Mueren dos personas que vivían en una barraca en Montcada i Reixac
La investigación apunta a una posible intoxicación tras encender un fuego para calentarse
Dos personas de 40 y 42 años fueron encontradas el domingo sin vida en una barraca en la que residían, junto al río Besòs, en el término de Montcada i Reixac (Barcelona), por causas que se están investigando, aunque las primeras hipótesis apuntan a una posible intoxicación tras encender un fuego para calentarse. El Ayuntamiento aseguró que lleva tiempo alertando de la situación del asentamiento y aseguró que no tiene recursos para afrontarlo. La Mesa de entidades del Tercer Sector alertó de la gravedad de los hechos y recordó la muerte, hace solo seis semanas, de una familia en un incendio en un local ocupado en Barcelona.
La policía local de Montcada fue alertada el domingo por la tarde de las muertes por un familiar que las encontró ya sin vida. Las dos personas habrían sufrido una intoxicación al intentar calentarse, según una de las hipótesis con la que trabajan los investigadores.
La zona donde se ubica la barraca está en el margen izquierdo del río Besòs, cerca de la carretera que va hacia La Roca del Vallès, saliendo de Santa Coloma de Gramenet. Fuentes del Ayuntamiento de Montcada i Reixac afirman que en ese espacio se acumula basura y construcciones en precario que se utilizan como casetas de herramientas de huertos próximos, pero en las que también se refugian personas sin hogar.
La alcaldesa, Laura Campos (En comú Podem), avisó ayer de que el problema del barraquismo, como el que existe en el Pla de Besòs del municipio, es “una olla a presión” que “más tarde o más temprano estallará a todas las administraciones en la cara”.
La alcaldesa aseguró que el consistorio lleva mucho tiempo exponiendo el problema ante las distintas administraciones, a las que ha pedido “ayuda”. “No podemos gestionar la situación solos, desde la administración local”, lamentó. Campos indicó que el Ayuntamiento cuenta con un proyecto del Consorcio del Besòs que estima que “solamente derrumbar las barracas supondría más de tres millones de euros” de coste, una cifra, admite, que el consistorio “no puede asumir”.
La primera edil se refirió a la solución aplicada para erradicar el barraquismo en el extremo opuesto de Barcelona, el Delta del Llobregat, donde la Diputación de Barcelona, el Área Metropolitana y la Generalitat “están aportando recursos para acabar con la problemática” y pidió una actuación similar en el Besòs.
Para Campos, el barraquismo “no es sólo un problema social de infravivienda”, sino que “también se trata de un grave problema de medioambiente” e instó a que “se entienda de una vez el río Besòs como un espacio natural a proteger y preservar”. La Mesa del Tercer Sector tachó de “extremadamente preocupante” que las tres administraciones no hayan podido dar una respuesta a los ocupantes del asentamiento cuando lleva tiempo instalado ya en la zona.
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