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La sanidad hace agua en la Andalucía vaciada

Vecinos de la Sierra de Segura denuncian el desmantelamiento “silencioso” de un hospital de alta resolución que se proyectó para fijar población en el medio rural

Vecinos de la comarca de la Sierra de Segura junto al hospital de alta resolución de Puente de Génave, donde piden que se frene su desmantelamiento.
Vecinos de la comarca de la Sierra de Segura junto al hospital de alta resolución de Puente de Génave, donde piden que se frene su desmantelamiento.Jose Manuel Pedrosa
Ginés Donaire

Pilar López perdió en agosto a su madre, Elisa, de 94 años, casi de manera apremiante, puesto que una grave infección le afectó al riñón y le produjo la muerte tres días después. Pero a esta mujer de Siles (Jaén) le queda al menos el consuelo de no haberla sometido a un mayor sufrimiento en sus horas finales, evitando el tortuoso desplazamiento en ambulancia, a más de 100 kilómetros, que le proponían desde el hospital de referencia de su comarca.

La familia trasladó a Elisa desde Siles hasta el hospital de la Sierra de Segura, en Puente de Génave, pero a su llegada les indicaron que debían derivarla hasta Úbeda porque en este hospital ya no había especialista en Medicina Interna. La familia se negó para evitar que el viaje agravara aún más la enfermedad de la anciana. “El médico que la vio lo entendió y empezó a tratarla aquí lo mejor que pudo, en el hospital Sierra de Segura, en lo que queda de él”, afirma López, que escribió una carta que se ha viralizado en las redes sociales alertando de la situación “crítica” de la sanidad en la comarca jiennense con más problemas demográficos, con una densidad de población en muchas zonas de poco más de 4 habitantes por kilómetro cuadrado, la mitad del índice en el que la Unión Europea cataloga a las “zonas muy escasamente pobladas”: “Tenemos que evitar el desmantelamiento silencioso, del que no te percatas hasta que no te toca a ti, de un hospital que nos vendieron como la solución a la sanidad en esta zona”, escribió López.

El hospital Sierra de Segura abrió sus puertas en 2005 para atender a más de 26.000 vecinos de 13 pequeños municipios con gran dispersión de población. Fue pionero en Andalucía en aplicar el modelo de alta resolución, que prevé consultas con el especialista en acto único; es decir, que en el mismo día el paciente es visto por el médico, se le realizan las pruebas diagnósticas y obtiene un diagnóstico y propuesta terapéutica.

Un modelo de atención sanitaria que la Junta de Andalucía no se ha cansado de ensalzar porque considera que “evita cada año miles de desplazamientos, reduce la incertidumbre y se facilita el comienzo precoz de los tratamientos, acortando sensiblemente los tiempos de recuperación”, como se destacó al celebrar el décimo aniversario del hospital de la Sierra de Segura.

Desde su creación, la gestión de este tipo de centros fue público-privada, a través de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir, pero desde enero de 2022 pasaron (también el hospital de Cazorla) a depender del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Casualidad o no, lo cierto es que desde entonces el deterioro asistencial crece a pasos agigantados. En el último año los vecinos de la Sierra de Segura se han quedado sin especialistas de Medicina Interna, Hematología, Cardiología, Digestivo, Otorrinolaringología y Oftalmología, y los pacientes tienen que ser derivados ahora hasta el hospital de Úbeda, a más de dos horas de camino de los puntos más alejados de la comarca.

“Desde que el hospital pasó a depender del SAS empezaron los recortes y eso se traduce en que el servicio está mermado por la carga de trabajo y la falta de trabajadores eventuales para cubrir las bajas laborales”, señala Regina Fernández, auxiliar de Enfermería que ha trabajado muchos años en las urgencias del hospital.

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Situación desoladora

Otro médico del centro establece el punto de inflexión de esta situación con la pandemia y cree que es una consecuencia del deterioro sanitario de la atención primaria, que considera “desoladora”. “La filosofía de este modelo sanitario era ideal para esta comarca con tanta dispersión de población y ha funcionado con éxito durante muchos años, pero ahora se está abandonando porque se anteponen los criterios economicistas a los sociales”, apunta este facultativo, que prefiere omitir su nombre, partidario de restablecer de nuevo los incentivos profesionales que hagan atractivo el hospital para los muchos sanitarios que ahora prefieren solicitar su plaza en otras ciudades más pobladas.

Los hermanos Pilar y Marcelino López, hijos de una paciente que falleció en agosto en el hospital de la Sierra de Segura.
Los hermanos Pilar y Marcelino López, hijos de una paciente que falleció en agosto en el hospital de la Sierra de Segura. Jose Manuel Pedrosa

Desde la Consejería de Salud se afirma que la asistencia sanitaria en la Sierra de Segura “está totalmente garantizada” para los usuarios de la zona, pero con el matiz de que la garantía llega “tanto por el Hospital de Alta Resolución de Sierra de Segura como por el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda”. Indican que actualmente la demora media en atención primaria en la zona noreste de Jaén está en 3,6 días para médico de familia y 2 para pediatría. Y en cuanto a las citas de Medicina Interna, que es lo que ha desatado las últimas protestas, la Junta sostiene que el Hospital de de Sierra de Segura “se encarga de las mismas con normalidad, excepto en aquellos casos que es necesaria la hospitalización de más de 24 horas con pruebas complementarias; en cuyo caso los pacientes son derivados al centro de referencia, el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda”.

La Consejería de Salud admite, eso sí, que hay un buen número de vacantes de especialidades sin cubrir, algo que justifican en que “se está a la espera de que termine el proceso de estatutarización y los concursos de traslados con el fin de cubrir las plazas que puedan quedar vacantes”.

“El hospital de la Sierra de Segura se concibió desde la perspectiva de la rentabilidad social y como elemento para fijar la población en esta comarca”, afirma David Avilés, que fue alcalde de Puente de Génave en los años en los que se gestó el hospital de la Sierra de Segura y ahora preside la Asociación Rural Mediterránea (Arume). Avilés reclama a la Junta de Andalucía un compromiso de futuro con el hospital de la Sierra de Segura, que llegó a generar más de 200 empleos y que en su día se presentó como el principal elemento vertebrador de una comarca que aguarda también, desde hace décadas, la llegada de la autovía A-32 que debe conectar la provincia de Jaén con el Levante.

Tal fue el impacto social que tuvo este hospital que muchos los emigrantes que han retornado a su tierra tras jubilarse con la tranquilidad de saber que tenían un hospital cerca de casa. Como Ángel Caballero o Marisol Sánchez, que emigraron a Cataluña y volvieron a sus raíces tras la inauguración del hospital.

Un grupo de vecinos de la comarca segureña ha querido protestar contra el deterioro sanitario de la comarca con una concentración frente al hospital. “Tienen que reponer todas las especialidades que se han perdido y tener más sensibilidad con esta comarca que cuenta con una población tan envejecida”, indica Juan Antonio Sánchez, presidente del hogar del jubilado de La Puerta de Segura.

A esa concentración asisten otros vecinos para agradecer la atención prestada en este centro sanitario: “Yo he tenido cuatro paradas cardíacas y las cuatro veces me han salvado la vida aquí, de haber estado más lejos no lo habría contado”, indica Roberto Alarcón, de 41 años; “a mí me salvaron la vida al operarme de peritonitis”, añade Lola López, de 65 años.

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