Los estudiantes del máster del Macba denuncian el abandono del museo

“El PEI es un dispositivo de aprendizaje cuyo objetivo fundamental es movilizar el pensamiento crítico y activar la imaginación política. Su metodología se inicia desde la intersección de prácticas artísticas, ciencias sociales e intervenciones político-institucionales”. Con estas palabras la web del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona publicita su Programa de Estudios Independientes (PEI), una especie de máster desvinculado de la universidad, que promete acceder a un espacio de conocimientos de alta calidad, “alejado de la lógica neoliberal de acumulación del saber”, según Pablo Martínez, el recién cesado jefe de Programas del cual dependía. Con la restructuración de cargos emprendida por el Macba, tras el nombramiento de Elvira Dyangani y el cese de los jefes de Exposiciones y Programas, Tanya Barson y Pablo Martínez, al que siguieron las dimisiones de las directoras del PEI, Marina Garcés y Yayo Hernández, el máster se ha quedado en stand by, a la espera de conocer su futuro.

La suspensión de la octava edición del PEI se conoce hace semanas y ya el 22 de julio Ferran Barenblit director saliente anunciaba a través de redes sociales, su cancelación. Sin embargo, solo ahora los estudiantes implicados han enviado una carta lamentando el abandono y la incertidumbre en que les sumió la decisión del Macba. Aseguran que tras superar un largo proceso de selección y estar listos para empezar el curso el 14 de septiembre, el 21 de julio les avisaron de la cancelación. “No nos facilitaron los contactos, de modo que fue muy complicado encontrarnos (de los 24 inscritos, solo 13 pudieron conectar)”, indica una alumna francesa que dejó su trabajo en una galería de arte y ahora se encuentra en Barcelona, sin curso, sin trabajo y sin perspectivas.

“Yo puedo volver, pero hay muchos que vienen desde México u otros países latinoamericanos”, continúa la portavoz de los estudiantes, destacando que el domingo recibieron un correo de la futura directora, Elvira Dyangani, que asumirá el cargo el 1 de septiembre. “Ya en precedentes declaraciones confirmé mi voluntad de conservar el PEI. Es demasiado pronto para hablar de contenidos, pero todos los estudiantes que quieran participar el año próximo tendrán preferencia y las mismas condiciones”, indica Elvira Dyangani en su correo, asegurando que el Macba se encargará de atender sus casos individualmente y que serán rembolsados los billetes de avión adquiridos antes del 19 de julio.

“Como cualquier máster, el PEI tiene una cláusula de cancelación y el Macba está siendo muy generoso en paliar los agravios”, añade una portavoz del museo. Los estudiantes, pero no están conformes. “No entendemos por qué no se mantuvo el programa establecido, ya que estaba a punto de empezar. Para participar todos dejamos trabajos y otros estudios y ahora nos encontramos sin nada”, dicen. No es la primera vez que el PEI, por el cual pasaron prestigiosos pensadores y académicos, se encuentra en medio de la polémica. Tras el éxito de las primeras ediciones, se le acusó de elitista y se puso en duda su necesidad, dada la abundante oferta de cursos.

En septiembre 2020 cuando se supo que Barenblit no continuaría, los alumnos ya hicieron pública su situación precaria. “En plena pandemia la gestión del museo obligó el profesorado a interrumpir el seguimiento pedagógico de los alumnos con deudas (el máster cuesta 3.000 euros) y obligaron al jefe de Programas a vestirse de señor del frac”, escribieron en aquella ocasión. Ahora queda por ver, tras la incorporación de Dyangani y su reconfiguración del programa educativo en qué lugar quedará el PEI y qué papel desempeñará en el panorama de la educación no universitaria y no reglada.