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La detenida por matar a su hija de cuatro años en Sant Joan Despí confiesa el crimen

La mujer reconoce ante el juez, que la ha enviado a prisión, que cometió el crimen “por algo relacionado” con su expareja

Rebeca Carranco
Mossos d Esquadra
Una patrulla de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo.Albert Garcia (EL PAÍS)

La mujer detenida por matar a su hija de cuatro años en Sant Joan Despí, Cristina Rivas, ha confesado el crimen ante el juez. Rivas ha explicado que mató a su hija asfixiándola con una bolsa y que llevaba entre dos y tres meses planeándolo, según ha declarado por videoconferencia. La mujer ha admitido que el crimen estaba “relacionado” con su expareja, el padre de la menor, de quien llevaba más de dos años separada y a quién le había hecho chantaje para que volviesen juntos. El juzgado de instrucción 7 de Sant Feliu de Llobregat ha decretado prisión comunicada y sin fianza para la mujer.

El asesinato de la niña de cuatro años tuvo lugar el pasado lunes 31 de mayo. Su madre ha explicado que robó medicamentos de la farmacia de la Clínica Platón, en Barcelona, donde trabajaba, sin receta y sin que nadie se diese cuenta. La noche antes del crimen, le dio un lorazepam —un ansiolítico—de cinco gramos a su hija y se fue a dormir. Por la mañana, entre las ocho y las diez, la asfixió con una bolsa, según su declaración.

Después sacó a pasear al perro, regresó, llamó a la escuela, dijo que su hija se encontraba mal, llamó a su trabajo y se pidió un día libre también porque no se encontraba bien y llamó al aparcamiento donde tenía una plaza de coche alquilada para darla de baja. Después se tomó un cóctel de pastillas con la intención de suicidarse. Su voluntad, ha declarado, era “acabar con todo”.

El padre de la menor fue quien dio la voz de alarma al ver que no podía localizar a la niña ni a su madre el lunes por la tarde, por lo que acabó llamando a sus familiares para que se acercasen al domicilio de Sant Joan Despí donde vivían. Allí encontraron a la menor muerta y a la madre inconsciente, a la que inicialmente dieron también por fallecida. Tras ser reanimada por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), fue trasladada al hospital donde ha permanecido hasta recuperarse. La mujer dejó cinco notas escritas de su puño y letra.

El progenitor nunca tuvo la sensación de que su hija estaba en peligro, ni la madre hizo amenazas explícitas, según explican fuentes de la familia. El viernes, tres días antes del crimen, la mujer llamó a su expareja, le contó que le habían detectado alguna cosa que no le quiso detallar y le chantajeó, diciéndole que si no regresaba con ella no seguiría el tratamiento. La familia lamenta que nadie haya hecho un minuto de silencio por la menor y que no han recibido muestras de solidaridad ni condolencias por el asesinato de una niña de cuatro años a manos de su madre.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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