Cataluña se estanca entre malas aguas

El 63% de las masas de agua de los ríos catalanes están en “mal estado”, atendiendo a criterios comunitarios, y siete de cada 10 acuíferos están contaminados, según los datos que la Agencia Catalana del Agua (ACA) recoge en un documento previo al Plan de Gestión de Distrito de Cuenca Fluvial 2022-2027, pendiente de aprobación. En un exhaustivo informe, los técnicos alertan especialmente de la elevada presencia de nitratos en aguas subterráneas. “No se observa una clara mejora en los últimos 19 años”, advierten. Los malos datos alejan a la comunidad del objetivo de descontaminación total fijado por la directiva europea del agua para 2027.

El parámetro utilizado por la agencia pública gestora del agua analiza, con datos de 2019, tanto el estado biológico, para el que se tiene en cuenta la presencia de flora y fauna, como el químico. A punto de cerrar el vigente ciclo de planificación (2016-2021), las únicas aguas que a día de hoy cumplirían con los objetivos marcados para finales de 2021 serían las costeras (61% en buen estado). Si bien desde 2015 las de río han mejorado en un 2% (del 35% al 37%) y las de zonas húmedas en un 10% (del 25% al 35%), el remonte es insuficiente y no compensa el descalabrado de embalses (con una caída del 23%) y acuíferos (un 11%).

Ríos. Dentro de las aguas consideradas en “mal estado” por la Generalitat, las de los ríos Llobregat, Anoia, el Besòs y el último tramo de la Tordera y el Ter incumplen tanto el criterio biológico como el químico.

El río Llobregat, en su día el más industrializado de España y cuna de la industria textil catalana, sigue soportando los estragos de la actividad minera en la comarca del Bages. Aunque los técnicos de la ACA destacan la mejora del río en las últimas dos décadas en los niveles de cloruro, también advierten que los objetivos de descontaminación no se han asumido “de manera significativa y permanente”. Preocupa también el río Francolí, que ha pasado en 2015 de estar en “buen estado” a detectarse plaguicidas.

Acuíferos. Lejos de remitir, el histórico problema por nitratos en las aguas subterráneas afecta ya al 68% de los acuíferos. Las zonas contaminadas se encuentran en la periferia de la capital, el litoral y prelitoral de Tarragona y Barcelona y las zonas de gran producción agraria (Lleida, Cataluña Central, Plana de Vic, cuencas del Manol y Muga, Baix Penedès y les Terres del Ebre). “La mayoría coinciden con la delimitación en zonas vulnerables por nitratos de origen agrario”, detallan los técnicos. “Confiábamos que la ACA estaba haciendo su trabajo y tras ver los datos nos hemos quedado alucinados. Es inexplicable que después de tantos años se sigan sin tomar medidas efectivas. Llegaremos al 2027 y nos caerán sanciones”, alerta Quim Pérez, miembro de Ecologistas en Acción.

La Comisión Europea (CE) dio un ultimátum el pasado junio a España para que afrontara la problemática y alertó de las carencias de Cataluña para seguir los suelos contaminados. En los análisis que según fuentes de la ACA se están realizando en la actualidad, se podrá comprobar si la medida de limitar las ampliaciones de explotaciones porcinas, tomada por la Generalitat en 2019, tendrá o no un efecto tangible.

Embalses. Gaia (Tarragonès), Foix (Alt Penedès) y Sau (Osona) muestran los mayores signos de mal estado. Los dos primeros, ambos pequeños, sufren vertidos urbanos, industriales y agrícolas. Foix es el embalse que históricamente siempre ha estado peor, detalla el informe, debido a su escasa capacidad de renovación. En Sau, la ACA ha detectado plomo y en Baells (Berguedà) aditivos. De 12 embalses, 8 no presentan químicos.

Aguas costeras. Son las únicas que a día de hoy cumplirían con los objetivos marcados para finales de 2021. El agua de Roses-Castelló d’Empúries, Blanes-Pineda de Mar, Mataró-Montgat, Barcelona-Port de Barcelona, y Ametlla de mar, ha mejorado respecto a 2015. En cambio Canyelles (en la bahía de Roses), ha empeorado por la invasión de un alga invasora. Las aguas donde se detecta un incumplimiento químico son las de la desembocadura en Barcelona del río Besòs y el Llobregat.

Zonas húmedas. Las mejor conservadas son las que se encuentran en zonas poco urbanizadas de las partes altas de las cuencas. “Dentro de los espacios protegidos, como en los Aiguamolls del Empordà, se han detectado incumplimientos puntuales de indicadores biológicos, y en zonas como el delta de Llobregat y la Tordera se suman masas en mal estado químico por presencia de metales”, detallan los técnicos en el informe.