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Los pajareros de la Rambla piden diálogo al Ayuntamiento

El Consistorio asegura que la concesión ha acabado y va a demoler los quioscos

Alfonso L. Congostrina
Una antigua pajarería, ahora puesto de helados, representando la casa de 'Up', este martes en la Rambla.
Una antigua pajarería, ahora puesto de helados, representando la casa de 'Up', este martes en la Rambla.Carles Ribas (EL PAÍS)

Las 11 antiguas pajarerías de la Rambla —reconvertidas en 2010 en tiendas de recuerdos, helados, turrones o gofres— han reclamado este martes que el Ayuntamiento de Barcelona acceda a dialogar con ellas antes de proceder a su desahucio y a la demolición de estos quioscos tal y como el Consistorio ha anunciado que realizará antes de que concluya 2021. Los quiosqueros han colocado carteles y han ambientado una parada de helados como si se tratase de la casa de la película de dibujos animados Up. Una acción con la que simbolizaron la desaparición de sus negocios de la capital catalana.

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Xavier Cuenca, cuya familia tiene cinco de las once antiguas pajarerías, denunció ayer que el consistorio no se ha reunido con ellos y que la administración local solo apuesta por suprimir, el próximo mes de agosto, una actividad para la que trabajan un centenar de personas.

El pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Barcelona inició un expediente administrativo con el que concluyó que las concesiones de estos quioscos acababan este año. Según el Consistorio, la última concesión se otorgó en 1971 por una duración de 50 años. Los antiguos pajareros discrepan y sostienen que las concesiones se renovaron coincidiendo con dos modificaciones administrativas, de 1998 y de 2009. El caso acabará judicializado, según aseguran los propios pajareros.

La familia Cuenca ha recogido 80.000 firmas en contra de la desaparición de las antiguas pajarerías y ha presentado un recurso de alzada contra el expediente que ordena su desahucio. El propio comerciante mantiene que se plantea iniciar la vía judicial si no logran una solución acordada. “Aún así temo que el Ayuntamiento en agosto comience a derribar sin dar oportunidad a que concluya todo el proceso judicial”, advirtió ayer.

“Si lo que quiere el Ayuntamiento en el proyecto de remodelación de La Rambla es liberar espacio del paseo central, puede comenzar hoy mismo retirando los puestos de las floristas que han quedado vacíos a coste cero para las arcas municipales —tanto económico como de puestos de trabajo— en un tramo donde La Rambla es bastante más estrecha y está más congestionada que en la zona cercana a la plaza Cataluña”, subrayó Xavier Cuenca en uno de sus quioscos donde colocó toda la documentación con la que reclama la continuidad de sus negocios.

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Para Cuenca, su desahucio es fruto de una “guerra comercial” motivada por el interés de los hosteleros y comerciantes de los laterales de La Rambla de ocupar el espacio que dejarán vacías las antiguas pajarerías cuando sean retiradas. “Si lo consiguen, esta zona de la Rambla estará llena de mesas y sillas de los restaurantes de los laterales”, aseguró Cuenca.

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