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Cataluña cierra la Semana Santa con contagios e ingresos por covid al alza

La comunidad, que tiene 1.608 personas hospitalizadas a causa del virus, registra un aumento de los test de antígenos positivos en los últimos días

Cataluña supera el millón de personas vacunadas.
Cataluña supera el millón de personas vacunadas.Quique Garcia (EFE)
Jessica Mouzo

La curva epidémica de covid en Cataluña vuelve a instalarse en una calma tensa. Los contagios han aumentado un 19% en las últimas dos semanas y la comunidad cierra la Semana Santa con las hospitalizaciones al alza: hay 1.608 ingresados (un 3,6% más que el día anterior), 431 en cuidados intensivos. Todavía no se vislumbra el efecto de la movilidad y las interacciones de la Semana Santa, pero el punto de partida es poco halagüeño. “Estamos en la calma que puede preceder a la tormenta”, alerta el epidemiólogo Toni Trilla.

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Según los últimos datos consolidados del Departamento de Salud, que corresponden a la semana del 26 de marzo al 1 de abril, se registraron 9.530 nuevas infecciones, casi un 20% más que dos semanas atrás. Y aunque a finales de marzo parecía que aminoraba la velocidad de transmisión del virus —la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media un positivo, está en 1,11—, hay otros datos que no llaman al optimismo: por ejemplo, los test de antígenos positivos, que están en ascenso desde el 2 de abril. “En Cataluña estamos con los dedos cruzados: el ligero ascenso de hace dos semanas se ha consolidado y se mantiene estable, pero hay número que inducen a la preocupación: hay más ingresos y más pruebas diagnósticas positivas”, valora Trilla. Aunque las autoridades sanitarias recomiendan que la positividad de los test esté por debajo del 5%, en Cataluña ya supera el 7%.

Con este escenario sobre la mesa, la comunidad encara unos días cruciales para ver la evolución de la curva. Para empezar porque los festivos de los últimos días han podido propiciar una infradeclaración de casos que desvirtúa la evolución real de los contagios y, además, faltan unos días para ver el efecto de la movilidad de la Semana Santa. “Los modelizadores nos dicen que si tenemos una Rt de 1,20 [por cada 100 positivos se infectan otros 120], sufriremos, pero podremos soportarlo. Si va a más, lo pasaremos muy mal”, tercia Trilla.

La situación hospitalaria tampoco es la óptima para asumir un repunte. “Hay preocupación. Desde que se flexibilizaron las restricciones antes del puente de San José, hay más movilidad. Hasta hace tres o cuatro semanas, en los hospitales estábamos mejorando, pero ya hemos vuelto a empeorar. Empezamos la post Semana Santa con miedo”, reconoce Joaquín López-Contreras, jefe de Infecciosas del Hospital Sant Pau de Barcelona.

No ha habido tregua tampoco en las unidades de cuidados intensivos. El Departamento de Salud sitúa el umbral razonable de presión asistencial en un máximo de 300 pacientes con covid en las UCI catalanas. A partir de ahí, la gestión ordinaria de la actividad asistencial se complica: Cataluña lleva desde octubre sin bajar de 300 —el 23 de diciembre llegó a 317— y por debajo de 400 solo estuvo un par de días a finales de marzo, pero repuntó. “Si crecemos más, volverá a afectar a la programación quirúrgica”, alerta Ricard Ferrer, jefe de UCI del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Con la amenaza de la cuarta ola ya encima y los efectos de la Semana Santa aún por ver, la Generalitat tiene que decidir esta semana si relaja, amplía o deja como están las restricciones sociales vigentes —toque de queda, limitación horaria en la restauración y cierre autonómico—. Los socios en el Govern discrepan: el Departamento de Salud (ERC) opta por mantener las restricciones actuales e Interior (Junts) ve como “una opción” retomar el cierre comarcal. “Si no abren nada más, ya estaría bien: mantener el toque de queda y el cierre de restaurantes en las cenas está bien”, sostiene Trilla. Aunque el epidemiólogo duda de la viabilidad del cierre comarcal, sobre todo en zonas con tanta densidad de población como Barcelona. “Si no nos movemos por fuera, pero sí por dentro, estamos igual. A lo mejor hay que establecer medidas más selectivas según los territorios más afectados”, sugiere.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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