Grandes viajes y aventuras a 8 euros, el doble, a 15

Arranca la Fira del Llibre d’Ocasió Antic i Modern (en paseo de Gràcia, hasta el 4 de octubre, con las medidas de seguridad anticovid pertinentes) y es momento de ponerse a rebuscar como si nos fuera en ello la vida. Los grandes viajes y aventuras clásicas, por ejemplo, se despliegan en la mesa central de la caseta de la librería Reus-París-Londres de manera irresistible. Dunas, océanos, junglas, hielos. De Médico de esquimales, de Aage Gilberg, a Mau-Mau, terror en África, de C. T. Stoneham (¡chúpate esa, Ngugi wa Thiong’o!). Peligrosas exploraciones, escaladas, inmersiones. Y a 8 euros el volumen, dos por 15 euros, tres por 20. Verdaderas joyas del género como Victoria en el desierto, de Peter W. Rainier, el tipo que puso el agua para el 8º ejército o la buscadísima ¡Al África tras las aves de paso!, de Bengt Berg. Por un poco más, 10 euros, te puedes llevar cualquier título de los libros amarillos de Juventud, las formidables historias de Heyerdahl, Tailliez, Harrer, Peissel, Hass y tantos otros.

En la caseta de la García Prieto, una extraordinaria sorpresa que dejará sin aliento (y sin pasta) a más de uno. Han descargado la biblioteca de un anónimo gran lector de las aventuras marinas, la aviación y la exploración polar, y está a la venta una larga lista de títulos que ponen los dientes largos de clásicos en inglés de esos temas, en maravillosas ediciones antiguas, y a un precio muy asequible. Entre los libros, la biografía de Shackleton de los Fisher por 10 euros. No busquen Iron Coffins, me lo he llevado yo.

La Fira se revela una vez más como ese lugar para encontrar lo que deseabas a un precio muy bueno y para descubrir maravillas como un pescador de perlas revolviendo el lecho marino. Cada uno tendrá sus gustos, pero quien firma ha hallado cuentos de dinosaurios de Ray Bradbury (este año de su centenario) ilustrados por artistas como Moebius. Y una antigua edición de Grieta en el glaciar de Frison-Roche. Hay para todos los gustos desde luego: textos de Ulrike Meinhof, novelas de Stephen King, joyas de bibliófilo (ahí siguen los Aldobrandi), Salgaris a 5 euros...

La feria, que incluye una pequeña exposición de obras de Josep Carner, se ha inaugurado este viernes con un pregón del escritor Lluís Calvo que hizo una loa a los libreros de viejo. Por su parte, el presidente del Gremi de Llibreters de Vell de Catalunya, Marçal Font, alertó de que el libro de segunda mano vive la crisis del libro de manera especialmente grave. Font subrayó el valor cultural de ese tipo de libros y la función esencial del librero de viejo en la cadena del consumo.

La excepcionalidad pandémica de esta 69ª edición (desde luego la cifra invita a inclinarse por algún libro erótico: los hay), no provoca demasiadas incomodidades al cliente. Hay que desinfectarse las manos en el dispensador de gel que hay en cada caseta, seguir una dirección de marcha (mar-montaña), llevar mascarilla y mantener las distancias (con los otros clientes, no con los libros). Queda a discreción cómo y cuánto tocar el volumen deseado.

El hecho de que lloviera a mediodía preocupó a los libreros (“solo faltaba esto”) pero luego el cielo fue compasivo y por la tarde se fue incrementando el número de visitantes. Otro librero expresó el deseo general: que la cosa vaya como la Setmana del Llibre en Catalá, con gente predispuesta a comprar y no solo a pasear. Por la calidad de la oferta no quedará...