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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Vivienda para poder ser libres, en la Comuna y hoy

Disponer de un techo continúa siendo una necesidad humana no satisfecha, no es un derecho garantizado, y por eso continúa siendo un factor de movilización social y de lucha

Jordi Mir
Activistas por el derecho a la vivienda disfrazados con petos rojos consiguen parar un desahucio en Barcelona.
Activistas por el derecho a la vivienda disfrazados con petos rojos consiguen parar un desahucio en Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

“Hoy tomaremos la primera resolución sobre los alquileres, mañana será sobre el vencimiento de deudas...”. Esta fue la primera proclama de la Comuna de París. Así nos lo cuenta Prosper-Olivier Lissagaray en su Historia de la Comuna de Paris de 1871, la acaba de reeditar Capitan Swing con motivo del 150 aniversario de esta experiencia. La Comuna ha quedado en la memoria de diferentes generaciones por la libertad que generó al superar el poder político y económico de la época con una forma de organización social democrática y cooperativa. También por la represión sufrida por aquellas personas que le dieron vida. Así no los explica Eleanor Marx en la introducción. Ella se encargó de la edición del texto, un trabajo revisado y corregido por su padre.

“La Comuna, representante del gran principio que proclama la destrucción de todo privilegio, de toda desigualdad, está obligada por eso mismo a considerar los reclamos justos de toda la población, sin distinción de sexo (distinción creada y mantenida como necesidad del antagonismo sobre el cual reposan los privilegios de las clases dominantes)”. El pensador Michel Löwy para recordar la Comuna ha elegido esta declaración ciudadana comunera muy clara en la definición de los objetivos del proyecto que se intentaba crear. La reflexión de Löwy, junto con otras, se puede leer en ¡Viva la Comuna!(Editorial Bellaterra).

Los alquileres y las deudas están íntimamente ligados a la historia de la Comuna, a sus causas y a sus consecuencias. El Gobierno francés tras la derrota de la guerra Franco-prusiana acabó con la moratoria que existía de alquileres y deudas. Y la Comuna es una respuesta a ésta y otras opresiones. Hoy, 150 años después, disponer de una vivienda continúa siendo una necesidad humana no satisfecha, no es un derecho garantizado, y por eso continúa siendo un factor de movilización social y de lucha por una sociedad que genere democracia y libertad.

Podemos trazar el hilo de luchas por el derecho a la vivienda que unen nuestra actualidad con la Comuna. Podemos pensar en la aparición de la PAH en 2009 para responder a la situación en la que muchas personas que habían contratado una hipoteca no iban a poder pagarla, su lucha continúa hoy. También otros colectivos en barrios y municipios trabajan con métodos y objetivos parecidos. Posteriormente llegaron las agrupaciones de la Alianza contra la Pobreza Energética, el Sindicato de Inquilinas… Las crisis que la pandemia agudiza empeoran ahora la situación. El Fondo Monetario Internacional, de manera contraría a lo que acostumbra a proponer, está recomendando aumentar los impuestos a quien más tiene. Las administraciones públicas necesitan recursos para poder actuar.

La llegada al gobierno de la ciudad de Barcelona en 2015 de Barcelona en Comú hizo que las políticas públicas dedicadas a la vivienda tuvieran un giro significativo. Parte de sus integrantes provenían de la PAH, del Observatori DESC y de otros espacios que tenían este objetivo como una prioridad. Después de las elecciones de 2019 esta orientación se ha mantenido y aumentado. El gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos llevó estas prioridades al Gobierno español. A Unidas Podemos también hay personas que provienen de estos espacios.

Hace pocos días el Ayuntamiento de Barcelona informaba de que había podido evitar el 93% de las 450 órdenes de desahucio que afectaban a personas en situación de vulnerabilidad en las primeras semanas de 2021. Se han podido evitar tras un trabajo en el que participa la movilización social, la organización vecinal, la Unidad Antidesahucios del Ayuntamiento… Y la mayoría han podido evitarse utilizando el Real Decreto Ley 37/2020 que amplia la moratoria de desahucios existente.

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De la misma manera que nos preocupa el colapso sanitario ante los efectos de la pandemia y lo que eso puede suponer al no garantizar el acceso a la sanidad, debemos conseguir dar respuesta al colapso que supone no disponer de vivienda

Más allá de partidismos, necesitamos analizar las diferentes políticas públicas de vivienda que se han hecho en las últimas décadas. Desde la movilización social, desde el Ayuntamiento de Barcelona…, reivindican más. Reivindican una Ley de Vivienda que divide por ahora al Gobierno español. En Catalunya se ha llegado a un acuerdo para que Endesa asuma el 50% de la factura de la pobreza energética y parte de la deuda acumulada. La moratoria de desahucios no puede acabar con la finalización del estado de emergencia. Tampoco la pobreza energética puede depender de acuerdos puntuales. Necesitamos convertir en estructurales las medidas para poder garantizar derechos como el de la vivienda.


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