacto que tendrá o las infraestructuras que utilizará además de ser poco sostenible porque nadie garantiza que vaya a haber nieve en el Pirineo en 2030. “Vamos en la dirección errónea. además de la improvisación y de opacidad”, ha dicho Mena. Maria Lluïsa Moret, portavoz del PSC, ha afirmado que se han opuesto desde el primer día a la consulta porque los socialistas son partidarios de los Juegos y que no se han planteado hacer campaña a favor.

Los comunes se han opuesto siempre a los grandes eventos como la Fórmula 1 en Montmeló o ahora los Juegos Olímpicos en este caso también porque el cambio climático no garantiza, a su juicio, su celebración. Sin embargo, no ven en el caso de la Copa del América contradicción alguna. “Es un proyecto sostenible económica y desde el punto de vista medioambiental”, ha dicho. “Barcelona es la principal ciudad europea de la costa mediterránea. Bienvenidos estos proyectos”.