La residencia de Tremp ya suma 53 muertes

El coronavirus sigue matando en la residencia Sant Hospital de Tremp (Pallars Jussà). Tras contar cuatro defunciones en un solo día el número total de muertes se elevó este lunes hasta las 53. La virulencia con la que se ha propagado el virus en el geriátrico parece no tener freno y los funestos datos chocan con el cruce público de acusaciones entre la Fundació Fiella, propietaria del centro, y la Generalitat. El enfrentamiento se ceba en la depuración de responsabilidades acerca de la atención clínica que se ha hecho en la residencia y en los fallos para contener el brote, que en total ha infectado a más de 120 internos y a medio centenar de trabajadores.

El sacerdote Josep Maria Mauri, miembro del patronato de la Fundació Fiella, manifestó este lunes que la gestión anticovid en el Sant Hospital fue “modélica” hasta que el departamento de Salud decidió intervenir el geriátrico. En declaraciones a TV3, Mauri avanzó al 26 de noviembre la fecha en la que Salud tomó las riendas del centro y defendió que, hasta entonces, se habían contado “solo siete defunciones”. Según el clérigo, “a partir del 26, el responsable de lo que pase en la residencia es Salud”. Joan Antonio Mateo, párroco de Tremp y presidente de la Fundació Fiella, aseguró en un comunicado que “en ningún momento los abuelos estuvieron desatendidos”. La fundación defiende que ha actuado con “transparencia” y ha anunciado que tomara medidas contra las acusaciones que le lanza la Generalitat.

La consejería de Salud afirma que relevó a la Fundació Fiella el día 28, cuando los muertos alcanzaban la decena. Para la consejera Alba Vergés la crisis en el centro de mayores es “grave” y avisa que la situación sigue “muy complicada”, con 68 residentes positivos y un solo negativo. Otros doce están ingresados en el Hospital Comarcal.

Intervenida a los 10 días

El primer atisbo de coronavirus en el Sant Hospital se descubrió el 19 de noviembre. Un trabajador dio positivo. La Generalitat mantiene que, desde entonces, procedió a hacer un “seguimiento” de la evolución del brote. Tardó diez días en ordenar la intervención pese a que, según afirma, los inspectores descubrieron lagunas de higiene y carencia de medidas anticontagio en el centro: falta de personal, incorrecto uso de los equipos de protección individual (EPI), desinfección insuficiente e irregularidades en el aislamiento de los internos. “No lo podemos aceptar de ninguna manera”, replica Mauri, y defiende que “todo el mundo estaba muy contento de la residencia”. El portavoz de la Fundació Fiella solo admite un déficit de personal, tras haber enfermado parte de la plantilla por culpa de la covid 19.