Barcelona Global pide al Ayuntamiento más flexibilidad con el sector hotelero

Reconvertir grandes edificios cerrados (o infrautilizados) en el centro de Barcelona en hoteles de calidad, incidir en la promoción de un turismo ligado a la cultura, cuidar más el espacio público de la ciudad, más colaboración público-privada y, sobre todo, que el Ayuntamiento de Barcelona tenga una actitud más flexible con el negocio hotelero, por un lado, y de mano firme en el control de los apartamentos turísticos, por el otro. Es parte del decálogo que presentó este miércoles la entidad Barcelona Global a la manera de una guía de acciones para reactivar un turismo de calidad, aquel al que todos aspiran, especialmente después de la pandemia.

Las propuestas son fruto de una treintena de entrevistas con profesionales del sector, uno de los más críticos con la política del consistorio barcelonés en lo tocante a la promoción turística. El informe fue presentado por la presidenta de Barcelona Global, Aurora Catà, que subrayó que el diagnóstico no es ninguna novedad y que lo que ahora urge es la colaboración público privada y que todos remen en la misma dirección.

Un entendimiento que pasaría, entienden, por la revisión del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), que lo ven como un corsé para el sector hotelero que impide la recuperación de establecimientos emblemáticos -y otros que no lo son pero cuya rehabilitación integral podría interesar a firmas hoteleras- de Barcelona. El sector cree, también, que no es razonable que la rehabilitación de los hoteles actuales pueda suponer perder habitaciones. Su tesis es que las plazas hoteleras deben ser de calidad y que eso obliga a la rehabilitación, sin perder capacidad de negocio, de buena parte de los más de 400 hoteles. Esas argumentaciones son, de hecho, parte de las que los hoteleros han expresado en la actual revisión de ese plan.

Muy en la línea con algunas corrientes críticas a la alcaldesa, Ada Colau, Barcelona Global estima que la ciudad tiene que volver a ser la del “si” y dejar de lado el “no”, por ejemplo, a la idea de organizar eventos importantes para promocionarse. Una promoción turística que también debería pasar, según Barcelona Global, por incentivar más oferta cultural y singular para que la ciudad entre a ser una de las elegidas por ese tipo de viajero, muy frecuente en Europa. Un tipo de turismo que puede ayudar a desestacionalizar la concentración de viajeros porque gira más en torno a las agendas culturales de teatros o museos, por citar algunos, fuera de la época estrictamente vacacional. Unos viajeros, además, que suelen tener mayor capacidad económica y son más respetuosos con el entorno de la ciudad.

Otra de las medidas que proponen es que la reactivación del turismo de grandes cruceros pase por la selección de las propuestas que generen más negocio y que, por ejemplo, tengan a la capital catalana como principio y fin de los cruceros, algo que prolongaría la estancia de los viajeros. La encuesta concluye que el aeropuerto de la capital catalana debería ser un centro de atracción intercontinental, en la línea con la defensa de su ampliación.