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Dimiten dos cargos clave de la Consejería de Salud de Andalucía en plena crisis sanitaria en la comunidad

La gestión de la cartera de Catalina García está en el punto de mira. El viceconsejero, Miguel Ángel Guzmán, y el gerente del Servicio Andaluz de Salud, Diego Vargas, se marchan “por motivos personales”

La consejera andaluza de Salud, Catalina García.

07/12/2023
La consejera andaluza de Salud, Catalina García. 07/12/2023JUNTA DE ANDALUCÍA (JUNTA DE ANDALUCÍA)
Eva Saiz

El viceconsejero andaluz de Salud, Miguel Ángel Guzmán, y el gerente del Servicio Andaluz de Salud, Diego Vargas, han presentado su dimisión “por motivos personales”, según ha adelantado El Periódico de España y ha podido confirmar este diario. El abandono de los responsables de dos de los principales cargos encargados de gestionar la sanidad de la comunidad se produce en plena crisis por la situación de este servicio público donde al colapso de la atención primaria, se ha sumado la reciente confirmación de que más de un millón de andaluces se encuentran en lista de espera para ser operados o tener cita con un especialista y el anuncio de un concierto millonario con la privada para tratar de aliviar esa situación.

El Consejo de Gobierno ha confirmado que las sustitutas serán María Luisa del Moral, antigua secretaria general de Humanización, que abandonó su cargo al obtener acta de diputada en las Cortes Generales en las últimas elecciones generales, como viceconsejera y Valle García, actual gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba, quien dirigirá el SAS, tal y como había confirmado este diario. “Estos nombramientos son un revulsivo para los nuevos retos que la Consejería de Salud tiene por delante”, ha señalado el portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco.

La consejera de Salud, Catalina García, se mantiene en su cargo, aunque su gestión a partir de este momento está bajo la lupa. “Se ha rodeado de gente de su máxima confianza y si la situación si tras el cambio en los más altos niveles la cosa no cambia, se constatará que el problema no son ellos”, indican los interlocutores consultados. “Cuando hay que dar un nuevo enfoque, lo que hay que revisar es el foco anterior”, indican, a su vez, fuentes cercanas a la administración andaluza que confían en que con estas sustituciones no haya que tocar más arriba el organigrama de la Consejería. “Los planes de choque que se van a poner en marcha el año que viene tienen que funcionar”, abunda.

El abandono de estos dos cargos clave en la estructura de la Consejería ha trastocado el fin de año al Gobierno andaluz, que sabe que la sanidad es uno de los flancos débiles y la principal munición que tiene la oposición para cuestionar la gestión de la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno, pero desde la Junta se quiere presentar como una maniobra que obedece a la preocupación por la situación de la sanidad en la comunidad. “El Gobierno andaluz es consciente de que la sanidad pública tiene un problema”, ha señalado el portavoz de la Junta para justificar los inusitados cambios al frente de Salud.

Aunque la versión oficial es que las dimisiones se han producido por motivos personales ―”la presión a estos niveles es brutal”, sostienen las fuentes consultadas―, el propio Fernández-Pacheco ha reconocido ante los medios de comunicación que los número dos y tres “han decidido dar un paso al lado, fruto del análisis que se ha hecho en el seno de la consejería”, que, ha afirmado: “necesita de un nuevo impulso”. Los interlocutores con los que ha hablado este diario coinciden en que tanto Guzmán como Vargas formaban parte del equipo de la Consejería contrario a los postulados de la consejera. Cuando ambos ocupaban otros cargos de responsabilidad con el anterior consejero de Salud, Jesús Aguirre, también habían tenido choques con García, señalan las mismas fuentes. Además de a la gestión de las listas de espera, apuntan también a la apuesta por el ámbito privado del Departamento, que incluso llegó a cuestionar el ya exviceconsejero, pese a venir del ámbito privado.

Gestión en entredicho

Desde que llegó a su cargo, la gestión de García ha sido fuertemente criticada por los sindicatos, la sociedad civil y los profesionales ―organizados a través del colectivo Marea Blanca, que ha protagonizado tres manifestaciones multitudinarias en todas las provincias andaluzas en defensa de la sanidad pública en la segunda legislatura de Moreno―. La orden de tarificación de servicios sanitarios, que por primera vez incluía la posibilidad de concertar la atención primaria, provocó la primera gran oleada de indignación contra García, hasta el punto de tener que renunciar y comprometerse a cambiar esa norma para conseguir un acuerdo con los sindicatos sobre la atención primaria, del que se desvinculó el Sindicato Médico, que aglutina al 90% de estos profesionales en la comunidad. Un compromiso firmado en mayo que aún no se ha cumplido. En toda esta polémica, el propio Moreno reconoció no estar enterado de que la atención primaria se había incorporado a la orden de tarificación.

El anuncio de dos macroconciertos con la privada por valor de 734 millones de euros para aliviar las listas de espera, realizado en octubre, insinuaba que la demora para acudir a un especialista o ser operado iba a ser peor de lo esperado. Un dato que, después de año y medio sin actualizarse por “problemas técnicos·, se conoció en diciembre y que certificó que se trataban de las peores cifras de la serie histórica. 203.375 andaluces están pendientes de una operación, un 35,5% más que en junio del año pasado, y 841.731 aguardan a la primera consulta con un especialista. Uno de cada cuatro pacientes en lista de espera de España es andaluz. La consejera llegó a afirmar que el hecho de que crecieran estas cifras evidenciaba que la sanidad pública andaluza había mejorado y justificó las cifras en la falta de médicos y en la pandemia. Unos argumentos que rechazaron de plano los sindicatos, señalando a la mala gestión.

UGT ha sido el primero en reaccionar a las dos dimisiones que considera “forzadas” y que “para nada van a solucionar el estado de caos que vive el servicio de salud pública andaluz”. “El verdadero cambio que necesitamos es el cambio de política sanitaria que se lleva a cabo desde la Consejería de Salud y es su máxima responsable la que debe ser cesada”, ha indicado el portavoz del área de Sanidad del sindicato en Andalucía, Antonio Macías. Un mensaje similar han lanzado los partidos en la oposición. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, ha vinculado las renuncias de los dos altos cargos de Salud con la “situación desastrosa de la gestión de la sanidad pública” y la líder de Por Andalucía -la réplica de Sumar en la comunidad-, Inma Nieto, ha subrayado que el “problema no es de nombres, sino de modelo”.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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