Los proyectiles de foam distancian a la CUP del Govern en plena negociación de los presupuestos

La unidad entre las fuerzas independentistas en el Parlament de Cataluña ha saltado, una vez más, por los aires la tarde de este miércoles en la comisión de interior ante las discrepancias en el uso de una de las herramientas más conflictivas de los Mossos d’Esquadra: las escopetas de foam. La CUP se ha unido a una propuesta de los comunes que exigía imponer una moratoria que prohíba el uso de estos proyectiles viscolásticos hasta que culminen los trabajos de la comisión que debe redactar un nuevo modelo policial. ERC y Junts han votado, al igual que el PSC, PP, C’s y Vox, en contra de la moratoria, que no ha salido adelante.

Con todo, las dos formaciones independentistas en el gobierno han conseguido someter a votación una enmienda –que ha contado con el voto favorable de los comunes pero con la abstención de la CUP- para modificar el protocolo de utilización de las lanzadoras de foam y que solo pueda dispararse, como ya se exigía ahora, de cintura para arriba cuando la persona disparada esté lanzando algún objeto. La enmienda aprobada también advierte de que solo se pueden utilizar las lanzadoras, salvo excepciones, con la autorización de los mandos y trabajan para que quede “perfectamente registrada la trazabilidad” de los agentes que disparen y así poder identificarles. Además, “siempre que sea posible”, los agentes tendrán que avisar a la ciudadanía antes de utilizar los proyectiles viscolásticos.

Esta nueva discrepancia entre formaciones independentistas se da en plena negociación de los presupuestos de la Generalitat y en el momento en que los antisistemas han manifestado, en repetidas ocasiones, su desacuerdo con las cuentas que presenta el Govern. A principios de marzo, la CUP y ERC llegaron a un preacuerdo para investir a Aragonés y entre las exigencias que impusieron los anticapitalistas se encontraba la de la moratoria del uso de proyectiles viscoláticos hasta que no fuesen públicos los protocolos que seguían los agentes para utilizar este armamento. El gobierno cumplió y publicó los protocolos en abril por lo que la moratoria acabó.

Este miércoles, el diputado de En Comú Podem, Marc Parés, ha pedido volver a introducir esta moratoria hasta que se defina el nuevo modelo policial. Parés se ampara en que el foam es un instrumento “altamente lesivo”. La propuesta de los comunes solo ha contado con el apoyo de la CUP. El diputado anticapitalista Xavier Pellicer ha aprovechado para criticar el actual protocolo de utilización de estos proyectiles. “Es un traje a medida para preservar la impunidad de unas actuaciones policiales que se realizan con unas armas que son de origen militar aplicadas contra población civil”, ha criticado. “Es un acuerdo de mínimos imponer una moratoria porque actualmente no se garantiza la trazabilidad para identificar a los agentes que disparan ni se respeta la libertad de la ciudadanía”, ha mantenido Pellicer.

ERC y Junts han votado en contra de la propuesta pero han introducido la enmienda que se ha aprobado gracias al apoyo de los Comuns y que mantiene este armamento prácticamente igual que en la actualidad. Pere Albó (Junts) ha considerado que la idea de aplicar una moratoria es una “frivolidad” ya que sería “quedarse sin regulación”. Por su parte, Carles Castillo (ERC) ha apostado porque sea la comisión sobre el modelo policial la que estudie que hacer con el foam. Ramon Espadaler (PSC), que fue consejero de interior en los gobiernos de Artur Mas, ha aclarado: “No hay herramientas policiales que no tengan lesividad potencial”. Espadaler considera que la moratoria implicaría debilitar la actuación policial y ha votado en contra. Por su parte, Lorena Roldan (PP) ha sido muy crítica: “¿Qué pretende, que la Arro y la Brimo sean un muñeco de feria que reciban piedras y botellazos sin poder defenderse?”.