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La junta de portavoces aplaza el debate de la Ley de Cámaras

El PSC pedirá un informe a Garantías Estatutarias y deja en el aire que se apruebe en esta legislatura

Pere Aragonès i Albert Batet, al Parlament de Catalunya.
Pere Aragonès i Albert Batet, al Parlament de Catalunya.Massimiliano Minocri
Àngels Piñol

La junta de portavoces del Parlament no incluyó en el orden de día del Pleno de la próxima semana el proyecto de la ley de Cámaras que persigue aumentar la representatividad de esos organismos en las instituciones además de mejorar su financiación. Junts per Catalunya, ERC y la CUP rechazaron las peticiones de reconsideración y el debate se hará al final por lectura única posiblemente en el último Pleno del año fijado para el 15, 16 y el 17 de diciembre. El PSC elevará la ley, si se aprueba, al Consell de Garantías Estatutarias.

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Alicia Romero, diputada del PSC, alegó que una norma de ese calado no puede reducirse a dos únicos puntos, como el de la representatividad y el de la financiación, y que pedirán el dictamen a Garantías Estatutarias. La tramitación por vía de urgencia implica acortar los tiempos y el órgano tendrá siete días para dictar su informe. Con todo, es muy probable que la norma no se apruebe esta legislatura. El expresident Quim Torra se reunió ayer con Joan Canadell, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, pidiendo la aprobación de la ley. “Es imprescindible que las cámaras tengan el reconocimiento y las competencias previstas en la ley para que puedan continuar su valiosa aportación al país”, dijo.

Albert Batet, de Junts, lamentó no haber gozado de la mayoría para incluir la ley en el orden del día y dijo que su grupo estaba cohesionado, en alusión a los diputados del PDeCAT que por su lado dicen no haber decidido su voto. Las versiones son dispares: Junts dice que quiso elevarlo al Pleno y que no tuvo mayoría ante el silencio de ERC y la abstención de la CUP; los republicanos que no se debatió; el PSC a una cuestión de procedimiento y el PP a que ERC se plantó ante Junts.

Canadell es un empresario de marcado perfil secesionista que ha dado un giro a los posicionamientos políticos y sociales de la institución y se ha convertido en un aliado de las tesis del procés, al punto de atreverse a echarle un pulso, que perdió, a Elisenda Paluzie para hacerse con la presidencia de la Asamblea Nacional Catalana. La patronal Foment y PIMEC y los sindicatos remitieron cartas al Govern solicitando el aplazamiento del debate sobre la ley hasta que no haya consenso.

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