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Las matéricas pinceladas XXL de Yago Hortal

Enrique Juncosa comisaria en Can Framis una retrospectiva del joven pintor al que considera sucesor de Tàpies y Barceló

José Ángel Montañés
Yago Hortal delante de 'SP124' y 'SP123', dos de las obras que presenta en la exposición de Can Framis de Barcelona. / J. Á. M.
Yago Hortal delante de 'SP124' y 'SP123', dos de las obras que presenta en la exposición de Can Framis de Barcelona. / J. Á. M.

Las obras de Yago Hortal (Barcelona, 38 años) no llevan título. Tan solo una pequeña inscripción con las iniciales de la calle donde está el taller en la que las ha pintado y un número de orden: ‘V’ de Viseu, en Portugal, donde residió en 2008, tras acabar sus estudios de Bellas Artes; ‘P’, de Pórtola, su primer taller tras su vuelta a Barcelona; ‘K’, en la calle de Kunstabrik, en Berlín, donde vivió en 2010; ‘SP’, Sant Pere Més Alt, su penúltimo taller en Barcelona y, las más recientes, ‘Z’, por Zamora, la calle donde pinta sus últimas obras. Esto le permite, por un lado, no condicionar a quién contempla sus pinturas y, por otro, poder ordenar sus cuadros cronológicamente, sin tener que pensar donde estaba cuando la pintó y si una la hizo antes de las otras; además de poder situar en cada momento los intereses que le han ido acompañando en estos años.

No lo ha tenido difícil entonces Enrique Juncosa (gran especialista en Miquel Barceló) para ordenar las 36 obras que ha seleccionado de este joven y reputado artista para poder montar Aquello era antes, esto es ahora, la primera retrospectiva que aborda la pintura realizada en estos 14 años por Hortal.

Un tríptico creado por Yago Hortal que se puede ver en la exposición de Barcelona.
Un tríptico creado por Yago Hortal que se puede ver en la exposición de Barcelona.

En la muestra, inaugurada en Can Framis de la Fundación Vila Casas de Barcelona hasta el 30 de mayo, pueden verse las características obras coloristas de Hortal que radian optimismo y levantan la moral, algo tan necesario en estos tiempos de pandemia. “Hortal ha revisado el formalismo creando imágenes a partir del lenguaje de la pintura, tratando ese lenguaje como un material y creando obras, al final, románticas, hedonistas y celebrativas, con gestos épicos y exagerados”, explica Juncosa, que no duda en calificarlo como un pintor continuista de la tradición matérica catalana que incluye a Tàpies y a Barceló, “aunque su gama cromática no podía ser más distinta”.

Las pinturas de Hortal están creadas con enormes pinceles que el mismo artista crea para poder arrastrar gran cantidad de pintura sobre la tela en un solo movimiento. El resultado son unas pinceladas XXL que toman gran parte de los lienzos, en los que también hay muchas salpicaduras y materia que se superpone sobre los fondos planos y luminosos que crea con pigmentos acrílicos. “Las pinturas hablan del proceso de trabajo y de su técnica. Es indispensable hablar de la pintura, mientras va tomando forma”, asegura el artista. En algunas, la masa pictórica es tan densa que desborda el lienzo y adquiere un aspecto de merengues que dan ganas de comer. Otras, parecen enormes seres multicolores que viven en un fondo acuoso, o, como apunta el comisario, “eyaculaciones” teñidas de un azul intenso.

La obra 'SP133', de Yago Hortal.
La obra 'SP133', de Yago Hortal.
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Es por eso por lo que para el director de la Fundación Vila-Casas, Àlex Susanna, Hortal pertenece a una de las “últimas generaciones de artistas que han vuelto a la pintura desinhibidamente” y a “contra corriente dentro de la misma abstracción”.

A lo largo de cinco salas se puede ver la progresión en la obra de Hortal. En la última, en algunas de las obras, pocas, los colores vibrantes y casi ácidos dejan paso a colores más oscuros, casi negros. “Son tonos más oscuros, más sucios; pero no tienen nada que ver con la pandemia”, aclara el pintor. La prueba. Que enfrente se pueden ver cuadros hechos a la vez en la que vuelven a aparecer el naranja, aunque no tan luminoso y casi embarrado con fondos oscuros con grafitos, negros y azules ultramar. “No tienen nada que ver con la decadencia y si con el traslado a un nuevo taller en el Poblenou”, cuenta Hortal que, tras acabar sus estudios comenzó a exponer, con 25 años.

Su primera individual fue en 2008, coincidiendo con el estallido de la gran crisis económica. Fue en la Galería Senda de Barcelona que sigue siendo su galería de referencia y por eso, este lunes Carlos Duran le acompañó en la presentación de la exposición. Después ha expuesto en Austria, Berlín o Nueva York, entre otros muchos sitios participando en varias exposiciones colectivas en España, Europa y Estados Unidos.






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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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