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Los museos desconfinados preparan su reapertura

El Museo Nacional Arqueológico de Tarragona abrirá el martes 19 pero los centros del Alt Pirineu i Aran no lo harán hasta la segunda mitad de junio

Algunas de las piezas arqueológicas de la exposición de síntesis que el MNAT ofrece en el Tinglado 4 del puerto de Tarragona, a la espera de visitantes. MNAT
Algunas de las piezas arqueológicas de la exposición de síntesis que el MNAT ofrece en el Tinglado 4 del puerto de Tarragona, a la espera de visitantes. MNATG. Jové (EL PAÍS)
José Ángel Montañés

Cataluña está dividida. La crisis sanitaria ha hecho que solo dos áreas hayan pasado a la fase 1: Alt Pirineu i Aran y Camp de Tarragona-Terres d’Ebre permitiendo que en estas zonas en las que viven solo el 10% de los catalanes (unas 770.000 personas) den un paso más hacia la desescalada. En cuando a museos se refiere eso comportará que pueden reabrir puertas 15 centros de los 116 registrados ubicados en estos dos extremos de Cataluña desde el pasado lunes día 11. Ninguno lo ha hecho y tampoco lo hará durante esta semana y solo se espera que se pueda visitar el día 19 el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT), que conserva el rico legado romano de la ciudad, pero que en esta ocasión será pionero de la llamada “nueva realidad”. En la zona norte, los museos del Pirineo han decidido retardar su apertura a partir de la segunda mitad de junio, cuando está previsto que el resto de las zonas sanitarias catalanas pasen a la deseada fase 1 que permite el desplazamiento dentro de la provincia.

“Desde Semana Santa trabajamos en el desconfinamiento, lo que no sabíamos en qué fecha se produciría el cambio de fase. Estamos implementando todas las medidas sanitarias y de seguridad establecidas por los protocolos, tanto para el equipo como para los visitantes que estarán listas el viernes y así poder abrir el martes. Pero solo el museo, no el resto de instalaciones, que son yacimientos, como el teatro romano, la villa de Els Munts, la necrópolis romana, Centelles y el Arc de Berà y la Torre de los Escipiones”, explica Mònica Borrell, directora del MNAT en referencia al Tinglado 4, el edificio del puerto en el que desde 2018 puede verse una exposición de síntesis mientras se reforma la sede histórica del centro en la plaza del Rei. En 2019 los diferentes espacios del museo recibieron 44.784 visitas, 18.371 en el tinglado.

“Técnicamente está bien así, porque podremos atender todas las necesidades e ir abriendo de forma progresiva. El tinglado es un edificio de 800 metros cuadrados, 600 de exposición, con un recorrido lineal de un solo sentido; una instalación nueva en un espacio diáfano. Hay muchas piezas; pero es una exposición clásica con pocos interactivos y es un espacio fácil de gestionar. No es Port Aventura. Si nuestro museo fuera diferente, quizá no nos lo habríamos planteado”, prosigue Borrell.

Otra de las estancias vacías del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) que reabrirá en día 19. / MNAT
Otra de las estancias vacías del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) que reabrirá en día 19. / MNATG. Jové (EL PAÍS)

Esta semana se está formado a las 10 personas encargadas de atender al público, que forman equipos de cinco y se están fijando las pautas para el equipo de limpieza.

“Es un reto, pero el planteamiento es que podemos hacerlo; por supuesto no habrá actividades, conferencias, ni visitas guiadas, las tablets serán sustituidas por aplicaciones que el visitante se descargará en el móvil, una opción que ya existía”. También se trabaja para que todo el material que se entregaba para ayudar en la visita se haga de forma digital. “El proceso de virtualidad se ha acelerado con la pandemia, pero en dos meses de confinamiento no se puede hacer la revolución de un museo”, sentencia Borrell, que sabe que la recuperación de su vuelta a la normalidad será mirada de cerca por otros museos, sobre todo de la Agencia Catalana de Patrimonio de la Generalitat, de la que depende desde 2014 y que les da soporte técnico.

“Este domingo cuando supimos que había zonas que pasaban de fase se valoró la posibilidad de abrir algunos centros y que funcionara de prueba piloto, por eso el lunes 18 abre el Arxiu Històric de Tarragona y al día siguiente el MNAT, para que sirvieran de ejemplo”, explica Elsa Ibar, directora general de Patrimonio de la Generalitat.

“Reabrir nos servirá a nosotros y al resto de museos, en especial a los de la Agencia; pero si han reabierto las tiendas, los supermercados y las peluquerías, los museos también tienen que ir abriendo para ir recuperando el ritmo de vida normal”, prosigue Borrell. “Abrir un museo siempre es una responsabilidad. Ahora más porque estamos delante de unas circunstancias muy particulares. Pero hay el convencimiento de que con las medidas que estamos tomando se hará bien, aunque haya que corregir y replantear cosas. Hay que ir recuperando el ritmo de vida normal, aunque sea con mascarillas, geles y colas”, concluye.

Primeras medidas de limpieza para la reapertura del Ecomuseu de les Valls d'Àneu. / ECOMUSEU DE LES VALLS D'ÀNEU
Primeras medidas de limpieza para la reapertura del Ecomuseu de les Valls d'Àneu. / ECOMUSEU DE LES VALLS D'ÀNEU

En la parte norte de Cataluña, Jordi Abella, director del Ecomuseu de les Valls d’Àneu, trabaja en la reapertura de su museo situado en la localidad de Esterri d’Àneu, Pallars Sobirà, una de las comarcas leridanas que forman parte de la otra zona sanitaria del Alt Pirineu i Aran. “Los museos del Pirineo no abriremos por ahora, sino a partir de la segunda mitad de junio. La ventaja es que cuando los demás territorios pasen de fase, nosotros ya estaremos preparados para abrir. Ahora estamos implementando las medidas de seguridad y protocolos en cada uno de los centros de la zona, porque los museos tienen que ser lugares seguros”, explica Abella, director también de la Xarxa de Museus i Equipaments Patrimonials de l’Alt Pirineu que aglutina un total de 50 centros, incluyendo los cinco registrados por la Generalitat en esta zona, repartidos por cinco comarcas leridanas que según los últimos datos reciben unos 150.000 visitantes; unos centros dedicados a la etnología, la arqueología, la naturaleza, en su mayor parte.

“Estamos haciendo un planteamiento común, pero cada centro tiene sus ritmos y dinámicas. Algunos centros abren solo de cara al verano y tienen más tiempo”, prosigue. Y asegura que el cierre “ha sido un golpe económico muy grande. Hemos perdido el final de la temporada de invierno en la que los esquiadores completaban sus actividades deportivas con las culturales; la Semana Santa y los grupos escolares, pero intentaremos salvar el verano”. Abella reivindica el papel de estos centros: “No solo el turismo da sentido a nuestros museos; se trabaja con las comunidades locales; son necesarios para el territorio y sirven de apoyo al sector cultural de las comunidades, porque las grandes infraestructuras del país están muy lejos. El turismo ya llegará”. Para él “la responsabilidad de abrir es grande; lo peor que nos podría pasar no para los museos del Pirineo, sino de cualquier otro lugar del mundo, es que un museo fuera un foco de la covid-19”.

Fases hacia la normalidad

Elsa Ibar, directora general de Patrimonio de la Generalitat, trabaja duro en la Consejería de Cultura para poner a punto los museos y equipamientos patrimoniales para su apertura. “Estamos elaborando los protocolos de desconfinamiento. El marte se envió al Procicat los referentes a archivos para que los apruebe y este jueves, después de consensuarlos con el sector, se hará lo mismo con los de museos y sitios arqueológicos. Se trata de un marco y unas recomendaciones generales que profundizan en lo que marcó el Ministerio en el BOE, para que cada equipamiento desarrolle y adapte a su plan de contingencia”.

Estos planes marcan unas etapas. “Una primera fase preparatoria donde se dicen qué hay que tener para poder abrir: mascarillas, pantallas, señalización, etcétera. Una segunda sobre la incorporación de los equipos y una tercera de apertura al público, que tiene a su vez dos fases, una más restringida, con visitas individuales y familiares, pero no grupales en la que tampoco habrá actividades, ni talleres ni visitas de grupo y otra en la que ya se volverá a la normalidad”.

Ibar reconoce que para el sector la pandemia “ha sido una sacudida económica y social, pero por suerte trabajamos con la mirada del Plan de Museos que ahora, más que actualizarlo tendrá que reenfocar aspectos como considerar el museo como espacios para la ciudadanía, más allá de simples almacenes; algo que ya estaba contemplado, pero que se reforzará”, concluye.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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