Menos accidentes pero más velocidad en Barcelona
El balance de siniestralidad de 2020 se salda con una caída del 38% debido a las restricciones de la movilidad por la pandemia
El año 2020 se cerró con un balance de siniestralidad en Barcelona que, como en todas las estadísticas del año del coronavirus, romperá la serie. La ciudad registró un 38% menos de accidentes de tráfico (5.715) debido al descenso de la movilidad en distintas fases de confinamiento durante la pandemia. El porcentaje de heridos leves, graves y fallecidos cayó en cifras muy parecidas. En cambio, la fluidez del tráfico durante muchas semanas provocó un aumento de la velocidad: las multas por superar el límite se duplicaron, informó ayer el Ayuntamiento.
Las infracciones por circular con exceso de velocidad superaron las 600.000. Una cifra insólita que tanto la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, como el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, convinieron que hay que reducir. Batlle habló de la “falsa sensación de seguridad” que se produce cuando hay menos tráfico. Y Alarcón advirtió de que “Barcelona debe levantar el pie del acelerador”. Hace días que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau anuncia que hará públicas medidas para reducir la velocidad en la ciudad pero por ahora no las ha detallado. Batlle afirmó incluso que, vistas las infracciones, se plantean reducir la velocidad en toda la ciudad a un máximo de 30 kilómetros por hora.
La cifra de accidentes con víctimas se cerró en 2020 con 5.715 de los siniestros con víctimas, la cifra más baja de los últimos 16 años, destacaron los responsables de movilidad y seguridad. Los heridos graves fueron un 39% menos (141), los leves también un 39% menos (7.064) y las víctimas mortales, un 36,4% menos (pasaron de 22 a 14 personas fallecidas, 12 hombres y dos mujeres). La mitad de los muertos en accidente eran motoristas, cuatro eran peatones, uno ciclista, otro de turismo y un último conducía un patinete.
Respecto a estos datos, el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, puso el acento en tres cuestiones. Una, el 87,9% de los heridos graves fueron motoristas, peatones, ciclistas o conductores de Vehículos de Movilidad Personal (básicamente patinetes). Dos, aumentó la presencia de patinetes en los siniestros. Y tres, la falta de atención en la conducción, mayoritariamente por uso del móvil, fue la causa principal de 1.300 siniestros. Un número que Velázquez señaló que es “evitable”.
En la misma línea de cifras a la baja, en 2020 disminuyeron los vehículos implicados en siniestros (un 42% menos pasando de 18.975 a 10.855). Pero aumentó la presencia de los patinetes, del 2,6% al 4,4%, casi el doble. Los siniestros más frecuentes fueron colisiones traseras, impactos relacionados con la falta de atención, exceso de velocidad, colisiones laterales, fronto-laterales y atropellos.
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