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El llanto de Messi

El adiós del rosarino marca un antes y un después en el Barça

Ramon Besa
Messi se despide del Barcelona FC
Rueda de prensa de despedida de Leo Messi del FC. Barcelona en el auditori 1899 del Camp Nou.Massimiliano Minocri

El Barça ha quedado atrapado por el mar de lágrimas de Messi. Aunque el rosario de calamidades no ha tenido fin, ninguna superará el dolor que supuso la salida del 10. El club asumió en una confesión sorprendente que no podía pagar al rosarino y el jugador se puso a llorar en el Camp Nou. Aquel fue el momento “más difícil de mi carrera deportiva” en palabras de Messi.

Nadie dudó de que acabaría su trayectoria en el Barça después de que el presidente Bartomeu le impidiera abandonar la institución en 2020. El burofax que el delantero mando a las oficinas quedó en el olvido en marzo cuando Laporta volvió al mando del Barça después de anunciar en la campaña electoral que se ganaría la continuidad del argentino en “un asado” en Castelldefels.

No hubo comida en casa de Messi y el presidente anunció que claudicaba porque el club estaba arruinado, atrapada la directiva por los avaladores y prestamistas y condicionada por las exigencias deportivas que se le suponían al futbolista, dos asuntos que nunca han sido clarificados y por tanto la confusión ha dado vuelo a un relato interesado -según quien hable de las dos partes-, sobre del adiós del 10.

Habrá un antes y después de Messi en la vida del Barça desde su llegada de Rosario a los 13 años. El equipo se ha caído hasta el punto de que ni siquiera superó la fase de grupos de la Champions, circunstancia que no pasaba desde 2000-2001, y su aspiración es clasificarse entre los cuatro primeros de la Liga para optar a la próxima edición del máximo torneo de Europa. Ahora mismo cuesta recordar que ganó la Copa 2021.

El Barça se ha descapitalizado futbolísticamente y Xavi regresó de Qatar para sustituir a Koeman. No hay dinero para fichajes, la deuda del club es de unos 1.300 millones y se ha pedido un crédito de 1.500 millones para la construcción del Espai Barça, avalado por los socios después del primer referéndum telemático del Camp Nou.

Las penalidades se han sucedido sin parar hasta el extremo de que han vuelto las lágrimas al Camp Nou con la retirada por un problema en el corazón del Kun Agüero. Las lesiones han torturado al equipo, especialmente las de Ansu Fati y Pedri, y el regreso de Alves acentúa la nostalgia que embarga al barcelonismo, sacudido por otra parte por el Barçagate que provocó la dimisión de Bartomeu. El carrusel de malas noticias solo se ha roto con la designación de Alexia Putellas como Balón de Oro. Acabada la historia de Messi con un llanto, la sonrisa de Alexia y los éxitos del equipo femenino se presentan ahora como el mejor inicio para la reconstrucción del Barcelona.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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