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Barcelona quiere prohibir el alquiler de habitaciones a turistas en toda la ciudad

El Ayuntamiento revisa el Plan Urbanístico de Alojamientos Turísticos que frenó el ritmo de apertura de hoteles

Turistas llegando a un edificio de Barcelona.
Turistas llegando a un edificio de Barcelona.Juan Barbosa
Clara Blanchar

El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiere prohibir que en la ciudad exista la modalidad de alojamiento turístico en habitaciones alquiladas por vecinos. La Generalitat tiene lista la regulación para que la figura de las habitaciones de alquiler turístico puedan operar el próximo mes de agosto, pero este viernes la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha explicado que la voluntad del ejecutivo municipal es vetarlas en toda la ciudad. Preventivamente, el consistorio ya frenó hace un año la petición de licencias. En cualquier caso, para que la prohibición sea una realidad Colau y sus socios de gobierno, el PSC, necesitarán apoyo político antes del pleno de finales de julio. El veto no afecta al alquiler de habitaciones por más de 31 días a colectivos como estudiantes o trabajadores de paso.

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El argumento de la prohibición es que en los últimos años han constatado el impacto negativo del alquiler de habitaciones (ahora en un limbo legal) sobre el mercado de vivienda residencial y que consideran que es imposible es controlarlo “Las prohibimos para evitar saturación de la oferta, garantizar la función social de la vivienda, evitar molestias a los vecinos, proteger los tejidos vecinales y no permitir prácticas mafiosas”, ha manifestado la teniente de alcalde.

La postura de los comunes sobre el alquiler turístico de habitaciones ha evolucionado: en 2015 las defendían porque consideraban que podía ser un fenómeno controlado y positivo para vecinos que compartieran su casa; pero la experiencia en Barcelona y otras ciudades, mantiene el gobierno, ha demostrado que son muy difíciles de controlar e inspeccionar y que operan como pisos turísticos sin licencia.

Sanz ha recordado que en la ciudad hay 154.000 camas turísticas: “Es una oferta más que suficiente para las visitas que recibe la ciudad”, ha sentenciado. Entre estas camas figuran las de 9.600 pisos turísticos con licencia. Para justificar lo que el gobierno de Colau asegura que se podría convertir en un fenómeno descontrolado, Sanz ha señalado también que en las páginas web de alquiler turístico hay 7.600 habitaciones en alquiler. En agosto tendrán que desaparecer, ha dicho.

El veto al alquiler de habitaciones turísticas es la principal novedad de la revisión que la ciudad se dispone a hacer del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), aprobado en 2017 y que debe revisarse ahora, al cumplir cuatro años. El PEUAT prohibió la apertura de nuevos hoteles en el centro, pero permitió nuevos negocios de alojamiento turístico en la periferia.

El recuento presentado indica que desde 2017 han aumentado las plazas nuevas en 2.400, que significa un crecimiento de un 1% anual, cuando antes de esta regulación las plazas turísticas crecían a un ritmo de un 20% anual. Además, el PEUAT ha supuesto que en Ciutat Vella (la zona más presionada) hayan desaparecido 940 camas, porque han cerrado hostales, pensiones y hoteles que la regulación ya no permite reabrir. Mientras, hay proyectos en trámite en distritos fuera del centro como Nou Barris, Sant Andreu, Sants o Sant Martí.

“El PEUAT fue un gran acierto, nos ha permitido dibujar una ciudad más sostenible, con la pandemia hemos visto la fragilidad de un modelo concreto de turismo, la necesidad de proteger la vida vecinal, con usos mixtos y ordenar el crecimiento de la oferta turística y la protección del derecho a la vivienda”, ha defendido Sanz.

La revisión del PEUAT también incluirá modificaciones que son fruto de sentencias desfavorables después de contenciosos de empresarios afectados por la norma. Por ejemplo, el plan obligaba a los hoteles del centro a reducir un 20% el número de habitaciones si quería realizar una reforma integral. Ahora queda anulado este condicionante, y los hoteleros podrán rehabilitar sus establecimientos y mantener las habitaciones.

Otra novedad es que se frena la concesión de nuevas licencias en la zona del 22@. En 2017 esta zona del distrito de Sant Martí era una de las que quedaba excluida de las restricciones, pero el alud de aperturas, que han multiplicado la oferta por tres (se ha pasado de 410 camas a 1.200), ha llevado al Ayuntamiento a cerrar el grifo. Por último, la revisión del PEUAT no permitirá abrir residencias de estudiantes en Ciutat Vella.

Críticas de Airbnb

El portal de alquiler vacacional Airbnb lamentó ayer en un comunicado la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de vetar el alquiler de habitaciones a turistas. El portal afirmó que su oferta incluye "tipologías distintas que no están afectadas por esta decisión", como es el caso de los pisos turísticos, pero señaló: "Nos preocupa el hecho de que estas nuevas normas perjudicarán a las familias barcelonesas que comparten un espacio dentro de su propio hogar". La empresa entiende que "las normas anunciadas dan la espalda al marco creado por la Generalitat y al apoyo de la actividad mostrado por representantes del gobierno de la ciudad" y confió en poder dialogar con el consistorio "en los próximos meses".

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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