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Cabrera de Mar frena la operación urbanística de Xavier Vendrell investigada en el ‘caso Voloh’

La oposición y el PSC, en el Gobierno, piden aclaraciones del trámite en el que el juez ve un posible tráfico de influencias

Camilo S. Baquero
Entrada de la finca Villa Bugatti, en Cabrera de Mar (Maresme)
Entrada de la finca Villa Bugatti, en Cabrera de Mar (Maresme)Joan Sanchez (EL PAÍS)

El pleno de este jueves en el Ayuntamiento de Cabrera de Mar (Maresme) no será plácido. Es la primera sesión después de conocerse un posible caso de tráfico de influencias y prevaricación en ese municipio para beneficiar un proyecto del exconsejero de ERC, Xavier Vendrell, destapado en el caso Voloh. Los abogados del Consistorio han frenado la tramitación urbanística que permitía abrir una escuela en el recinto Villa Bugatti y la oposición apretará para que se aclaren los hechos.

Cabrera está gobernado por un tripartito que sobre el papel parece imposible. Junts (con el alcalde Jordi Mir a la cabeza), ERC y el PSC comparten el poder y han tenido que soportar el temporal desatado a raíz de unas intercepciones telefónicas de la Guardia Civil avaladas por la Justicia pero que la Fiscalía cuestionó. Los socialistas incomodaron a sus socios pidiendo revisar la tramitación mientras que parte de la oposición se queja de no tener acceso a toda la documentación.

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La ANC convocó a concentrarse en el Ayuntamiento el pasado 28 de octubre, cuando la Guardia Civil hacía el registro. Entre los secesionistas cundía entonces el sentimiento de que se trataba de “una nueva operación contra el independentismo”. Los recelos hacia la Benemérita no han desaparecido, pero el descubrimiento de 38.000 euros en efectivo en la oficina de Enric Mir, el exhombre fuerte de los republicanos en el municipio y exresponsable de urbanismo, deja muchos interrogantes. “Cuando supimos lo del dinero, la verdad es que lo vimos todo distinto”, explica Anna, una vecina.

ERC dejó caer a Mir y puso el énfasis en que ese dinero, de una supuesta compraventa de un inmueble familiar, no tenía nada que ver con las pesquisas. Pero el sumario, de una pieza separada a la que investiga el desvío de fondos públicos a Carles Puigdemont, incluye escuchas que muestran que el desde hoy exconcejal podría haber cruzado la línea de asesorar a Vendrell en su proyecto para pasar directamente a darle un trato de favor.

El trámite de la operación promovida por Vendrell y su socio, Patricio Chadwick, estaba lejos de completarse. El Consistorio ha decidido frenar el proceso a la espera de que la investigación judicial siga su curso. En el grupo municipal de la CUP creen que parar ahora es alimentar más la sombra sobre la operación aunque se muestran críticos con, por ejemplo, que no se les deje acceder a alguna documentación. El edil de Gent de Cabrera, Antoni García, considera de “salud política” que el Consistorio frenara a la espera de aclarar dudas.

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El pleno votó, en febrero pasado, la aprobación inicial de la modificación urbanística para, entre otras cosas, abrir una escuela para niños con necesidades especiales. Los dos regidores de Gent de Cabrera se abstuvieron y los anticapitalistas y Alternativa Independiente (cada uno con un edil) votaron a favor. Elena Carreras, número dos de la CUP, era la responsable pedagógica de la escuela que Vendrell pretende abrir. Las escuchas son posteriores.

Presiones a Educación

La idea de ubicar la escuela El Brot generaba simpatía en el municipio. Pero la modificación, según el expediente consultado por este diario, también implicaría abrir la puerta a solicitar la ubicación de otras actividades relacionadas con la restauración (en Villa Bugatti se celebran banquetes desde 1990) como una escuela de cocina y usos residenciales derivados, como una residencia estudiantil. Vendrell y sus socios tendrían a su disposición 18.000 metros cuadrados de techo para darle, por ejemplo, uso hotelero. El estudio económico presentado, sin embargo, no hace referencia a los ingresos que podría tener con esa actividad y se realiza con base en las más bajas.

La tramitación del dosier, defienden desde el Consistorio, es urbanísticamente “impecable” y contiene todos los informes necesarios de otras entidades como el Departamento de Territorio o la Agencia Catalana del Agua. Algunos curiosos si se miran en perspectiva y se tiene en cuenta que el juez investiga decenas de llamadas de Vendrell a altos cargos del departamento de Enseñanza para intentar lograr el concierto educativo para abrir la escuela. Gran parte de la justificación del “interés público” de la operación es, precisamente, abrir una escuela que el propio informe insiste en que es un “centro privado”.

El visto bueno de los servicios territoriales del Maresme ve positivo aumentar la reserva de espacio para escuelas pero advierte que “no nos consta ninguna necesidad de suelo adicional para equipamiento educativo ni en la actualidad ni en el futuro”.

“He visto a algunos chavales del pueblo currar de camareros en los eventos de Villa Bugatti”, defiende otro vecino. El futuro de los usos de esa finca siguen en el aire. Las escuchas también hablan de un “movimiento de tierras” con el objetivo de ir adelantando los trabajos. Desde el Ayuntamiento aseguran que no se ha realizado ninguna inspección para confirmar ese extremo.

El informe del secretario que la oposición no pudo ver

La figura del secretario municipal tiene un rol capital en la operación de Villa Bugatti. Albert Mustarós, al que desde la oposición y el propio Gobierno le reconocen su rigor, ocupó ese cargo hasta junio. La CUP, por ejemplo, acepta que el visto bueno del funcionario “contribuyó” a que apoyaran la modificación urbanística.

Sin embargo, el expediente revela que el sí de Mustarós tiene algo de crítico. En el texto pone de manifiesto la falta de medios que tiene para realizar sus funciones y aclara que se trata de una mera “nota de conformidad” que se basa exclusivamente en la asesoría jurídica encargada por el Ayuntamiento a un abogado externo. Gent de Cabrera, la CUP y algunos miembros del Gobierno municipal aseguran que no han tenido acceso a dicho informe y que solo se comunicó que se posicionaba favorablemente.

Por el tamaño de Cabrera, el secretario también hace de interventor. Varias voces agregan que el secretario y el alcalde, Jordi Mir, habían chocado en varias ocasiones.

La marcha de Mustarós a otro municipio añadió problemas a la operación de Vendrell y el exregidor de urbanismo, Enric Mir (ERC), le pidió ayuda. “Me interesaría que entrara un afín. El que teníamos ni era ni nuestro ni suyo, era un funcionario y punto”, le dijo el concejal a Vendrell en una de conversación del 22 de septiembre. El exconsejero no duda en mover los hilos en el partido y la Diputación e incluso llega a proponerle indirectamente el cargo a un militante de ERC, Marc Alegre, el 3 de octubre. “¡El Alegre te lo haría de puta madre! Ya sé que estás viviendo de puta madre pero es que, tío, tenemos aquí un marrón. Con dos tardes vale”, le dice Vendrell. El alcalde explicó que Mir sí llegó a proponer Alegre pero no tenía la cualificación requerida y el cargo sigue vacante.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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