En casa de Dalí, Gaudí y Pau Casals, desde nuestra casa

Durante décadas, Salvador Dalí y Gala pasaban largas temporadas en su casa de Portlligat, cerca de Cadaqués. Desde primavera hasta entrado el otoño la pareja se refugiaba en esta laberíntica casa, que construyeron a base de sumar pequeñas barracas de pescadores. Dalí pintaba en su estudio y Gala leía en su habitación amarilla o hacía de modelo. Tan solo rompían su confinamiento voluntario para salir a pescar (sobre todo ella), nadar en alguna de las cercanas calas y pasear los domingos hasta Cadaqués. Ellos ya no están, pero su espíritu sigue recorriendo las estancias de esta vivienda tan personal como ellos.

Como todos los museos y centros culturales de España, Porlligat permanece cerrada para impedir que el coronavirus avance. Por suerte, desde el confinamiento de nuestras casas podemos recorrer los rincones de esta vivienda única y ver, desde la distancia, cómo era el famoso vestidor de Gala en cuyas puertas colocó cientos de fotos para ilustrar sus vidas y contemplar el taller donde el artista creó algunas de sus mejores pinturas.

Todo, gracias a las visitas y tours virtuales de realidades aumentadas y apps que los responsables de los Museos Dalí, y de muchos edificios vinculados con arquitectos y creadores han desarrollado y que, en estos momentos, se han convertido en fundamentales. “En 24 horas nos ha cambiado la vida de una forma brutal”, explica Isabel Vallès, responsable, junto con Laura Pastor, de Cases Singulars, que gestiona desde 2010 la apertura al público de una decena de casas y espacios patrimoniales de Barcelona cerrados, hasta ese momento, al público, como la Casa Rocamora, el estudio de Oleguer Junyent, el Palau de Baró de Quadras, la Casa Batlló, la Casa Amatller o el Palau Macaya. “En tres días nos hemos tenido que reinventar a nivel digital, enriqueciendo el contenido de las casas en las redes sociales. Ha sido como una patada para entrar en todo este mundo; una oportunidad para mantenerlas vivas, para cuando pase todo”, prosigue Vallès, que asegura que en un par de días se han cancelado todas las visitas de los próximos meses. “Lo peor es la incertidumbre de no saber cuándo podrán volverse a abrir”, concluye.

De todas las casas que enseñan solo dos tienen tour virtual, la Casa Batlló de Gaudí, que permite subir hasta la espectacular planta noble y su luminoso salón principal. Y desde el día 16, la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, donde vivieron el chocolatero Antoni Amatller y su hija Teresa, en medio del mayor lujo modernista imaginable. “Íbamos a lanzarlo el día 12, quinto aniversario de la apertura al público tras la restauración de la casa, pero la situación lo ha impedido”, explica Vallès.

El eslogan es claro: “La Casa Masó sí que se puede visitar”, explican desde esta vivienda de Girona que muestra la vida de la familia del arquitecto Rafael Masó, ejemplo del novecentismo. Es lo mismo que permite la tecnología en el caso de la llamada Casa Gaudí del Parc Güell, que el arquitecto compró para su familia en esa zona residencial. También en La Pedrera, en la que es posible recorrer sus dos enormes patios o subir hasta las azoteas presididas por las chimeneas guerreros. Lo mismo que en la Casa Pau Casals del paseo marítimo de Sant Salvador, El Vendrell, donde, uno de los mejores violonchelistas de todos los tiempos, veraneo hasta 1939.

En 1893 el artista Santiago Rusiñol fundó el Cau Ferrat en Sitges como casa-taller. Museo desde 1933, este templo del modernismo, junto con Els Quatre Gats, conserva el espíritu artístico que le otorgó su fundador. La visita virtual permite ver este espacio abigarrado que creó para las artes en la que no faltan obras de Picasso y el Greco entre medio de hierros forjados antiguos, lámparas y muebles.

“Muchas entidades patrimoniales están aprovechando el momento para digitalizar y compartir sus contenidos en la nube. El día que haya más gente joven gestionando estos lugares se notará”, explica Manel Miro, consultor de patrimonio y pionero, desde 2008, en la elaboración de apps de patrimonio en España. Para él lo importante es que “las apps tengan un valor añadido, que no sean simples fotografías y textos, sino que hagan participar de alguna manera al usuario”.

Hoy no es posible oler de forma virtual el aroma de las siemprevivas con las que Gala decoró ventanas, barandillas y marcos de su casa de Portlligat y que los responsables de los Museos Dalí cambian a menudo. Pero todo llegará.

Salvando los ocho escalones de la Casa Lleó Morera

La realidad virtual es fundamental en casos como el de la Casa Lleó i Morera cerrada al público desde 2016 por no poder cumplir la normativa municipal de acceso. Patrimonio no permitió alterar la entrada donde hay ocho escalones que la hace inaccesible, según la normativa de la Generalitat. Pero la casa si está abierta gracias a la tecnología después de que sus dueños, Núñez y Navarro, creara un tour virtual para ver la exuberante decoración creada por 40 artesanos como Eusebi Arnau (escultura), Lluís Bru y Mario Maragaliano (mosaicos), Gaspar Homar (decoración) y Antoni Rigalt (vidrieras).

Todas las direcciones:

Casa Amatller https://amatller.org/nova-app/

Casa Batlló https://www.casabatllo.es/tour-virtual/

Casa Gaudí https://sagradafamilia.org/casa-museu-gaudi

Casa Masó https://artsandculture.google.com/streetview/casa-mas%C3%B3/CAGJevAyaJUSJg

Casa Milà, La Pedrera https://www.lapedrera.com/visita-virtual/

Cau Ferrat https://artsandculture.google.com/partner/museu-cau-ferrat

Casa Lleó i Morera http://casalleomorera.antavianafilms.com/cast

Casa Pau Casals http://www.paucasals.org/ca/MUSEU-visites-virtuales/

Portlligat. Casa de Dalí y Gala https://www.salvador-dali.org/es/museos/casa-salvador-dali-de-portlligat/visita-virtual/